Camine de vuelta a la habitación de Alan intentando no perderme entre tantas puertas, no entendía por qué tantas habitaciones si eran tan poca familia, pero bueno, tampoco era quien de juzgar donde vivían. Mi casa era parecida.
Me preocupaba un poco Alex, mi madre no estaba nada contenta con la noticia, y entiendo por qué, a mí tampoco me hacía ilusión quedarme encerrado aquí, pero tampoco quería que lo pagarán con Alex, el simplemente no quería partirse la crisma, debería haberle hecho caso y quedarme en el hotel. Pero bueno, ahora ya no podía hacer nada, solo esperar.
Cuando llegue a la habitación entre sin llamar pensando que Alan todavía se estaría duchando pero cuando entré me lo encontré de frente sin camiseta.
Agradecí que en todo el poco tiempo que había pasado el hubiera conseguido recuperar gran parte del peso que había perdido con los exámenes, aunque aún estaba más delgado de lo que a mí me gustaba ver, podía verse sin problemas los surcos de las costillas.
El automáticamente se puso algo rojo pero intento disimularlo poniéndose la camiseta y llevando la mirada al armario.
-Tardaste -Comentó empezando a fuchicar en su armario.
-Mi madre se puso de los nervios, a poco más y mueve a toda la milicia de Estados Unidos -Conteste cerrando la puerta sin quitarle la vista de encima.
-Típico de madres -Contesto aún sin verme.
Yo me acerqué a donde estaba el y revolví un poco su pelo todavía empapado, este dejaba gotas bajando por el rostro y cuello de Alan que se veían muy provocativas mojando la camiseta.
-Quieres que te seque el pelo? -Pregunté empezando a jugar con su pelo mojado.
-No hace falta, que talla usas? -Preguntó poniéndose más rojo pero sin girarse a verme.
-Depende, normalmente la L por la altura -Comente observando ahora su armario.
Me daba a mí que todo lo que tenía ahí me iba a ir algo pequeño demás, principalmente por qué a Alan normalmente mi ropa le quedaba cual vestido, así que la diferencia era algo grande demás.
-Bueno, pues buscare en la ropa de mi padre -Comentó cerrando el armario.
-Primero sécate el pelo -Interrumpí antes de que se pusiera a caminar lejos de mi.
-Te hace tanta ilusión secarme el pelo? -Preguntó parando en seco y mirándome de una vez a la cara.
-Sep -Conteste solo para que se lo secara de una vez y no pillara un resfriado.
El, después de ponerse otra vez algo rojo, termino cogiendo una silla y un cepillo, enchufo un secador y se sentó en el suelo al lado de la silla esperando a que le secara el pelo.
Y eso hice, me senté en la silla y le cepille el pelo, después se lo empece a secar también con la ayuda del cepillo hasta que estuvo completamente seco y sedoso, su pelo era tan perfecto, algo liso y siempre suave y bien cuidado, a demás que siempre tenía un ligero olor a menta.
Cuando termine Alan prácticamente no se movió pero su cabeza se ladeaba un poco hacia la derecha, no me digas que se había relajado tanto que se había dormido?
-Alan? -Comente agachándome aún sentado en la silla para verle la cara.
Él abrió los ojos algo confundido y parpadeo varias veces antes de verme a la cara. Sin decir nada solo se quedó algo extrañado y sacudió un poco la cabeza intentando despertarse del todo.

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Aléjate ! (Yaoi)
Roman pour AdolescentsHISTORIA ABANDONADA Alan Herrera es un chico solitario y malhumorado, después de que sus padres lo estuvieran trasladando de un sitio a otro desde que era pequeño decidió que ya era tonto tener amigos, o siquiera intentar llevarse bien con alguien. ...