El teléfono sonó de madrugada.El pido estaba desordenado, y a malva le costó alcanzar el teléfono.
-¿Haaa? -respondió medio dormida.
Segundos después, sus ojos se abrieron de par en par.
-No es posible... ¿Cómo ha pasado?
Se giro para acercarse abrieron mirar por la ventana.
-Pero si es imposible...
Apartó la cortina para mirar por la ventana.
-Es imposible, no puede ser verdad...
Fuera, no había nadie caminando por la calle. A o lejos divisó un coche que atravesaba las calles a lo lejos.
Se calló por un largo rato escuchando atentamente a la conversación.
- No puede ser. ¿A estas alturas? - se acercó acerca su escritorio, y destapó cubremesas.Al apartarlo, había un círculo mágico que al tocarlo con el índice se iluminó con un brillo color rojo - ¿Pero que piensan hacer? La última casi no hubo supervivientes.
Silencio. Del círculo extrajo un cognate de cristal rojo.
-¿¡Aquí!? -gritó enfadada - esto seguro que lo han provocado ellos... ¡Serán...!
Se vistió difícilmente con el teléfono en la cara.
-Bien, ahora mismo voy. Esperame.
Salió por la puerta del piso sin mucha preocupación, cerrando de golpe y sin llave.Mako-chan se despertó con un fuertemente dolor en pecho aquella noche. Tosió al levantarse, y se dirigió al baño.Alys estaba dormida destapada en el sofá, pero no se paró para taparla.
- Agggh... - lloró sentada en el suelo del baño.
El dolor cesó unos instantes después sin mera explicación, y volvió a su cama cuestionando se que pasaba. Algo le decía que algo muy malo estaba a punto de ocurrir.
Lejos de su piso, una semilla negra brotó en el centro de la sala, en el centro de un ritual creado específicamente para resucitar la semilla que maldita, no era capaz de aflorar. La semilla emitió un brillo antes de resquebrajarse y roma pese en muchos cachos, no muy grandes pues era del tamaño de un puño. Pronto el anagrama de debajo también empezó a relucir emitiendo destellos azules, que iluminaban la escura sala en la que se encontraba.Desde sus adentros, la semilla germinó dando a luz grandes raíces y ramas que creciéon rápidamente, hasta el punto de atravesar forzosamente las paredes y el suelo, dejando cientos de escombros a lo largo del edificio, hasta alcanzar la misma tierra que a su vez empezó a perforar extendiéndose rápidamente por el subsuelo.Sus ramas, negras como sus raíces, eran de un color tan oscuro que la luz no era capaz de verse reflejada en la corteza del árbol, e incluso las ojas que surgieron al rededor de las gigantescas ramas eran de cristal negro, un cristal oscuro cristalino que emitía pequeños destellos al atravesar la tenue luz de la luna de aquella oscura noche.el tronco se expandió destrozando el suelo, y pronto las ramas alcanzaron varios pisos más allá del edificio donde nacían. El tamaño del arboñqllarbol ya era de dimensiones colosales, a lo largo y a lo ancho.
-Con esto bastará por ahora -reveló el encapuchado que había creado semejante atrocidad.
Salio por la puerta al decadente pasillo, escombroso y agrietado por la presión de las fueres ramas que incluso en ocasiones obstruían puertas y caminos.Aquella mañana despertó Mako-chan, con una extraña sensación. Una vez habiendo desayunado se preparó para ir a clase, cuando el timbre sonó de repente.
-¡Mako-chan! - Inna apareció alarmante - ¿Has visto el árbol negro?
Frunció el ceño confusa.
-¿Qué árbol?
Inna la agarró por un brazo y la arrastró hasta el pasillo exterior desde donde, sobresaliente entre los edificios se divisaba un árbol negro, completamente opaco a lo lejos.
-¿Pero que...? ¡Eso esta cerca del instituto!
Entro en su piso y cogió su mochila y se calzó para ir corriendo al instituto.
En efecto, no estaba "cerca" del instituto, si no que en el propio edificio escolar.
La policía había acordonado la zona, y no permitían a nadie acercarse a la zona del árbol. Inna, que fue con ella, se quedó plasmado en el sitio.
-No está vivo...
-¿A que te refieres?
-Los hombres-planta somos capaces de "comunicarnos" con otras plantas. Mas bien podemos saber cual es su estado vital, e incluso saber que ha pasado a su alrededor en específicos momentos. Pero ese árbol no emana ningún tipo de energia vital...
Poco a poco todos los alumnos se fueron acumulando frente al instituto, en esoefsenergialstafostado catatónico por el impresionante y a la vez aterrador estado del edificio.
-¡Mako! - aparecieron Ay-chan y Hikari entre la multitud- tenemos que hablar...
-¿Qué pasa?
-Malva me ha dado esto para ti... -Hikari rebuscó en los bolsillos de la bata de laboratorio que llevaba puesta.
