Corrimos agarrados de la mano hasta el portal de mi casa. Alan en mitad del camino empezó a reírse, y a mí me contagio algo de su risa, seguramente era por qué esto tenía pinta de solo pasar en las películas.
Una vez llegamos al piso nos tomamos una pausa para descansar de la carrera, él seguía riéndose mientras intentaba respirar de nuevo, yo lo miré algo raro, ya no sabía si era por el alcohol o no, pero Alan desde luego estaba más liberado, no era como un día cualquiera que se metía en su mundo y le costaba relacionarse, ahora iba pidiendo besos.
Es verdad, me molesto cuando lo vi besando a la chica, seguramente había sentido tanto dolor como cuando Alex vio a Rick, pero yo había tenido una suerte distinta. El me había visto cuando había vuelto a la barra, me había buscado con la mitad al volver a la pista de baile, y una vez tuvimos la suerte de que la chica se puso a vomitar el reclamo un beso mío. Estuviera borracho o no, no podría haber tenido jamás de los jamases tanta suerte.
No estaba seguro de sí Alan recordaría todo esto después de una buena noche de sueño, pero me empezaba a dar igual, si esto no pasaba hoy pasaría tarde o temprano. Lo había notado una vez le di el beso, sabía que lo había despertado, y sabía perfectamente cómo me miraba después de eso, seguramente si no hubiera sido por todo lo ocurrido no habría dicho que si a salir, pero después de lo ocurrido fue una muy buena idea, y esta escena me daba la razón.
Había abierto el portal del edificio y había tirado de Alan hacia dentro, estaba congelado por el frío, aunque yo también, los dos estábamos igual, cogidos de las manos nos metimos en el ascensor aun con algo de risas sueltas, pero nada más entrar en el ascensor y marcar el 3º Alan cayó completamente a su estado de borracho.
-No me importaría que me volvieras a besar.
Sin darle oportunidad a pensarlo lo acorrale en una pared del ascensor y lo bese, pero no como en la calle, ahora lo bese de verdad, su boca no puso ninguna resistencia para dejar entrar mi lengua y pude explorarla a la perfección y jugar con su lengua, podía sentir perfectamente cómo nuestras respiraciones se aceleraban rápidamente en el beso, pero de repente llegamos al piso y paramos de golpe.
Nunca antes había maldecido tanto a un maldito ascensor. Entramos en mi piso y no volvimos a intentar besarnos, me parecía que si él no volvía a tomar la iniciativa y mañana lo recordaba la cosa podía acabar mal para mí.
Él entró primero a la ducha, como otras veces le deje ropa para que se cambiara y cuando me tocó a mí y salí de la ducha me lo encontré completamente dormido en el sofá.
*. *. *. *.
Ya al principio de la noche sabía que sería divertido tratar con Esteban borracho, pero cuando entramos en el Ash me quedo más que claro.
Nada más llegar no opuso resistencia alguna para contonear su cuerpo todo lo pegado posible a mí en la pista de baile, incluso por momentos me robaba algún que otro sorbo de alcohol besándome, aunque estuviera borracho aún pensaba.
Lo divertido de la noche llegó cuando terminamos en una de las habitaciones del pub que estaban reservadas para personas VIP, como yo.
Entramos ya besándonos apasionadamente, y pensar que Esteban en un día normal es tímido.
Mi lengua jugo a su antojo con la suya, moldeándola específicamente para mi, lo levante en el aire haciendo que pasara sus piernas por mi espalda mientras yo lo agarraba por el culo y lo arrastraba a la cama y lo tiraba en ella.
-Y pensar que cuando Alan dijo de salir me pareció mala idea -Comente sacándome la sudadera.
Yo le quite rápidamente toda la ropa haciendo que se quedara completamente a mi merced, la verdad es que ya empezaba a estar erecto después de todos los besos, bailes y rozamientos que habíamos tenido, y yo también.
Pero la noche era joven y yo tenía muchas cosas pensadas.
-Me haces perder el control -Comente acostándome en la cama a la vez que tiraba de él para que se incorporara encima mía.
Una vez él estaba colocado empecé a jugar con sus pezones sus gemidos más o menos los contenía mientras curvaba su espalda de placer. Mientras estaba distraído intentando que sus gemidos no salieran baje una de mis manos y empecé a jugar con su entrada, a lo que él se tensó.
-Es-Espera -Comentó algo tembloroso.
-Que paso? -Pregunté a la vez que paraba en seco.
El me indicó que me tumbara y eso hice, rojo como un tomate empezó a masajear mi pene con el suyo.
Me sorprendió un poco su iniciativa, pero quién era yo para impedírselo? A mí me encantaba verlo así.
-Haz como prefieras, lo dejo a tu decisión -Comente incorporándome para besarlo.
Nuestros besos llevaron a que el aumentará el ritmo ansioso, se notaba que cuando estaba borracho era mucho más sincero con su cuerpo, pero también sabía que mañana no recordaría nada ni de coña, no lo veía con la suficiente consciencia.
Mientras él seguía con nuestros penes yo empecé otra vez a jugar con su entrada, pero esta vez no me quiso detener.
Casi al borde de correrme el paro también en mí misma situación, yo también deje de mover mis dedos dentro suya y los saque, me volví a tumbar y espere. Aunque no tuve que esperar nada.
Esteban colocó su entrada encima de mi erección y con bastante miedo empezó a introducirla dentro de su cuerpo.
Aunque había jugado con su cuerpo de varias formas aún no se hacía a la idea de sentir algo así en su interior, pero de la forma en que lo calentaba y desgarraba le daba un placer único que él no se rehusaba a obtener.
Al principio sus movimientos fueron lentos y desesperantes, yo empecé a ayudarlo con el movimiento moviendo poco a poco mis caderas con el, y para excitarlo un poco más empecé a jugar con la punta de su pene.
No tardó en adaptarse del todo y empezar a acelerar el ritmo, poco a poco el fue tomando toda la iniciativa y se movía solo penetrando el punto que tanto le gustaba. Ninguno de los dos fue capaz de aguantar mucho ese ritmo y después de que se corriera el y apretara su entrada termine por venirme yo.
Esteban cansado se dejó caer encima mía sin sacarme de su interior, cosa que me excito y me hizo decidirme por otra ronda más animadita.
Rápidamente lo coloque debajo mía y empecé a estimular de nuevo su miembro a la vez que lo besaba apasionadamente reclamando mucho más.

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Aléjate ! (Yaoi)
Teen FictionHISTORIA ABANDONADA Alan Herrera es un chico solitario y malhumorado, después de que sus padres lo estuvieran trasladando de un sitio a otro desde que era pequeño decidió que ya era tonto tener amigos, o siquiera intentar llevarse bien con alguien. ...