Capitulo 27

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El cuerpo entero me dolía. El piso en el que estaba se encontraba frío, trate de removerme, estaba muy incómoda.

Abrí los ojos de golpe. ¿DONDE MIERDA ESTABA?

Mis ojos se cerraron nuevamente. Volví a ver negro, todo.

***

-¡Despierta, guarra!

Me removi, nuevamente incómoda. Me estire y el cuello me crujio. Abri los ojos. Se donde estaba.

Javier sonreía con asco. Me dejo una botella de agua y se retiro.

Idiota, tenía las manos atadas.

Se fue riéndose. Antes de que abriera la puerta para retirarse le grité:

-¡Guarra tu abuela!

-¿Qué dijiste?- se volvio a la habitación. Cerro fácilmente la puerta.

Camino hacia mi. "Bendito seas, Esperanza, cállate alguna vez"

Comenzo a inspeccionar mi cuerpo, estaba con la misma ropa con la que habia ido al hospital. Javier se detuvo en mi panza y la observo, estaba pasivo pero se que su cabeza estaba trabajando a mil por segundos.

Una patada en mi ombligo me obligo retorcerme. Me dolía mucho. Él saco un paño de su campera y nuevamente lo puso en mi nariz, la oscuridad ya era costumbre.

Oscuro y negro, como él.

***
-¡Cómo que se te escapo! ¡Sólo a un idiota le sucede!- grito alguien en la habitación.

Abri mis ojos, la cabeza me dolia mucho más que la otra vez. Estaba sucia, con mucho hambre, sedienta y sin energías.

Erika me observaba.

-Comida- le susurre despacito. Ella siguió mirándome sin hacer nada. En su mano llevaba un tazón con no se qué.

Tengo hambre. Mucha.

El papá de Ethan, Ector, apareció por la puerta. Cuando me observo sonrió, la misma sonrisa de mierda que había puesto Javier cuando me vino a ver.

-Al fin te levantas, putita. Sabes que a Ethan no le gusta que sus novias duerman tanto.

No le contestes, cállate Esperanza.

-Veo que estamos calladas- vino hacia mi. Agarro mi cabello y me obligó a alzar la cara del suelo para mirarle fijo en sus ojos. Ojos iguales a los de Ethan, pero no transmitian absolutamente nada.- Quiero que me contestes, anda, ¡Contestame como le hiciste a Javier!- me grito.

-Lo siento- solo pude susurrar.

Solto mi cabello y mi cara retumbó en la dura madera. Mierda, eso dolió mucho.

-Erika, cuando te avise me la traes a la casa.

Erika lo miro y sonriendo aceptó. Se dieron un beso, un asco para mi.

No sabía que era tan puta cuando vi como se besaba al padre de su ex novio.

Ex, porque es mío. Y siempre lo va a ser.

Mmm...¿Dónde estará ahora? Lo extraño. Ojalá me este buscando o pensando en mi, le quiero a Ethan. Y mucho.

Se terminaron de besar (al fin) y Hector se fue.

Erika acerco su tazón (ahora que lo podía ver contenía cereales y leche) a mi. La mire sorprendida. Desato los nudos de mi muñeca, las muñecas me estaban matando, ignore el dolor y me sente en el suelo.

Senti un mareo, lo soporte y agarre el tazón. Necesitaba comer ya.

Pense en todo lo que me habían hecho. Falta que este tazón tenga alguna droga o algo por el estilo. Lo mire con recelo y Erika se dio cuenta.

-No tiene nada. Tú solo come.- me ordeno.

El hambre me superaba. Sentir líquido y comida en mi boca era la gloria.

Gracias Erika. No eres tan perra como pensabamos con Ethan... eso creo.

Embarazada en apurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora