Stiles
― No vas a ir a México. ―me dijo mi padre, cerrando la puerta de su oficina en la comisaría.
― Papá, Scott y Kira han sido secuestrados y llevados a México, ¿vale? Creo que esa es una buena razón para hacer un viaje a México.―le dije yo, tratando de convencerlo, aunque de todas maneras, me dejara ir o no, iría.
― Vale. ―dijo él, intentando calmarse.―Incluso si Deaton tiene razón sobre esto... lo mejor es ir por los canales adecuados.
― ¡Pero papá!
― Eso significa llamar a las agencias de la ley, la patrulla fronteriza y publicar un anuncio general.
― Papá, no puedo quedarme esperando a que los engranajes de la burocracia comiencen a funcionar en cinco oficinas diferentes del gobierno, ¿vale? Alguien tiene que ir allí ahora mismo, encontrarlos y salvarlos. ¡Tengo que hacerlo!―le contesté.
― Sabes que puedo evitar que vayas.
― Encontraré el modo de ir.
― Puedo encerrarte en una celda.
― Encontraría una manera de ir igualmente.
― Stiles, por favor. ¡Sólo dame un poco más de tiempo para encontrar algo un poco más concreto que una visión psíquica de un tipo con tres ojos!―me pidió él. ―Mira, llamaré a cada agencia de la ley de aquí a Sudamérica si tengo que hacerlo. Si no pasa nada, entonces compraré dos billetes para ir a México e iremos los dos juntos, ¿vale?
― Vale, vale, genial.―le respondí, pero de todas maneras, me marcharía aquel día a México. No podía dejar a Kira y a Scott allí, quién sabe lo que les estaría haciendo Kate.―¿Puedo tener un arma?
Mi padre se quedó mirándome estupefacto.
― ¡No! ―respondió él, como si fuera obvio.
-
Malia y yo fuimos a la casa de Scott. Fuimos a su habitación y abrí su armario. Cogí una chaqueta de Scott y se la lancé a Malia.
― Prueba con eso.―le pedí.
― Suavizante de telas.―respondió Malia después de olerlo.
Me dirigí al baño de Scott y cogí unos calzoncillos sucios de su cesta de ropa sucia. Se los enseñé a Malia para que los oliera y ella hizo una mueca de asco.
― Recuerda que la vida de Scott está en peligro.―le dije yo, sosteniendo aún los calzoncillos.
Entonces Malia se dio la vuelta y cogió el cojín de Scott. Lo olió y sonrió.
― Sí, eso también funcionará.―dije yo, dejando los calzoncillos en la cesta.
Malia ya tenía el olor de Scott, ahora sería más fácil encontrarlo. Los dos bajamos las escaleras y nos encontramos a Liam.
― Liam, ¡ve a casa! No vas a venir con nosotros.―le dije yo.
― ¿Por qué no?―preguntó él.
― Porque hoy hay luna llena y no tengo ganas de conducir hasta México para que luego me arranques la cabeza.
― Podéis encadenarme en el asiento de atrás o algo así.
― Ya te cargaste unas cadenas, ¿te acuerdas?―le recordó Malia.
― Tendríamos que congelarte en carbonita para llegar a salvo.―dije yo.
― Vale, ¿de dónde sacamos... carbonita?―preguntó Liam con inocencia. Malia se giró para mirarme y yo me quedé mirando a Liam con los ojos entrecerrados.
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Dark Ways| Stiles Stilinski
Fanfic«Te juro que no soy un pecador, solo estoy hermosamente roto.» La mayoría de los personajes no me pertenecen a mí, pero sí parte de la trama de la fan fic y algún personaje creado por mí. Algunas cosas de la serie serán cambiadas, aviso ahora par...