El día en el que dieron de baja a Adrien se reunieron todos, incluidas Flora y Alys, en la casa de Mako-chan. Era un día especial.
-Bien, estamos aquí por una razón muy importante -destacó Adrien mientras hablaba -. El encapuchado, junto con mi poder es capaz de viajar en el tiempo a su gusto. Pero no podrá dominar lo por completo tan pronto. Nuestro objetivo es atraparlo cuando antes utilizado nuestras habilidades de cada uno en su contra. Pasa ello, devemos ir a las puertas de la catedral, donde si tenemos suerte, lo encontraremos. ¿Bien?
Flora levantó la mano.
-¿Y yo que hago aquí?
-Cómo sacerdotisa de la flor de almendro, tienes habilidades curativas que desconoces todavía que tienes. Te necesitamos en el caso de que alguien salga herido.
-¿Y donde está exctamente la puerta? - preguntó Hikari, nervioso.
-Está bajo esta misma ciudad, oculta en unas ruinas antiguas que pocas personas saben que existen.
-¿Y como vamos a llegar ahí ? - Mako-chan frunció el ceño.
-Es fácil, hay varias entradas a lo largo de la cuidad. La más cercana está en el alcantarillado. ¿Alguna pregunta más?
Nadie se atrevió a interrumpir. El silencio, y se pudieron en marcha bajando a los conductos del alcantarillado por la añacantarilla de al lado de la casa de Mako-chan.
-¿Alguna vez habías oído hablar de algo parecido?- preguntó Flora a Hikari - sobre la catedral del tiempo y lo de la sacerdotisa de la flor de almendro...
-La verdad es que no...
-Casi no se sabe nada sobre las dos cosas - respondió Adrien desde la delantera del grupo - Y menos gente que no está asociada a este mundo.
-Pero¿ de qué consta mi poder esactamente?
-Según los escritos antiguos, en tu interior deveria estar el más codiciado de los poderes ancestrales: La vida eterna. Pero no es tan perfecta como creen...
-¿A que te refieres? - cuestionó Mako-chan, que atendía sin destacar a la conversación.
-¿Has oído hablar de él libro " El retrato de Dorian Grey"?
-Claro que si, es bastante famoso... - respondió Mako-chan, quien empezaba a sospechar del secreto de la eternidad.
-Pues La vida eterna si se puede lograr, pero no la eterna juventud - rió un segundo - por tanto, tu imagen envejece como en el cuadro, pero quien ha bebido el elixir vive exento de enfermedades y otros problemas. Eso sí, no es lo mismo que autoregenerarse. Es más bien como una cura que solo tienen algunos seres, como Vampiros, derivados angelicales o algunos licantropos.
-¿Entonces soy inmortal? - Hikari se rascó la nariz, algo agobiado.
- No lo creo, pero supongo que si tendrás habilidad de regeneración más avanzada.
Hikari se mordió el brazo, que haciendo uso de sus colmillos, dejo una marca chorreando de sangre. En pocos segundos, la herida se cerró, deteniendo la pérdida de sangre y regenerando la piel tan rápido como respiraba.
-Pues si, me regenero fácil.
-Creo que ya hemos llegado.
Pronto llegaron hasta una puerta que, con fuerza bruta, abrieron fácilmente, hasta bajar las escaleras que llevaban hasta una cueva esculpida en la roca, un túnel de lo más oscuro y sieniestro. Sin tardar mucho alcanzaron unas antiguas ruinas que los llevo hasta una gran sala de podrá, donde encontraron un gran portón esculpido de mármol blanco. No tenía demasiada pinta de abrirse con facilidad.
-Es ahí. - indicó Adrien.
-Veo que no habéis tardado mucho en venir... - se asomó el encapuchado.
Adrien se avalanzó sobre el atacándole con la lanza.Nuevamente, lo esquivó sin siquiera despeinarse, y se alejó a una distancia prudente de él.
De pronto, una humareda blanca encandiló la sala cegando a todos sus integrantes.
-¿Donde estáis? -gritaba Mako-chan mientras oía a sus compañeros toser.
Hizo un esfuerzo por ver a su alrededor entre tos, y finalmente alcanzó a ver la silueta de alguien.Se le acercó imprudente hasta llegar a verle la cara.
-Hora de...- sentenció el encapuchado - ¡Dormir!
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El Harem De Mako-chan
Teen FictionDesde que era pequeña, Mako-chan descubrió tener un poder que pocos más son capaces de controlar. Siendo la séptima diosa demoníaca, trata de vivir una vida tranquila como estudiante que es, aunque no siempre su vida es tan tranquila como a ella le...