Capítulo 16

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Mako-chan se reunió con Hikari y Ay-chan tras abandonar la escena del crimen. Sentados en un banco, se levantaron a recibir a su amiga.
-¿Has encontrado algo? -preguntó él.
Mako-chan extrajo el broche de la mariposa color azul.
-¿Os suena de algo?- extendió la mano para enseñarles la pieza.
Negaron los dos con la cabeza, y Mako guardó el broche.
-¿Qué vamos algo lo hacer ahora? - preguntó Ay-chan.
-Sienceramente, no tengo ni la más remota idea de qué ha podido pasar allí atrás - mentía, obviamente - así que yo lo dejaré de lado. La policía se ocupará de la investigación mejor que yo.
-Esto es muy raro... -cuestionó Hikari, pensativo - quien cometió el asesinato lo hizo con mucha brutalidad, por lo que debería haber un rastro que indicase la ubicación del asesino. Pero no lo he visto por ninguna parte... es como si...
-¿Cómo si el asesino nunca hubiese abandonado la escena del crimen?
Se hizo el silencio. Hikari lanzó una mirada con odio a Maklgami antes de guardar las manos en el bolsillo e irse indignado.
-Vamos, tenemos un alma que consumir... -Mako-chan perdió de vista a Hikari al girarse para hablarle directamente a Ay-chan.

Minutos más tarde, tras eliminar a un demonio corrupto de tipo bestia, Ay-chan suspiro de alivio. Makogami seguía preocupada.
-¿Sospechas de él?
- Todo apunta a que puede haber sido el - alzó la mirada al cielo - y no hay duda de que quien lo hizo fue un hombre lobo como él...
Ay-chan permaneció en silencio por un momento.
-Yo no creo que haya sido el, el es...
-Qué tu lo creas no significa que sea verdad, Ay-chan. Lo sabes perfectamente.
-Pero es que es Hikari...
-¿No le has notado raro últimamente? Ya no es tan infantil como antes, es más distante e incluso en ocasiones melancólico. No ha superado el trauma de ser secuestrado y ser transformado.
Ay-chan se dio la vuelta y empezó a andar por la calle. Mako la siguió de cerca.
-Sigo creyendo que no puede ser el.
-Y yo sigo barajando la posibilidad de que el culpable sea él.
Ay-chan estaba agotada, y no quería hablar demasiado. La situación de antes le había revuelto el estomago por completo. Llegando ya a su casa, se despidieron y Makogami se marchó por su lado, casi sin decir nada.
-¿Cómo puedes ser tan ingenua? - se cuestionó Mako-chan una vez que estaba sola caminando por las calles.

Al día siguiente apareció el caso en las noticias. No mostraron imágenes esplicitas de la escena del crimen, únicamente fueron capaces de describir el estado de los cuerpos. Pero algo seguía sin cuadrar, y Mako-chan, sentada en el sofá, admiró la pieza de cristal azulado que encontró cerca de la escena del crimen. ¿Tendría relación con lo ocurrido? Se preguntó por un momento antes de ser asaltada por Alys, que la abrazaba fuertemente.
-¡Mako-chan! - saludó ella.
-¿Cómo así has dejado la consola para saludarme?
-Oye, tan desagradable no soy...
-Yaya...
-¡Pero si yo te aprecio mucho! - se quejó pegada a su brazo - nunca me haces caso...
-En realidad eres tu la que no me presta atención...
-¡Pues ahoa si te lo estoy prestando así que hazme caso! -se enfureció de golpe - vamos a jugar un rato...
Mako-chan se vió arrastrada hasta su cuarto, donde encontró varios juegos de mesa.
-¿No es mejor jugar a eso en la mesa comedor o en la sala?
-¡También!
Alys cogió todas las cajas ( y no eran pocas, Mako-chan no sabía de donde las había sacado ) y las llevó hasta la mesa de comedor.Ipso facto volvió para arrastrar del brazo a Mako-chan, que se mantuvo con cara de poker en todo momento.
-¿A que jugamos primero?- Alys daba pequeños botes en el asiento de los nervios.
-A mi me da igual - no movió ni un músculo para cambiar su cara.
Alys cogió el primer juego que encontró en el montículo : el jenga.
-¡Vamos a jugar!
"Esto es muy raro... estará enferma?" Pensaba mako-chan mientras quitaba una a una las piezas de la torre de madera. Un mal golpe y la torre se desplomó.
-¡Gané! -celebró Alys su victoria.
-Bien, ahora me tengo que ir...
-¡Pero si no hemos jugado a casi nada! Mako-chan se iba a arrepentir de esto y lo sabía.
-Luego juego un rato contigo.
Se fue a su cuarto y se desvistió para vestir el uniforme de maid. Pero le prestó atención al broche, cosa que nada más verlo, se lo puso en el pecho, en el delantal.

Aquella misma tarde, al acabar su jornada, salió tranquilamente de la cafetería aun vestida de maid cuando vió a Hikari corriendo al otro lado de la calle. Trato de seguir le hasta llegar al un callejón sin salida, donde descubrió de nuevo a su hermano, y con otro cadáver a sus pies.
-¿Qué ha pasado aquí?
-Suponía que vendrías - le soltó el - ha vuelto a pasar.
En el callejón estaba una chica de unos veinte años de edad, matada a golpes corra el suelo.Se notaba por lo hematomas de la parte frontal del cuerpo, desde las rodillas hasta la cara.
-Le han agarrado y golpeado repetidamente contra el suelo.
-¿Cómo sabias que había pasado algo aquí?
Hikari se giro para verla de frente.
-Mi instinto de lobo hace que perciba almas a mayor distancia, y incluso puedo detectar el ápice de alma que queda en un cadáver reciente.
- Esto es muy raro... este asesinato es muy similar al anterior solo que este no ha sido tan sangriento... - Mako-chan seguía con la misma idea sobre los asesinatos.
-¿Crees que he sido yo?
Se hizo el silencio. Mako-chan apartó la mirada, melancólica.
-Eso no tiene sentido. -se marchó indignado Hikari, a la vez que trataba de negar lo que ocurría.
Mako-chan volvió a prestar atención a la escena del crimen, cuando en la palma de la mano de la chica, encontró otro broche, idéntico al de la mar posa azul, pero esta vez rojo carmesí.
No encontró ninguna identificación del cuerpo como en el anterior caso, y se marchó sin descubrir nada nuevo, llevándose los dos amuletos consigo.

"Un amuleto azul, otro rojo... ¿Cual será el siguiente? ¿Verde esmeralda?" Pensó mientras abandonaba la escena del crimen.

El Harem De Mako-chanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora