Jueves por la mañana. Lucas baja las escaleras y ahí está Cristina. Él se acerca al sofá.
<<Es realmente preciosa>> Piensa Lucas.
Con su mano le acaricia el pelo con cuidado de no despertarla. Sonríe mientras lo hace.
De repente se acuerda de la llamada que hizo anoche. Así que, sube a su habitación y se viste corriendo. Debe ir a la zona de correos del 24 horas de abajo para ver si ha llegado lo que ha pedido. Paquetería urgente, debería estar abajo. Sale de la casa y baja las escaleras.
Cristina sintió una ola de frío y se despertó. Miró a su alrededor. Todavía no se cree que haya dormido en casa de Lucas. En ese momento entra Sandra con esa camisa tan apretada y esos tacones.
Ella se acercó a Cristina mirándola de la cabeza a los pies como si la estuviera escaneando.
-¿Quién eres tú?
-Me llamo Cristina.
-¿Otra novia de Lucas?-Dijo Sandra con una sonrisa.
-Emm...no, Soy una compañera de trabajo.
-Si claro, eso decían todas.
-Lo digo en serio.
-Cariño, no nací ayer. Si fueras una amiga no hubieras dormido aquí, y mucho menos en el sillón.-Dijo riéndose de la pobre joven que aún seguía paralizada.
Cristina se quedó callada.
-¿Dónde está Lucas?
-No lo sé. Acabo de despertarme.
Sandra le dedica a Cristina una sonrisa descarada.
-¿Y Tú quién eres?
-Yo soy Sandra, la novia de Carlos.
-¿La novia de Carlos?
-Sí, tu suegro.
-Lucas no es mi novio.
-Ya, claro.
Lucas entra en la casa y se encuentra con la situación. Para un momento que se va, está bastante complicado.
-Hola Lucas.-Dice Sandra con una sonrisa.
-Hola.-Contesta él con un tono antipático.
-¿Dónde está tu padre?
-Trabajando ¿Por?
-No por nada. Voy a la oficina a saludarle. Adiós.
Sandra sale de aquella enorme casa. Cristina suspira. No la aguantaba ni un momento más.
-Siento que hayas tenido que aguantarla.-Dice Lucas.
-No te preocupes. Hombre un poquito harta me tenía, no te lo voy a negar.
-La odio.
-Pero...¿Qué edad tiene?
-Es menor que mi padre un rato. Te lo aseguro.
Ellos se miran fijamente. Lucas reacciona y le entrega a Cristina un paquete. Ella lo abre y en él encuentra toda la información que necesitan para el proyecto. Se sorprende y sonríe.
-¿Pero cómo?
-Ayer hice una llamada y me permitieron pasarme la información.
-Eres el mejor.
-No. No lo soy -Dice con una pequeña sonrisita.
Cristina sonríe y lo vuelve a mirar.
-Vamos a desayunar y empezamos con el trabajo ¿Vale?
-De acuerdo.-Dice ella.
Cristina se levanta del sillón y se peina con los dedos el pelo tan alborotado. Se acercan ambos a la cocina y buscan algo para empezar el día. Lucas prepara dos cafés y pone cereales en un bol para cada uno. Los dos empiezan a comer.
Cuando acaban, Cristina se levanta y coge los dos boles y los pone en el fregadero. Lucas, aún sentado, se sorprende.
-No hacía falta que los recogieras, Cristina.
-Me has dejado dormir en tu casa. Es lo menos que puedo hacer.
-Pero no quiero que pienses que soy un maleducado.
-No me lo pareces. Ahora no.
-¿Antes sí?
-No te voy a mentir. Creo que las palabras de aquel viernes te lo demostraron ¿No?
-Pues si.-Dice él acompañado de una sonrisa.
-Pero ya está todo olvidado.
-Sí.
Justo en ese momento se oye el sonido de unas llaves encajar en la cerradura de la puerta de la casa. Lucas y Cristina clavan sus ojos en la puerta para saber quién ha entrado. Aparece María. Al ver a Cristina abre los ojos con más precisión. No todos los días se podía ver a una chica joven en braguitas y una camisa larga de propaganda en aquella casa. Si al principio se había asombrado con Sandra cuando llegó, con Cristina se sorprendió más. Lucas se levanta con rapidez.
-María, Te presento a Cristina. Es una amiga.
María sale de esa incómoda situación y se dedica a sonreír.
-Encantada de conocerte.
-Igualmente.-Contesta Cristina con una sonrisa demasiado falsa al saber que María se ha llevado un disgusto al verla.
Su día no empieza a ir bien.
-Lucas me ha hablado mucho sobre ti, María.
A María le hubiera gustado decirle lo mismo, pero Lucas nunca había pronunciado el nombre de Cristina dentro de esa casa. Aunque después de todo lo que había pasado antes de ella venir ¿Para qué nombrarla?
-¿Y ha dicho cosas buenas o malas de mí?- Dice María bromeando.
-Buenas. Por supuesto.
Media fracción de segundo pasa, el silencio inunda la casa.
-María, ¿Has sido tú la que me ha dejado el dinero de mi padre en el escritorio?-Dice Lucas.
-Sí, he sido yo. Pero por orden de tu padre.
-Le dije que se lo diera a Sandra. ¿Qué parte no entendió?
-Oh Sandra, una mujer maravillosa ¿Has tenido oportunidad de conocerla, Cristina?
-Sí, una mujer muy amable.-Dice Cristina con ironía.
Las dos sonríen. Las cosas empiezan a ir mejor.---------------------------------------------------------
HOLA HOLIIIITAAAAAAA!!
Años. AÑOS SIN SUBIR.
Por favor, que estrés.
En fin, que estoy de vuelta y lo siento por haber tardado tantooooo😔
#EnamoradaDelPijito
#OdioALaSiliconas
#CarlosTuSuegro
#NoTodosLosDíasSePuedeVerAUnaChicaEnBraguitas
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Juguemos a ser del mismo mundo
RomanceY todo empezó una mañana en Madrid. Cristina. Simpática, alegre, divertida, educada y sincera. Para él es mandona, grosera, salvaje, pobre y envidiosa. Lucas. Soñador, protector, sincero, optimista y cariñoso. Para ella es mujeriego, pijo, mimado, m...