-Alan? Deberías despertar para ir a comer -Escuche decir a una voz que me zarandeaba lentamente.
Abrí los ojos algo sobresaltado y me encontré con el pelinegro, Esteban no estaba en la habitación.
-Que hora es? -Pregunté incorporándome en la cama.
-Dentro de poco terminaran las clases y será la hora de la comida, deberías levantarte y prepararte para comer.
Yo salté de la cama de la impresión, eso significaba que me había saltado todas las clases de la mañana.
-Que le dijiste a los profesores!? -Medio grite mientras rebuscaba en el armario por el uniforme.
-Que te encontraste mal a la noche -Contestó a la vez que me daba un pequeño papel.
Yo lo cogí mientras me quitaba la camiseta del pijama y lo leí, era una hoja de la enfermería para poder faltar.
-Como? -Pregunté parando en seco.
No creo que la enfermera valla dando justificantes de faltas a todo el mundo.
-Se lo pedí por favor -Contestó a la vez que se sentaba en mi cama.
Yo lo miré sin creerme que hubiera obtenido el justificante por decir "por favor".
-Quieres cambiarte? La hora se nos echa encima, y si no estás para comer los profesores van a venir a buscarte.
Yo dejé el papel sobre la cama y cogí el uniforme para meterme en el baño, se me hacía extraño cambiarme delante dé alguien, y más todavía después de lo de anoche, aunque ignorara lo que había pasado no podría borrarlo de mi mente ni aunque quisiera.*. *. *. *.
Aunque Alan no se lo creyera si se lo había pedido por favor a la enfermera, no había añadido que le había contado lo que pasó en la noche, pero bueno, él tampoco tenía cara de querer recordarlo.
Mientras él se cambiaba en el baño yo me quedé pensando en lo ocurrido, desde la conversación que habíamos tenido en mi habitación había estado dándole vueltas en la cabeza a su comportamiento.
Era un chico fuerte aunque no lo pareciera, sabía defenderse, lo había demostrado con los dos tipos del lunes, pero sin embargo se había quedado en shock a la noche.
Tal vez fuera por lo que le pregunte que se había quedado alerta y al encontrarse en esa situación simplemente colapso.
Pero igualmente su respuesta a mi pregunta, que simplemente gritara y saliera corriendo, no era del todo normal, tenía mis sospechas sobre el por qué su reacción, pero si él no lo admitía solo eran sospechas.
Cuando salió del baño ya con el uniforme puesto me levante de su cama y me dirigí a la puerta, aún teníamos que llegar al comedor.
Caminamos a un paso normal, a mi parecer, por qué el también era más bajito y tenía que ir más rápido.
Su pelo naranja parecía más apagado que ayer, aunque debía de ser cosa del tiempo, ya que ayer aún hizo sol la gran mayoría del día y hoy estaba lloviendo.
-Como decías que te llamabas? -Preguntó algo avergonzado intentando ir a mi ritmo.
-Matías -Conteste sin restarle importancia.
También era verdad que ni nos habíamos presentado, yo solo me quede con su nombre cuando lo cambiaron de sitio en clase. Era el único pelirrojo del instituto así que me llamó la atención.
Baje un poco el ritmo para que él no tuviera que medio correr para estar a mi altura, a lo lejos vi a varios chicos viniendo en nuestra dirección.
-Alan tú sigue caminando e ignoramos -Comente bajito solo para que lo escuchara el.
Seguimos caminando e intentamos pasar de largo sin tener ningún problema, a mí me dejaron pasar casi sin verme, pero con Alan fue un tema distinto, le hicieron un muro y lo sujetaron para que no pasara.
Antes de que pudiera reaccionar uno de los que lo habían agarrado por el brazo había salido volando de espaldas contra el suelo. Dos más lo volvieron a intentar, a uno se lo impedí yo de un puñetazo, al otro Alan lo dejo en el suelo con el brazo retorcido para atrás.
Los que quedaban por intentarlo salieron corriendo sin arriesgarse, los otros 3 corrieron en cuanto se levantaron del suelo.
-Aún sabes defenderte bien -Comente en cuanto volvíamos a caminar.
-Que sea bajito no significa que no sepa autodefensa.
Me reí un poco por su comentario, pocos admitían que eran bajitos con tanto orgullo.
-De que te ríes? -Preguntó parando en seco.
Yo sentí como se me levantaba la ceja en un tick y no pude evitar que se me dibujara una sonrisa en el rostro. Alan intentaba poner cara de enfadado pero su expresión era más bien linda. Pensé incluso en decirlo, pero me guarde el comentario por si yo era el siguiente en recibir un puñetazo.