En la nota decía tal que lo siguiente:
"Mako, estamos en un grave apuro.El pacto se ha roto.No se muy bien lo que ha pasado, pero han robado el Gran Grimorio, y los ángeles están como locos sopechando que los demonios lo hemos robado rompiendo el pacto. Yo volveré más tarde, pero no te fíes de ningún ángel. Tu y Hikari estáis en grave peligro."
-¿Y esto? - Mako-chan empezó a temblar - ¿Cómo ha podido pasar algo así?
- Me han informado de que una vez que el pacto se ha roto, todos los que estemos bendecidos o los propios ángeles tenemos que acabar con todo demonio... -Ay-chan apartó la mirada.
Mako-chan retrocedió.
-He desertado a la organización. Ahora me consideran una traidora, y como tal si me descubren me tratarán como como un demonio...
-Pero, ¿Y que hay de eso? - señaló Inna.
-Puede que tenga algo que ver, pero no estoy muy seguro... -Hikari extrajo su teléfono y buscó en Google sobre casos parecidos. No había índice de que fuera algo natural, y menos algo que hubiera ocurrido antes.
Mako se encogió por un momento, agarrándose la cabeza de dolor.
-¿Qué te pasa? -se acercaron los tres a socorrerla.
-Creo que se lo que es...
Se levantó de nuevo, alzando la cabeza.
-Eso es el árbol del infierno...
-¿El árbol del infierno? - preguntó Ay-chan.
-Es un poderoso hechizo que se utiliza para obtener un gran poder mágico de la tierra en poco tiempo.Pero es magia prohibida, únicamente formulable con el gran grimorio...
-¿Y que pasa con ese hechizo? -Hikari atendió a los policías que evitaban acercarse al árbol.
-Ese hechizo consumirá la vida de todos los de la ciudad al completo. Tenemos que desactivarlo. Pero tenemos que llegar al punto donde germinó la semilla para ello.
-¡Dejame lo a mi!
Se alejaron del sitio y Ay-chan se transformó con una fuerte luz que la rodeó por completo.
-¿Ahora que lo pienso, tu como sabias de todo esto? - se dirigió Hikari a Inna.
-En realidad no lo sabia - río - pero ya que habéis empezado a explicar delante de mi...
Mako se quedó pálida. Vaya error tan garrafal que habían cometido sin darse cuenta.
Ay-chan sacó su lupa y tras un encantamiento, siguió una línea fosfórico a través de la oscura lente de la lupa.
-Por aquí.
Siguiéndola le explicaron a Inna todo lo que debía conocer a cerca de ángeles y demonios, incluido el estatus de su vecina de al lado, hasta que pararon en un alcantarillado.
-Es por aquí. -guardó la lupa en su bolsillo y extrajo su llave, para abrir la tapa de la alcantarilla - podemos entrar al edificio por aquí.
-Qué bien... - arrugó la cara Mako-chan.
Bajando las escaleras verticales alcanzaron la base varios pisos abajo, donde el alcantarillado fluía con normalidad. Caminaron por el pavimento que había al lado de las paredes en los extremos del canal hasta anclanzar otra puerta. La puerta que llevaba al subterráneo del instituto.
-Ahora que lo pienso, ¿Qué hacés con una bata de Laboratorio, Hermanito?
- Es por seguridad. Me la dieron en el hospital.Tiene michofibras de planta bendita, que ayudará a que no me transforme de golpe y sin quererlo. También tengo esto...
Sacó una máscara de gas del bolsillo y varios tubos de ensallo llenos de líquido azul muy claro.
-¿Qué son?
-Bombas químicas. El gas que producen estas bombas químicas es tóxico, que a parte de explotar son venenosas.
Siguieron adelante.
-¿Pero no es peligroso llevarlas así?
-¡Qué va! - río mientras extraía un tuvo de la cartuchera de su costado.
-Sólo son peligrosas si las agitas un buen rato antes de lanzarlas. Y hace falta agitarlas bastante para que exploten...
- Sigue pareciéndome peligroso... -Mako se apartó de el un poco, lo máximo que podía en los estrechos pasadizos del alcantarillado.
-Ya estamos. Es por aquí.
Una Raíz del grosor de una persona atravesaba el techo hasta alcanzar el agua cerca de una puerta cerrada de metal. La abrió sin problemas. Al abrirla, un aura siniestro los echó atrás.
-¿Estáis listos? - preguntó ella asomandose al oscuro pasillo que había frente a ella.
Todos afirmaron con la cabeza.
-Vamos. -terminó Mako-chan con el silencio antes de atravesar la puerta.
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El Harem De Mako-chan
Novela JuvenilDesde que era pequeña, Mako-chan descubrió tener un poder que pocos más son capaces de controlar. Siendo la séptima diosa demoníaca, trata de vivir una vida tranquila como estudiante que es, aunque no siempre su vida es tan tranquila como a ella le...