Entre en la habitación y me encontre con Esteban sentado en su cama con la cara palida.
-Alan! -Salto con miedo nada más entre.
-Podrías habérmelo dicho! Así por lo menos no tendría problemas con esos estúpidos -Conteste dejando mis cosas sobre la cama.
-Es que... yo no quería tener problemas contigo como los tengo con los otros chicos, lo siento!
Me gire para verle a la cara y lo vi al borde del llanto.
-Tampoco es que te fuera a odiar por ello, solo tendrias que haberlo dicho.
-Lo siento... -Contestó ya llorando.
-Eh! Tampoco es para tanto hombre! Ni que fuera algo del otro mundo -Intente tranquilizarlo -. Tampoco me voy a poner a hacerte bullying por algo así.
-Es que... Si no me molestan por una cosa me molestan por la otra! Tenia miedo de que me molestaras por cualquiera de las dos.
-Dos? -Pregunté sentándome en el suelo justo en frente suya.
-Si... Hay gente que me molesta por qué soy gay, pero... otros me molestan por qué no me ofrecí a ningún chico -Contestó con vergüenza en la voz.
Yo me quedé sorprendido de su respuesta, si no lo jodian con una cosa era por otra, tenía que estar más que amargado el chaval.
-Esteban solo ignóralos, es tu vida! Si eres gay pues eres gay, y si no quieres ofrecerte a cualquiera pues no quieres ofrecerte a cualquiera, que más da!
Él siguió llorando un rato más, yo lo deje estar, tampoco me iba a poner a abrazarlo y decirle que todo iría bien, nada iba a ir lo suficientemente bien mientras estuviera aquí.
Al rato nos pudimos a hacer los deberes, fue un muermo absoluto pero entre los dos terminamos rápido.
En un momento dado Esteban me dio un libro y nuestras manos se tocaron, sin quererlo mi auto-reflejo fue apartar la mano y dejar caer el libro. Esteban me vio con miedo, como si pensara que le tenía asco.
-Lo siento -Dijimos a la vez.
Yo cogí rápidamente el libro y lo guarde, la conversación terminó ahí, con el dolido y yo sin saber cómo explicar mi reacción.Ya era de noche y habíamos cenado, Esteban se estaba duchando y yo terminaba de hacer nada, no había absolutamente nada divertido en ese sitio así que me había pasado el resto del día tirado en cama escuchando música. No podía sacarle nada más productivo al día.
Esteban salió de la ducha ya con el pijama y yo me quite los cascos, estaba a punto de quejarme de lo aburrido que era todo cuando la puerta se abrió de golpe.
Esteban ahogo un grito y casi se cae al suelo mientras que yo pegue un salto de la cama y me puse de pie alerta por lo que podía pasar.
De repente entro por la puerta el chico pelinegro que teníamos de compañero de al lado y que a demás iba en mi clase.
-No se para que hablare -Comentó para sí mismo acomodándose las gafas.
Llevaba ya el pijama de color rojo y azul marino y un libro en la mano, a demás de unas zapatillas simulando a los pies de un dragón negro.
-Que quieres? -Pregunté mientras Esteban seguía retrocediendo.
-Que te dije esta mañana? -Preguntó ignorando a Esteban.
-No se, recordar cosas no es mi fuerte.
Él subió una ceja como en un tick y suspiro, intentando tranquilizarse.
-Esteban, por lo menos tú deberías ser más precavido, cerrar la puerta y las ventanas, o la siguiente persona en entrar no seré yo.
Yo seguía sin entender a qué se refería pero me ignoro completamente y salió de la habitación cerrando la puerta después, yo corrí a seguirlo y que me explicara, que ni se le ocurriera volver a ignorarme o no responderme como a la mañana.
Una vez fuera me lo encontré abriendo ya la puerta de su habitación.
-Eh! Que coño quieres decir!? -Salte antes de que me volviera a ignorar.
-Esta prohibido gritar en los pasillos -Contestó entrando en su habitación y dejando la puerta abierta.
Yo corrí a entrar y seguir exigiéndole que me explicara pero nada más entrar cerró la puerta dejándonos solo a él y yo.
-No tienes compañero? -Pregunté en cuanto vi la habitación vacía.
-No soy el único, pero es normal, pasa a menudo que esta una plaza reservada y que en el último momento se cancela, las habitaciones ya están asignadas así que pasa muchas veces.
Yo envidie rápidamente todo el espacio libre, aunque él tuviera muchos libros por todas partes, pero el espacio que ganaba no se lo quitaba nadie.
-A ver, no vas a decirme que quieres ahora? -Preguntó dejando el libro encima de la cama.
-A que te refieres con lo de que cierre las puertas y ventanas? -Pregunté ahora viéndolo seriamente a la cara.
-Ya te dije que es algo que espero que no tengas que llegar a averiguar -Contestó a la vez que se quitaba las gafas y las limpiaba.
-Pues quiero averiguarlo! -Conteste firmemente.
-Alguna vez te han violado? -Preguntó cómo respuesta.
Yo me sentí palidecer al mismo tiempo que mi cuerpo empezaba a temblar, desvíe rápidamente la vista al suelo e intente tranquilizarme.
-Alan? -Preguntó dando un paso para acercarse a mí.
-Aléjate! -Grite a la vez que salía corriendo de su habitación.
Abrí rápidamente la puerta y la cerré de un portazo, lo mismo hice con la de mi habitación, pero está la cerré con llave y me metí en cama tapándome con la sabana hasta la cabeza. Esteban me miro con miedo, no sabía que me había pasado, pero le daba más miedo todavía preguntar.En algún punto conseguí dormirme, no había dejado de temblar aún metido en cama, y me mantuve hecho una bola debajo de las sabanas intentando olvidar todo, lo recién ocurrido y lo más antiguo.
Aunque me sentía en un profundo sueño unos ruidos me despertaron de golpe y me hicieron acorralarme en la esquina de la habitación donde estaba mi cama, los ruidos venían de la puerta, y parecía que intentaban abrirla, distintas voces salían de fuera, quejándose la mayoría.
Pude sentir como mi pulso se aceleraba repentinamente y mi respiración con el, estaba entrando en pánico.
Esteban encendió la luz de su mesilla también alarmado por los ruidos y me encontró acurrucado en la esquina con los oídos tapados y rezando que se fueran. De verdad que creí que me daría algo si esto seguía.
-Alan? -Preguntó Esteban acercándose a mi.
El intento tocarme pero no le deje, por dentro también le gritaba que se alejara, pero no llegue a decirlo, ya le estaba causando bastante daño.
-Alan, es normal, se irán en un rato, solo ignóralos.
Yo seguí quieto, paralizado en la esquina, ya no sabía cuánto de rápido iba mi pulso y mi respiración, en cualquier momento sentía que se me pararía el corazón. Incluso note las lágrimas correr por mis mejillas, hacía años que no lloraba, y en 2 noches en este estúpido sitio y ya estaba con un ataque de pánico.
Esteban peto en la pared que daba con la habitación del pelinegro, lo que hizo que los ruidos de fuera se intensificarán y me asustaran más.
-Tranquilo, se irán enseguida -Comentó con miedo en la voz.
Abrí un poco los ojos para verlo, me lo encontré de pie en medio de la habitación temblando y rezando por qué se fueran, él estaba tan asustado como yo de que consiguieran abrir la puerta.
Hubo una "charla" en el pasillo y dejamos de escuchar a alguien fuchicar en la puerta, yo volví a cerrar los ojos y me acurruqué más en la esquina. Hubo algunos golpes, ruidos y un pequeño grito, pero se hizo el silencio en seguida.
Petaron despacio a la puerta y sonó la voz del pelinegro al otro lado.
Esteban corrió a abrirle, pero yo no me moví ni un centímetro para algo que no fuera seguir encajándome más en la pared mientras no dejaba de respirar tan rápido que me dolía el pecho mientras lo acelerado de mi pulso resonaba en mi cabeza.
-Matías! No sé qué hacer! Creo que esta hiper ventilando! -Comentó histérico nada más abrió la puerta.
Escuche sus paso veloces hasta mi, yo ya no podía acurrucarme más en la pared tampoco podía huir de él, no tenía sitio, y mi cuerpo también estaba encajado en posición fetal de tal forma que casi no respirara mientras mi pulso me hacía luchar por respirar todo lo rápido que podía a la vez que sentía como el mundo se movía y me entraban ganas de vomitar.
-Alan, ya está, ya no hay nadie -Comentó mientras se sentaba en mi cama.
Yo me sentí entrar más en pánico, intente que no se acercará más de lo que ya estaba pero él me cogió de los brazos y me agarro fuerte impidiendo que me moviera.
-Alan solo relájate, no hay nadie, solo Esteban y yo, respira despacio.
Yo ahora intentaba soltarme de él y volver a la posición de bolita en la que me encontraba antes pero no me dejo, me obligó a verlo mientras me seguía diciendo una y otra vez que respirara más despacio a la vez que el lo hacía conmigo.
En algún punto de verdad me tranquilice y mi respiración volvió a la normalidad mi pulso seguía algo acelerado y me seguía sintiendo mareado pero por lo menos respiraba con normalidad.
-Muy bien Alan, muy bien -Comentó a la vez que me soltaba lentamente.
Con la manga de su pijama me seco las lagrimas y me tapo con las sabanas a la vez que me hacía acostarme mientras me repetía que debía dormir.
-Esteban, vuelve a dormir, el ya está bien, no tienes de qué preocuparte -Comentó mientras terminaba de taparme.
Los párpados se me caían por sí solos, así que no estaba muy atento a nada, escuche al pelinegro hablar con Esteban un rato más, pero al poco le escuche cerrar la puerta y después que se cerrará con llave, una vez se apago la luz no pude evitar caer en un profundo sueño otra vez.

ESTÁS LEYENDO
Aléjate ! (Yaoi)
Novela JuvenilHISTORIA ABANDONADA Alan Herrera es un chico solitario y malhumorado, después de que sus padres lo estuvieran trasladando de un sitio a otro desde que era pequeño decidió que ya era tonto tener amigos, o siquiera intentar llevarse bien con alguien. ...