Capítulo 5

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Mako-chan se vistió rápidamente su uniforme nada más entrar en la cafetería. Se enfrentó al espejo, algo nerviosa como era habitual.Tras varias palmadas en la cara y un grito de ánimo entró a revivir a los nuevos clientes que acababan de entrar nada más abrir. Era bastante popular en la zona aquel lugar, cosa que ayudaba bastante a la economía, pero ese día se notó una suma falta de clientela femenina.A menudo se oía gritar a alguna chica al otro lado de la calle, en el nuevo café de mayordomos.
-Parece que nos pisan los talones,¿eh?
Su compañera Maid la saludo mientras se acercaba a una mesa a traer el pedido.En un vulgar intento de tocarla de un cliente, sin mirar consiguió golpear la mano para luego decirle que no se atreviera a tocar di no quería " verse metido entre la Maid tsundere y la pared". Aquella era la temática del café, la maids con diferentes personalidades. Mako-chan no era de ningún tipo definido, pero eso daba igual.
Fue entonces cuando las campanas de la puerta sonaron, y Mako-chan se acercó a revivir a los invitados, pues la Maid-guia ya estaba ocupada.Un pequeño grupo entró.Cuando estaba por servirles, Mery-chan, su compañera Maid, se acercó.
-Tenemos problemas...- Mery fingió llorar, cosa que a los clientes les encantó - No hay nadie en la barra para hoy... ¿Te puedes ocupar tu?
Mako-chan aceptó, dejando a un lado el delantal en el vestuario.
Fue entonces cuando advirtió un grupo que de acercaba al otro lado del ventanal de cristal. " Por Satanás que no entren ". Tarde.Hizo un recuento rápido de las mesas. Todas ocupadas.Maldijo mil veces a los solitarios por ocupar mesas de hasta seis para una persona, pues sólo estaba libre la barra de la cafetería.
Se escondió bajo la barra rezando por que se fueran. Segundos más tarde, una voz familiar sonó tras la barra.
-Qué raro que no haya camarera, ¿No?
Ay-chan.
-Pues si... estera por venir o estarán escasas de personal...
Hikari.
-Es una pena que Mako-chan no haya podido venir, ¿No creéis?
Malva. Mako-chan le deseo la muerte infinitas veces mientras se escondía bajo la mesa, sentada agarrándose las piernas como si estuviera traumatizada.
-Tengo hambre.
Hasta Alys estaba presente aquel día. Otro día habría dado igual, pero justo aquel día que no podia escaquearse por falta de personal...
-Mako, ¿Qué haces ahí?-Mery se asomó por una lado de la barra -Venga que tenemos clientes.
Mako se levantó de espaldas al público, cuando se giro angustiosa.Su expresión era la pura angustia.
Todos quedaron de piedra al verla.
Malva sonreía maliciosamente. Se notaba quien les había dicho que existía dicho lugar y para que.
-¿Qué... queréis tomar? -esbozó una sonrisa fingida mientras temblaba de vergüenza.
-Chocolate. -Alys seguía enganchada a la DS.
-Yo también. -respondieron Ay-chan y Malva a coro.
-Yo quiero una Omelete Maid.
-Yo no estoy en cocina.-Señaló mako-chan a las sirvientas. - Aquí solo sirvo bebida.
-¿Quieres que te lo sirva yo? -sugirió Loli-chan, la Loli tímida del grupo de maids, tímidamente.
Hikari acepto con desgana.Su expresión cambió al probar la tortilla, y quiso abrazar a la Loli, razón por la que casi lo expulsaron.Mas tarde intentó abrazar a Mako-chan con el contexto de que era su hermana, pero para no crear una disputa la cosa se quedó en nada.
-Qué bonito sería que me dieras la comida a la boca, Mako-chan... - mostró Malva una expresión muy dulce, cosa que alertó al resto.
-Qué a gusto es traía yo... -soltó Alys sonrojado mientras se imaginaba a si misma en el segado de Mako-chan jugando a la DS en un precioso prado verde en los alpes.
-Pues anda que yo... - Ay-chan fantaseó con la idea de tener una romántica cita con Mako-chan, con velas y todo.Todo muy cursi.
-¿En que estáis pensando...?
Fue entonces cuando se percató de que Hikari se había bañado en ketchup. Al fijarse más, descubrió un fluido derrame nasal que bañaba el suelo.
"Ese pensamiento si que desearía no conocer"
-¡Por cierto! -Volvió Hikari de su mundo de fantasía -Tenemos que probar el smcafe de mayordomos de enfrente...
Señaló maliciosamente una mochila que se movía por si sola, como si algo tratará de salir de ella.
-Ni se te ocurra- Mako-chan se enfureció -.
-¿Vamos ahora? -Sugirió Malva.
-¡Vamos! -Ay-chan saltó del asiento de un bote.
Fue la única vez en la que deseo que alguien entrará al café rival en toda su vida, cuando por fin Mako-chan dejó a su vez de temblar.

El Harem De Mako-chanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora