Cap. 16

781 85 1
                                        

Por miedo de despertar a Alan, que se había quedado frito rapidísimo, salí de la habitación para abrir una de las ventanas del pasillo y respirar aire puro.

Tal vez yo también debería dormir un rato más, la verdad es que sentía el cuerpo súper entumecido, aunque eso era causa de Alex, y la cabeza por momentos me retumbaba como un tambor. Quedaba claro que no me gustaba pasar por la resaca.

-Esteban? -Preguntó una voz desconocida a mis espaldas.

Yo me giré algo dudoso de quién podría ser, pero la verdad es que no debería haberme dado la vuelta.

Los matones de siempre volvían a aparecer delante mía, seguramente para lo mismo de siempre.

-Jolin, si al final era cierto y todo, ahora eres la perra de compañía del delegado -Comentó el líder del grupo.

Ignoré por completo el comentario y los analice detenidamente, ya hacia algún tiempo que no los veía, pero para mi desgracia estaban más fuertes que antes, sobre todo el líder, que ahora lucia un músculo que se notaba grande debajo de la camiseta ajustada.

-Que? No vas a defenderte? -Preguntó uno de los seguidores al notar como los ignoraba.

-Es una gallina, él nunca se defiende -Contesto otro más del grupo.

-Bueno, yo aún no he encontrado un saco de boxeo mejor que tú, así que ten por seguro que ser la perra del presidente no te va a salvar de mi -Remató el líder.

No pude evitar retroceder de miedo hasta quedar completamente pegado a la pared.

Parecía mentira que en todo este tiempo no fuera capaz de aprender a defenderme de una vez, después de tantos años y yo seguía siendo al que machacaban continuamente y no aprendía.

-Y si nos lo follamos como hace el presidente? -Preguntó el que quedaba por hablar del grupo.

Sentí todo un escalofrío correr por mi espalda y me empecé a acorralar a mí mismo en la esquina del pasillo, no tenía escapatoria.

El líder solo necesito pegar dos zancadas para alcanzarme y cogerme del cuello de la camiseta, no echaba nada de menos sentir como me levantaban solo agarrándome por la camiseta y el cuello para acorralarme más en la pared, no lo echaba nada de menos.

El primer golpe en la cara no tardó demasiado en venir, con el también llegó el segundo en el estomago y en cuanto me dejaron tocar el suelo llegaron las patadas.

-Eh! -Gritó una voz conocida pero que casi no escuche entre todos los golpes.

De repente todos pararon y los sentí salir corriendo, pero yo me dejé estar en posición fetal tapándome con las manos la nuca mientras no podía evitar llorar, esta claro que seguía siendo un auténtico inútil.

-Esteban, estás bien? -Preguntó de nuevo la voz arrodillándose a mi lado.

Esta vez sí la reconocí, era Matías.

Abrí los ojos adolorido y con su ayuda me senté en el suelo.Matías hizo un chequeo rápido, asegurándose de que no tenía nada roto, y observó detenidamente mi cara que ya la notaba empezar a hincharse cerrando mi ojo izquierdo.

-Estoy bien, ya estoy acostumbrado -Comente empezado a sentir un líquido de sabor metálico en la boca.

Seguramente tendría alguna herida dentro de la boca y estaba sangrando.

-No Esteban, no estás bien, puedes levantarte? -Contesto Matías algo enfadado.

Yo le contesté asintiendo con la cabeza así que el rápidamente me ayudó a levantarme, y en contra de mi voluntad tiro de mí hasta la enfermería.

Aléjate ! (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora