Capítulo 3.23

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Stiles

Scott abrió las puertas del instituto, y entonces, al entrar, aparecimos en una especie de túnel. Me resultaba bastante familiar, y creo que a los demás también.

― El escondite de los doctores del mal se encontraba por aquí― murmuró Malia.

― ¿Por qué estamos aquí?― preguntó Liam.

― Esto solo es otro truco, no es real― dije yo, decidido a seguir avanzando.

― No más trucos, Stiles― escuché que decía el Nogitsune―. Esto es real. 

Todos miramos a nuestro al rededor, pero no lo vimos. Claramente aquello era otro truco para confundirnos. Por instinto, abracé a Simone para protegerla. Ella tenía agarrada la funda de la katana con fuerza, preparada para cuando llegara el momento de desenfundarla.

― Si esto fuera un truco, mis Berserkers no serían capaces de mataros. ¿Quieres que lo comprovemos?

― Adelante― respondí sin pensar.

― ¡Stiles!― se quejó Malia. Detrás nuestro, se acercaron un par de Berserkers. El primero en atacar fue Chris, seguido de Malia, quien corrió hacia el que estaba a la derecha y empezó a arañarlo con las garras.  Entonces el Berserker arañó a Malia en el brazo, haciéndola sangrar.

― ¿Te parece eso lo suficientemente real, Stiles?― preguntó el Nogitsune.

― Tengo su olor― dijo Scott―. ¡Vamos!

Seguimos a Scott por los túneles. Giramos a la derecha. Después seguimos rectos y giramos a la izquierda. Seguimos corriendo, pero los sonidos de las balas saliendo de la escopeta de Chris parecían seguir igual de cerca que al principio. Como si no nos hubiéramos movido en todo el rato.

― Espera un segundo, Scott― pedí. Lydia, Simone y Scott se detuvieron―. ¿Cómo puedes tener su olor?

― Soy hombre lobo, ¿recuerdas?

Rodé los ojos.

― No me refería a eso. Un Nogitsune está vacío, así que, el vacío no tiene olor.

― Tiene razón― me apoyó Simone―, ¿cómo has podido oler el vacío si no tiene olor?

Scott se quedó en silencio, mirándonos fijamente. Tenía la mirada perdida, pero podíamos ver signos de ira en ella. Algo iba mal con mi mejor amigo. ¿Por qué se había quedado paralizado de pronto?

― ¿Scott?― lo llamó Lydia. Estiró su mano hacia él lentamente y Simone la apartó. Scott empezaba a respirar agitadamente, como si estuviera tuviendo un ataque de nervios.

― Hay que irse, ya― les dije.

― ¿Por qué? No podemos dejarlo aquí.

― Está siendo controlado por el Nogitsune― contestó Simone―. Si nos quedamos aquí, nos matará.

― No voy a mataros― aseguró Scott, pero no era él quien hablaba, sino el Nogitsune―. Voy a hacer que os matéis entre vosotros.

A continuación, empezó a reírse como loco.

― Venga, ¡venga, corred!― grité. Echamos a correr por el pasillo en línea recta― ¡Hay que ir al laboratorio de los doctores! ¡Allí no podrá entrar! ¡No dejéis de correr!

Pero justo antes de que pudiéramos entrar, Scott ya estaba allí esperándonos. Nos detuvimos y entonces él se giró para mirarnos. Tenía una sonrisa sádica plasmada en el rostro.

Dark Ways| Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora