Cap. 8

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Corrí de vuelta a la habitación de Esteban rezando por qué no fuera demasiado tarde.
Aunque nada más llegar me encontré con Esteban, Alan y Matías en el pasillo.
-Tengo que hablar con el! -Comente tirando de Esteban a dentro de su habitación.
Entre antes de que nadie pudiera decir nada y cerré con llave.
Pude escuchar a Alan quejarse por qué también era su habitación pero Matías debió de tirar de él hasta la suya.
-Rick está mejor? -Preguntó Esteban dándome la espalda.
Yo no pude evitar abrazarlo por detrás y tirar de él hasta que se sentó en la cama encima de mi regazo.
-Deja a Rick en sus tonterías con mujeres -Conteste sin soltarlo.
-Alex! Suéltame! Sé perfectamente que estás enamorado de Rick! Lo sé desde hace mucho, antes de que nos conociéramos! Lo sé demasiado bien, en ningún punto me hice ilusiones -Despotricó intentando zafarse de mi agarre.
-Háztelas, por favor -Suplique sin soltarlo.
-P-Pero!? -Intento explicar mientras empezaba a retorcerse.
Yo no lo solté por mucho que forcejeara, el tampoco era muy fuerte así que no fue un gran esfuerzo.
En un momento el consiguió darse la vuelta pero yo para evitar que se escapara lo tire en la cama quedando justo debajo mía.
-No lo voy a negar, quise a Rick, y me dolió mucho, tanto que demasiadas veces creí que iba a dejar de respirar, pero de la nada apareciste tú, revoloteando al rededor de la gente, sonriendo cálidamente, y cuando de repente me encontré con que te había empezado a querer a ti y ya me había olvidado de Rick no supe qué hacer, fui tan injusto. Lo siento -Explique lo mejor que pude.
Mi fuerte no eran las palabras, jamás lo habían sido. Pero quería que el entendiera lo que empezaba a sentir por el.
-Yo siempre estuve viéndote de lejos, aguantaba las bromas de todo el mundo por estar un poco más cerca de ti, siempre ibas de un sitio a otro de forma tan seria, y cuando el día del invernadero me sonreíste por primera vez, y solo a mí, me sentí tan feliz que ya no pude escapar. Creí que iba a ser estúpido por seguir queriéndote aún sabiendo lo de Rick.
-Por favor, ilusiónate todo los que quieras, yo me ilusionare contigo, solo mírame e ilusionémonos juntos -Conteste a la vez que me empezaba a acercar a sus labios.
El soltó una lagrima, pero cerró los ojos y espero el beso, no iba a huir, los dos habíamos terminado enganchados a la sonrisa del otro.
Al principio nuestros labios solo se rozaron, pero no quise separarnos tan fácilmente, seguí besándolo más veces, aumentando el tiempo, hasta que él abrió su boca dejando paso a mi lengua, me permití el lujo de jugar con su boca a mi antojo, se notaba la inexperiencia en el, pero me parecía irresistible, podría moldearlo a mi antojo y únicamente para mí.
Mis manos empezaron a recorrer su cuerpo de arriba a abajo, hasta que se encontraron con sus pezones algo erectos debajo de la camiseta.
Yo no pude evitar jugar con ellos, y entonces Esteban empezó a jadear ligeramente y nos separamos.
El intento taparse la boca con las manos pero yo se lo impedí.
-Quiero escucharlo todo, no me hagas enfadar -Comente mientras dejaba que mi lengua jugará con su clavícula.
Deje una o dos marcas de mordidas en donde no se pudiera ver con la camisa del instituto y seguí bajando hasta sus pezones, ya completamente excitados los empecé a chupar por encima de la camiseta, sentí los espasmos de Esteban debajo mía y me note entrar en un estado de lujuria absoluta. Solo de poder tocarlo de arriba a abajo y hacerlo sentir genial ya me ponía duro.
Me incorporé encima suya y me quite la camiseta primero, él me miró de arriba a abajo y no pude evitar soltar algo obsceno.
-Tócame hasta que te haga correrte entre gemidos -Conteste a su oído.
-A-Alex! -Exclamó ante mi comentario.
Pero yo le retorcí el pezon y ahogo lo siguiente que iba a decir. Después de eso también le quite la camisa y recorrí todo su cuerpo con mis manos. Quería marcarlo todo, declararlo de mi propiedad absoluta y que nadie más volviera a intentar nada con el.
