Capitulo 20

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Mi cuerpo temblaba lentamente, sentía que me sudaba frío toda la espalda... después de 1 mes lo había visto y creo que jamás había estado tan nerviosa en volverlo a ver además de aquella vez que le anuncie que llevaba dentro de mi vientre un hijo suyo.

-Hola Ethan.

-Tanto tiempo...- me miro de costado, bajo su vista a mi vientre y sonrió automáticamente, yo también sonreí.

-¿Se conocen?- pregunto un confuso David apuntándonos con su dedo índice.

-Él es el padre- le dije.

-Oh... bien los dejare solos- miro nervioso hacia otro, sabia como eran las cosas con Ethan y con migo, yo le había contado todo. Miro hacia otra punta buscando a Alicia y cuando la encontró le grito- ¡Abu, te ayudo!- salió disparado hacia allí. Reímos los dos al verlo tan nervioso, no sabíamos por qué.

Mire nerviosa a Ethan que me miraba atento y sin querer mordí mi labio.

-No muerdas tu labio, Esperanza- cerró sus ojos lentamente y luego los abrió con las pupilas dilatadas, de inmediato mi cuerpo tuvo un leve temblor al recordar todas las noches que había pasado con este adonis del boxeo.

-Lo siento- lo deje de hacer.

-¿Cómo estas con tu embarazo?- me pregunto luego de un eterno silencio que se había hecho.

-Muy bien, ahora ha comenzado a moverse suave, aun no llega a dar patadas.

-Oh, es maravilloso, Esperanza- me sonrió.

-Sí lo es... oh, mira, ahora se está moviendo- agarre su mano de su muñeca y la coloque en mi vientre en el lugar en donde más se sentía el impacto del suave movimiento del bebe.

-Es hermoso...- dijo Ethan embobado mirando mi vientre.

-Como tú- le murmure. ¡Bendito que había dicho! Él miro hacia arriba ya que estaba agachado frente a mí y me sonrió resplandeciente, yo me puse colorada al instante.

-¿Vienes acá por algo en especial?- le pregunte una vez que dejaba de tocarme el vientre.

-Mi madre tenía ganas de verte, ya sabe todo lo que paso entre nosotros pero no pierde las esperanzas en que tu volverás con migo... y espero a que así sea- me miro.

Mi corazón comenzó a palpitar tanto que casi lo sentía en mi garganta, sus palabras me hacían tan bien, escuchar su voz luego de 1 mes eterno sin haberlo visto. Hasta parecía más guapo, sí estaba más delgado y con muchas ojeras... tal vez solo este sufriendo el stress del casamiento. Como me gustaría que no se case, que algo suceda y que jamás se case con Erika... quiero que él se case con migo.

-¿Y dónde está tu mama?- le pregunte mirando hacia la librería.

-Está en la sección de libros románticos, luego vendrá hasta aquí- se calló un segundo ya que no teníamos tema de conversación y luego me pregunto- ¿Ya sabes el sexo de nuestro bebe?

Era tan tierno cuando le decía nuestro bebe, amaba llevar un hijo de Ethan en el vientre.

-No, aun no, en estos días quería hablar contigo ya que cumplí 5 meses hace poco y ya puedo saber su sexo.

-Sí, obvio que sé qué hace poco cumpliste 5 meses. Te amo y se todo de vos, Esperanza. Cuando quieras podemos ir al médico, llámame y te acompaño.

-Repítelo- le dije mirándolo fijamente.

Él frunció el ceño pero repitió parte de sus palabras- que cuando quieras podemos ir al médico tu solo llámame y te acompaño.

-No, repíteme las otras. Dime que me amas.

Me acerque un poco más a él, cerré los ojos al sentir su perfume fuerte que tenía y que siempre usaba. Él sonrió nostálgico y acaricio mi mejilla con el pulgar de su mano.

-Te amo.

-Yo también te amo- le dije.

Lentamente nuestros cuerpos se fueron acercándose con habilidad, extrañaba tanto un beso suyo, una caricia suya, lo extrañaba completo. A punto de darnos el beso la voz de su madre sonó a espaldas nuestras, inmediatamente nos separamos y yo observe a Ethan con un poco de vergüenza... era un hombre que se estaba por casar y esta vez en serio y yo lo iba a besar.

-Hola cariño- me dijo la madre de Ethan. Me acerque a ella y le di un gran abrazo, la extrañaba a esta mujer.

-Hola Margot, ¿Cómo estas de salud?- ella suspiro y sonrió. Mire a Ethan de reojo y estaba con su celular en la mano.

-Estoy muy bien ya me he curado, ahora esperemos que no se vuelva a despertar en otro lado.

-Oh sí, claro, pero estarás mejor te lo aseguro- le sonreí.

-Mama, Esperanza, me debo ir.

Le dio dos besos en la mejilla a su madre y un fuerte abrazo a mí, luego le dijo adiós bebe a su hijo y me sonrió feliz.

-¿A dónde te vas, mi niño?- le consulto Margot.

-Me voy a probar el traje mama...- dijo y rápidamente salió de la librería. Lo vi irse por la ventana y suspire.

-¿Es el traje de su boda?- le pregunte a Margot.

-Oh, no... las cosas con Erika van mal y espero que sigan mal- que bien me hacía escuchar eso- es el traje del casamiento de su primo, se casan en unos días- saco una tarjeta de su bolso y me la entrego- te queremos invitar a vos, preciosa, puedes llevar a quien quieras, además la novia necesita 1 dama de honor la cual se fue de vacaciones por su trabajo hace poco y te quería preguntar si tú puedes ser una de ellas.

-Oh... bueno- le sonreí a Margot- me encantaría, amo las bodas.

-Genial, te voy a esperar allí hermosa, además debes estar muy bonita para volver con mi hijo... no voy a decir volver a reconquistarlo porque prácticamente ya lo tienes a tus pies, nunca lo había visto tan feliz hoy cuando le dije que te quería ver, él no se animaba a verte... tenía miedo que lo rechazaras.

Sonreí feliz por lo que me había dicho, jamás pensaría en rechazar a Ethan.

Embarazada en apurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora