-Ay, por favor... Mira que eres traviesa ¿Cómo se te ocurre pelearte así como así?-Dice Alan mientras le va curando con cuidado las heridas de la cara a Cristina.
-Si fue ella la que empezó ¡Ay!-Responde ella quejándose.
-¿Te escuece?
-Un poco.
Cristina suspira y se quita la chaqueta.
-Joder, tienes un montón de arañazos ¿Cómo se llamaba la chica con la que te peleaste?
-Ana, es la chica que salía con Lucas en las fotos.
-Entonces esa pelea está bien merecida. Lo único es que me da pena verte así de herida.
-No te preocupes, creo que le he roto la nariz.
-Bueno, no es algo de lo que deberías sentirte muy orgullosa.
-Lo sé.-Dice mientras agacha la cabeza.
-Mira, una vez me peleé con un chico en el instituto porque se había colado en la fila de la cafetería. Y a día de hoy, él es mi mejor amigo.
-Ni pienses que yo voy a hacerme amiga de esa.
-Pues yo cuando la conocí, no tenía pinta de ser tan macarra.
-¿Tú? ¿Cuándo la conociste?
-Bueno, en verdad me la presentaron Jorge y Elena.
-Ah, ¿Qué también conoces a Jorge y a Elena?
-Bueno, yo...
Cristina suspira ¿Por qué su mejor amiga no le ha contado que conoce a Alan? ¿Y que Alan y Ana se conocen? Ahora todo empieza a encajarle. Ella empieza a sacar conclusiones equivocadas ¿Y si todo ha sido un plan de Alan para separarla de Lucas y haya convencido a Jorge y Elena? No, Cristina debe dejar de pensar en esas cosas ¿De verdad Alan podría hacer algo así? A lo mejor Jorge ya sabía que Lucas y Ana iban a quedar y se lo dijo a Alan para que él pudiera sacar las fotos... No. Cristina debía dejar de pensar estupideces.
-Bueno, gracias Alan. Pero debo irme a casa. Mi madre me estará esperando.
-¿Quieres que te acompañe?
-No, gracias. Pero por el camino debo pensar en lo que le voy a decir a mi madre cuando llegue con esta cara y estas heridas.
-Perfecto, pues te acompaño hasta la puerta.
Y los dos bajan al piso de abajo y llegan a la puerta principal. Alan la mira y le da un beso en la frente.
-Me encantaría poder besarte ahora mismo. Pero no, quiero que seas tú la que tenga la iniciativa. No quiero equivocarme otra vez.
-Bueno, debo irme. Gracias por curarme las heridas.-Dice yéndose rápidamente, algo que deja desconcertado a Alan.
Caminando hacia su casa, escucha que la melodía de su móvil está sonando y lo intenta sacar del móvil cuidadosamente para no hacerse daño en los pequeños rasguños abiertos que todavía tiene en sus nudillos.
Un número oculto ¿Quién podrá ser? ¿Y si es la banda armada de Ana? ¿Si la llaman para asustarla o para decirle; Hey niñata, hemos oído que le has roto la nariz a nuestra amiga y vamos a darte lo tuyo? Definitivamente Cristina debía de dejar series policiacas. No le hacían ningún bien...
-¿Sí?
-Hola, Cristina.-Por una milésima de segundo hubiera preferido que fuera la banda armada...
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Juguemos a ser del mismo mundo
RomanceY todo empezó una mañana en Madrid. Cristina. Simpática, alegre, divertida, educada y sincera. Para él es mandona, grosera, salvaje, pobre y envidiosa. Lucas. Soñador, protector, sincero, optimista y cariñoso. Para ella es mujeriego, pijo, mimado, m...