Empecé a jugar con sus pezones mordiéndolos y pellizcándolos, Esteban se retorcía debajo mía de placer mientras soltaba gemidos cada cual más agudo que el anterior.
Marque algún sitio más de su cuerpo y seguí bajando hasta su pantalón, tenía un bulto bien marcado y no pude resistirme a jugar con el.
Le quite los pantalones y los calzoncillos y empecé a jugar con su miembro, primero fue con las manos, pero no tarde en probar con la boca, nunca había hecho una mamada antes, pero sabía que se sentía jodidamente bien.
-P-Para! -Intento decir entre gemidos.
Yo me detuve también para coger aire y descansar un poco mi boca, daba más trabajo del que pensaba.
-Que? También quieres hacerlo? -Pregunté antes de volver a besarlo apasionadamente.
-Quiero intentarlo para ti -Contestó una vez deje de besarlo.
Yo tire de él para que se colocará justo encima, le indique que debía ponerse al contrario que yo, y, aunque le dio mucha vergüenza, lo hizo.
Tenía unas vistas increíbles. No las cambiaba por ninguna de las experiencias anteriores.
Esteban se puso a jugar con mi pene, intentando que entrara completamente en su boca, la verdad es que extrañamente le entraba, y se sentía jodidamente bien sentirlo meter mi pene hasta el fondo de su garganta.
-Buen chico -Comente mientras jugaba con su pene.
Mi boca estaba humedeciendo mis dedos para introducirlos en su trasero, así que una vez los tuve bien preparados los introduje lentamente en su abertura.
Pude sentí como se ahogaba con mi pene y la impresión.
-Que!? Que haces!? -Medio grito a la vez que empezaba a temblar.
-Relájate y continúa con lo que estabas, te acostumbrarás, solo no te tenses -Aconseje mientras seguía introduciendo el dedo en su abertura.
Poco a poco gane terreno y fuchique en su interior dándole cada vez más placer mientras él casi no era capaz de encargarse mi.
-Ya estas listo -Conteste haciendo que se colocará justo encima mío.
-Quieres que yo lo meta? -Preguntó sin saber muy bien qué hacer.
Yo lo bese y sin que se diera cuenta empuje ligeramente mi pene en su interior, ambos jadeamos y gemimos al instante, estaba muy estrecho, demasiado, pero se seguía sintiendo bien. Y en su cara de placer se notaba que a él también le gustaba.
Yo di una estocada para introducirlo definitivamente, su cuerpo me estaba sacando de control.
-Alex! -Gimió poniendo una expresión que me derretía.
-Por tu culpa pierdo el control -Conteste apretándolo contra mi.
Poco a poco empecé a moverme debajo suyo, el solo se dejaba hacer sin saber cómo actuar, me encantaba ver eso en el, cuando solo se dejaba llevar me excitaba, y a demás decía mi nombre de una forma que me hacía perder el control.
Al final terminé cambiando de posición y colocándolo a él debajo para una mejor comodidad, la vista era mejor antes, pero el punto de penetración se hizo más sencillo así, Esteban empezó a gemir más fuerte mientras yo seguía estocada tras estocada besándolo en todos sus recovecos y jugando con su miembro.
Nunca antes se había sentido tan bien algo así.
-Esteban, te quiero -Comente a la vez que daba en su punto más sensible y hacía que se revolviera.
-Yo-Yo también! -Gritó entre gemidos.
No iba a durar mucho con ese ritmo frenético, mordí un par de partes más de su cuerpo mientras el gemía mi nombre, hice que el se corriera antes y sentí como apretaba tanto que me hizo correrme al momento.
Toda una corriente de placer recorrió mi cuerpo al desplomarme encima de él. Podría repetir sin ningún problema.
-Duele -Comentó Esteban aún sintiendo mi miembro dentro de él.
-Pues no te queda nada -Conteste mordiéndole el lóbulo de la oreja.
-Que!? -Medio grito antes de soltar otro gemido.
-No te voy a soltar hasta que no duela nada, y la noche del sábado es joven.
Lo volví a besar apasionadamente y empecé a prepararlo para la nueva tanda.

    *.   *.   *.   *.

-Menuda forma de pasarse -Comente siendo ya las 2 de la mañana.
Llevaban desde las 10 de la noche haciendo toda clase de ruidos obscenos. Y la verdad es que dormir no era muy fácil.
Al ver la imposibilidad de dormir Alan se había metido en la ducha después de mi, hoy aún había hecho calor así que habíamos sudado bastante.
Cuando termino le tendí por la rendija de la puerta una camiseta y unos calzoncillos para que tuviera que ponerse.
-Por qué eres tan alto? -Preguntó saliendo del baño.
La camiseta le cubría el boxer por completo, y se notaba que le sobraba por todas partes.
-Pues es una camiseta que me queda algo pequeña -Comente después de analizarlo detenidamente.
Estaba jodidamente sexy solo así, pero tuve que contenerme mucho las ganas, no podía tomarme su confianza tan a la ligera. No después de todo lo que sabía de él.
-Cuánto decías que medias? -Preguntó sentándose en la cama libre.
-1,84, y tú? -Conteste empezando a buscar unas sábanas para esa cama.
-1,67 -Contestó con un tono de niño pequeño.
Me parecía tan lindo cuando hacía eso, se enfadaba de una forma que sabías que no estaba enfadado, lo hacía más lindo de lo que ya era.
Yo rebusque y rebusque pero no encontré sabanas algunas.
-Pues no hay sabanas, tendremos que dormir juntos -Comente mientras cerraba el armario.
-En serio crees poder dormir? -Preguntó revolviéndose en la cama.
Del otro lado de la pared seguían viniendo toda clase de ruidos, así que le di la razón, facilidad para dormir no íbamos a tener.
-Pues dime, qué quieres hacer? -Pregunté sentándome con el.
-Derribar la pared y hacer que se callen -Contestó mirando mal la pared.
-Te digo yo que no quieres ver la escena -Conteste llevando la mirada a otro lado.
-Ig! También tienes razón! -Contestó a la vez que se tiraba a mi espalda.
Su barbilla se colocó justo en donde el cuello se única con la clavícula. Sentí un escalofrío por mi columna vertebral pero seguí repitiéndome a mí mismo de contenerme.
-Cógeme a caballito -Pidió agarrándome más fuerte.
-Para? -Pregunté sin comprender.
-Quiero tocar el techo, nunca lo había conseguido.
Sin preguntar más lo acomode en mi espalda y me incorporé sin ningún problema.
-Waaaaa -Medio grito tocando el techo.
-Feliz? -Pregunté empezado a caminar por la habitación.
-Si!
Me gustaba verlo así de feliz, en cierto modo sentía que me hacía feliz a mi.
Tal vez nuestra amistad se estuviera yendo de rosca, y la verdad es que no lo ponía muy en duda, pero me daba miedo su reacción, le había visto temblar de miedo hace tan solo unas 2 semanas, y el profesor seguía merodeando por ahí, me alegraba saber que esta semana todo acabaría, pero seguía teniendo miedo. No quería volver a verlo nunca más al borde de un ataque de pánico.


Y al final traje el primer hard de esta historia *^*
Espero que como a mí os gustara, por qué la verdad es que yo escribiéndolo me lo pase súper happy, y con Alan y ese espíritu de niño encerrado y con Matías conteniéndose lakfjsldkckspsp
Yo por mi dejaba que lo fiolara ahí mismo xD
Debería planteármelo seriamente y todo... XD

Aléjate ! (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora