-Vete de aquí.
-Pero...
-¡He dicho que te vayas!
Y ella, después de fulminarlo con la mirada durante unos eternos segundos, se va. Cuando esta mujer sale de la casa, él se siente mucho peor que cuando se fue su padre. Aquella chica de pelo negro que le hizo sentir tantos buenos momentos y a la vez tantas decepciones, se había ido de su lado por segunda vez. Aunque la primera vez que le pidió que se fuera, fue más doloroso.
Con nada más recordarlo se le desgarra el alma.
(FLASHBACK)
-Lo siento mucho, Lucas. Si necesitas cualquier cosa no dudes en llamarme.- Le dice tristemente su vecina del tercer piso. Quién acompañó a Lucas a casa después del entierro de su madre. Tenía miedo que intentara hacer una locura o algo por estilo. Ya que Lucas tuvo que aguantar la ruptura con su novia y la muerte de su madre el mismo año.
-Muchas gracias. Creo que me vendrá bien dormir un poco.
Y diciendo esto, cierra lentamente la puerta de su casa. Que ya no es su casa, porque sin su madre no será igual. Se siente tremendamente culpable de que nada siga igual. De no despertar de esa terrible pesadilla. Si la hubiera llamado ¡Joder! Una simple llamada posiblemente habría evitado esto. Quiere volver al pasado. Si lo hubiera sabido, probablemente ni hubiera salido de su casa. Se hubiera quedado con ella, y le abrazaría durante un buen rato y le diría todo lo que la quiere y todo lo que la necesita. Pero no puede volver...
Se tumba en el sofá y empieza a llorar. Lo único que quiere es desaparecer. Al momento, suena la puerta de la casa. Él se seca las lágrimas y con desgana acude a abrir. Seguro que es algún otro vecino que viene a dar el pésame. Abre la puerta, y sí. Si es alguien que viene a darle el pésame, pero no es justamente la persona que él esperaba.
-Cariño, de verdad que lo siento muchísimo.-Y entonces Sofía se abalanza sobre Lucas con una cierta tristeza que él no llega a saber si es real o solo una tristeza fingida.
Él la agarra de los hombros y la aparta suavemente de su cuerpo. Se queda un rato mirándola y no sabe bien cómo reaccionar. Hace cuatro meses que no la ve ni sabe nada de ella. Una lágrima cae por su ojo.
-No necesito tu pésame.-Dice él con frialdad y secándose esa única lágrima.
Ella esperaba esa respuesta y no le extraña nada que se lo haya dicho así. Lucas se sienta en el sofá de nuevo.
-Sé que estás enfadado conmigo y tienes todo el derecho. Pero me veía en la necesidad de apoyarte.-Dice sentándose a su lado.
Lucas no aguanta más y se acurruca en sus brazos llorando. Puede que la odiara, pero seguía necesitando su apoyo. Y más ahora...
Ella lo recibe en sus brazos y siente una gran satisfacción, pues ya está confirmado que aún Lucas sigue enamorado de ella.
-¿Tienes cerveza?-Le pregunta ella.
-Sí. Tráeme dos a mí, por favor.
Y ella sin pensarlo, se las trae después de coger una para ella. Después de las dos cervezas, Lucas cada vez se siente más estúpido. Recuesta su cabeza para detrás y cierra los ojos.
-Lucas, sé que no es el momento pero, te he echado mucho de menos. No he podido olvidarte.-Dice Sofía mientras le va dando suaves besos en el cuello.
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Juguemos a ser del mismo mundo
RomanceY todo empezó una mañana en Madrid. Cristina. Simpática, alegre, divertida, educada y sincera. Para él es mandona, grosera, salvaje, pobre y envidiosa. Lucas. Soñador, protector, sincero, optimista y cariñoso. Para ella es mujeriego, pijo, mimado, m...