Juguemos a ser del mismo mundo

19

-Jajaja ¿De verdad hizo eso?-Reía Lucas sin parar.
-Sí, Elena en el instituto era muy cabrona. Me hacía cada broma...
Habían pasado cinco días y la relación entre Lucas y Cristina había mejorado bastante. Ahora mismo están en el cuarto de Lucas y se podría decir que gracias al trabajo, se habían conocido mejor y empezaban a hacerse muy buenos amigos.
Sin embargo, Lucas empezaba a sentir una atracción demasiado fuerte por Cristina. Algo que nunca había sentido por ninguna chica. Bueno, sí. Solo por una. Cristina se iba dando cuenta de los acercamientos que había tenido Lucas estos días y le intimidaba mucho lo que podría pasar.
-Joder, qué calor ha hecho de repente.-Dice Cristina abanicándose ella misma con la mano.
-Si quieres te dejo un bañador de Sandra y te bañas en la piscina.-Dice riendo.
Lucas estaba sentado en la silla de su escritorio y Cristina se había sentado en una silla al lado de él.
-No gracias. No me apetece ponerme un tanga.
Una última carcajada de Lucas, y toda la casa se queda en silencio.
-Supongo que te habrás enterado de todo lo que ha pasado con Jorge y Elena ¿No?-Dice Cristina.
-Sí, Jorge se culpa mucho.
-Elena no para de llorar. Ayer y el viernes, ha tratado de evitarlo en la universidad y no ha respondido a sus llamadas. Me parece raro, ella nunca había estado así por un chico.
-Jorge es un completo gilipollas.-Lucas se pone una mano en el pelo.
-No le culpo. A lo mejor iban muy rápido y se ha asustado. Ya no son niños de 10 años. Tener algo serio con alguien es más complicado. Y más si solo hace dos semanas que conociste a una persona.-Dice Cristina soltando una sonrisa en esto último.
Lucas se queda mirándola por un momento.
<<Joder, es preciosa>>
-Resumiendo, que seguramente cuando se conozcan un poquito más, seguro que serán la pareja más feliz del mundo. Siempre hay que intentarlo.-Dice Cristina.
En ese momento, Lucas no aguanta más y le da un beso apasionado a Cristina. Agarrándola por la cintura para que no se escape. Cristina estaba en shock, no sabía qué hacer. Estaba completamente asustada. Lucas se levantó de su silla y agarro a Cristina fuertemente cogiéndola en brazos mientras repartía besos agresivos por todo su cuello. La tumbó sobre la cama y se colocó encima de ella. No paraba de besarla, como si la necesitara de verdad.
<<Lucas, para. Esto no me está gustando>>
<<No puedo hacer esto, no estoy preparada. Por favor>>
Beso.
<< Me siento mal, te suplico que pares>>
Otro beso
<<!PARA¡>>
Pero por mucho que Cristina le obligara a parar en sus pensamientos, Lucas no se detenía. Empezó a desabrochar los botones de la camiseta de Cristina después de haberse quitado la suya. Besos en el cuello, caricias agresivas, respiraciones agitadas, todo era demasiada presión para ella.
De pronto, Cristina empezó a llorar, muy asustada. Cuando Lucas se dio cuenta, Dejó de besarle. Cristina se levantó rápidamente, cogió su bolso y bajaba las escaleras mientras se volvía a abrochar la camiseta.
-¡Cris, espera! ¡Vamos a hablarlo!
Se oyó el ruido de la puerta cerrando fuertemente. Lucas se tapó la cara con las dos manos y empezó a darle patadas a todo.
Ese impulso, ese maldito impulso.

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Elena está tumbada en su cama. De repente, suena su teléfono y ella corre a cogerlo. NUMERO OCULTO. Elena está asustada. No sabe qué hacer. Después de tres segundos pensándolo, decide coger el teléfono.
-¿Sí?
-Elena, soy Jorge.
-¿Me puedes explicar por qué coño me llamas desde un número oculto?
-Yo también me alegro de hablar contigo.-Dice irónicamente.
-No me has respondido.
-Porque si te llamaba desde mi número, sabía que no me lo ibas a coger.
-Genial, pues ahora que sé que eres tú, te voy a colgar.
-¡Espera!
-¿Qué quieres?
-Quiero saber qué te pasa. Quiero saber por qué has estado evitándome y por qué no has respondido mis llamadas.
-¿Por qué te importa tanto? Yo para ti solo soy tu follamiga ¿No?
-Eres más que eso Elena. Lo siento, de verdad. Pero es que estaba asustado. Quiero que todo salga bien y tenía miedo de que fuéramos muy rápido.
-No me vengas con el cuento sentimental ahora, Jorge.
-De verdad, Elena. Te quiero.
Te quiero... esa palabra resonaba cada vez más en la mente de Elena.
-Jorge, no puedo hablar ahora. Ya hablaremos.
Cuelga. No pasan cinco segundos y Elena ya se encuentra llorando en su cuarto.

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HOLA HOLIITAAAAAAA!!
Salseo salseo y más salseo😱😱
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BESITOS Y ABRAZITOS CALENTITOS PARA TODOS!!❤️❤️
#EseMalditoImpulso
#ElenaEnElInstitutoEraMuyCabrona
#LucasNoPuedeAguantarse
#CristinaEstabaAsustada
#JorgeIntentaArreglarlo
🙅🏼🙅🏼🙅🏼💞💞💞