-Pocos admiten su estatura con tanto orgullo, eso es bueno -Conteste a la vez que empezaba a caminar de nuevo.
Su cara de sorpresa era más linda todavía que la anterior, pero seguí guardándome el comentario.
Rápidamente llegamos al comedor, Alan fue a sentarse por su cuenta con el abandonado de Esteban y yo me fui a la mesa de mis amigos.
-Ya pensábamos que no vendrías nunca, que estuviste haciendo? -Preguntó Rick nada más me senté.
-Los chicos de la habitación de al lado tuvieron problemas, verdad? -Añadió Alex.
-Si, entre Esteban y lo que todos le quieren hacer, y el nuevo con el que se pueden meter todo lo que quieran hasta cansarse, a la noche se montó un espectáculo -Explique mientras recogía mi bandeja.
Rick y Alex me miraron atentamente mientras lo hacía, esperando otra explicación.
Rick era un chico de mi altura, dado a los deportes y con el pelo rubio, que iba sonriendo por todas partes. Alex por el contrario era de pelo castaño y largo, y un poco más bajo que nosotros 2, él siempre usaba gafas que le hacían parecer más serio, así que pertenecer al comité de estudiantes y ser el presidente de 1º bachiller era algo que sobresalía en el.
-Por qué no nos sentamos con ellos? -Pregunté ya dispuesto a levantarme.
Rick me cogió rápidamente del brazo impidiendo que me levantara y Alex habló por el.
-Si explicas que a pasado iremos encantados.
Después de suspirar les conté por encima lo ocurrido, que Alan había entrado en pánico y Esteban me había despertado con más pánico todavía.
En cuanto termine los dos se levantaron al mismo tiempo que yo y fuimos hasta la mesa de Alan y Esteban, ellos nos miraron verdaderamente raro y sin comprender, pero no dijeron nada, solo dejaron estar la pregunta en el aire.
-Yo soy Rick! El actual capitán del equipo de voleibol, un placer -Se presentó con su gran sonrisa.
-Yo Alexandre, pero llamarme Alex, soy el representante de 1º de bachillerato en el comité de estudiantes -El por el contrario solo dijo eso y se acomodó las gafas seriamente.
-Un placer -Contestaron al unísono.
-Yo soy Esteban.
-Y yo Alan.
Nada más dijeron sus nombres se hizo un extraño silencio en la mesa, peor al sirvieron la comida Rick rompió el silencio.
-Bueno! Tenéis pensado uniros a algún club? -Preguntó mientras cortaba la carne.
Esteban y Alan se quedaron callados sin saber qué decir o hacer.
-Yo no creo, sería muy problemático -Contestó Esteban agachando la cabeza.
-Por qué? -Preguntó Alex.
-No tengo facilidad para relacionarme -Contestó forzando la sonrisa.
-Y tu Alan? -Pregunté mirándolo fijamente.
Él debía de estar a su mundo por que cuando pregunte pego un pequeño brinco en la silla.
-Yo... Yo no sé, no controlo nada del instituto -Contestó algo avergonzado.
-Es verdad, tú llegaste hace nada -Comentó Rick intentando seguir con la conversación-. El club de voleibol siempre está disponible a todos los nuevos aunque no practicaran el deporte antes.
-Si se mete en algún club será por algo que controle, en bachiller empezar con un nuevo deporte es incomodo -Contestó Alex.
-Que deporte se te da bien? -Preguntó Esteban.
-Hay más clubs a parte de los de deporte, como los de Fotografía, Astrología, Dibujo, y todas esas cosas -Añadí para que Alan no pensara solo en deportes.
-Pues... Se me suelen dar bien los deportes, el fútbol, baloncesto, voleibol, tenis, natación y así se me han dado bien, pero no se, todavía no controlo el instituto -Contestó a la vez que empezaba a comer.
-Podemos enseñártelo sin ningún problema, al fin y al cabo por la tarde no hay clases -Contestó Alex.
-Yo tengo practica! Podríais pasaros a chequear! -Añadió Rick.
Esteban contestó animado, pero Alan solo actuó indiferente, aunque al final dijera que sí.
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Aléjate ! (Yaoi)
Teen FictionHISTORIA ABANDONADA Alan Herrera es un chico solitario y malhumorado, después de que sus padres lo estuvieran trasladando de un sitio a otro desde que era pequeño decidió que ya era tonto tener amigos, o siquiera intentar llevarse bien con alguien. ...