Capitulo 21

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-¡Llegue!- grite dentro de casa de mis padres.

Suspire y tire la bolsa en cualquier lado de la entrada, el día en la librería había sido agotador, no pudimos darnos un leve recreo porque cada vez que terminábamos de atender a un cliente ya teníamos otro. Mas yo que con algunos kilos de más por el hermoso embarazo que tenía, mis pies estaban hinchados y mi espalda súper adolorida.

Me fije por la cocina y mama no estaba allí, que raro pensé. Siempre estaba haciendo la comida cuando llegaba y no había nada al fuego, ni nada se estaba haciendo. Subí lento las escaleras apretando mi espalda ya que me dolía, iba a abrir la puerta de la habitación de mis padres cuando sentí unos gritos, puse la oreja en la puerta y escuche los gritos.

-¡Juan ya te dije que no hare eso!- dijo mi madre gritándole.

-¡Pero es un delincuente lo tenemos que hacer por el bien de ella!

-¡No Juan, no!

-¡Ay que eres una mujer idiota!

En ese instante rápidamente entre a la habitación irrumpiendo la pelea, como podía ser posible que mi padre volviera a tratar así a mi madre como lo hacía antes. Yo pensé que todo ya había cambiado, que no era el mismo hombre que antes... pero evidentemente me equivoque, seguía siendo la misma bestia de siempre con mi madre.

-¿Qué sucede?-pregunte al entrar.

Mi madre estaba sentada en la cama cabizbaja y mi padre estaba parado frente a ella. A penas me vio se acercó rápido a mi lado y me dio un beso en mi mejilla despidiéndose, ya que a estas horas se iba a trabajar.

-Adiós hija- bajo las escaleras.

Cuando estuve sola con mi madre ella se puso firme en postura y con una sonrisa se alejó de mí. Siempre pretendía sonreírme para que sepa que todo estaba bien, pero sabía a la perfección que nada andaba bien entre ellos, mejor dicho, nunca hubo nada bien. Mi madre se encerró en el baño y yo aproveche ese momento para llamar a Javier, mi cliente de ayer y el nuevo doctor con el que me quería atender dentro de unos días.

En el tercer tono Javier atendió su móvil.

-Javier, ¿Quién habla?- contesto indiferente.

-Hola Javier, soy Esperanza... de ayer, ¿Te acuerdas de mí?- le dije con un poco de timidez.

Él pareció dejar unas cosas y suspiro, hasta podía sentir que sonreía lo que me hizo sonreír a mí.

-Esperanza, como olvidarte pequeña... ¿sucede algo?

Reí- Sí, quería preguntarte si tienes algún turno disponible para una ecografía, el padre y yo queremos saber el sexo del bebe.

-Claro, espérame un rato a que reviso- del otro lado del teléfono se escuchó un ruido de papeles y luego de unos segundos volvió a atenderme- tengo todo ocupado, pero dentro de 4 días tengo libre, ¿Qué te parece?

-Me parece perfecto- le comente con una sonrisa- ¿Cómo esta Denisse?- le pregunte haciendo referencia a su hija.

-Está muy bien, le cayó de maravillas el libro, ya casi lo tiene todo rayado- rio por el otro lado de la línea- ahora está aquí en mi oficina durmiendo en el sofá, la traigo conmigo ya que su abuela no pudo cuidarla, pero se está portando mejor de lo que pensé.

-Debe ser una niña hermosa- dije con emoción- me encantaría algún día conocerla.

-Por supuesto, mira hagamos un almuerzo... dentro de 10 minutos termina mi trabajo, ¿quieres que pase por ti?- me pregunto.

No sabía que tan rápido iba a conocer a la nena pero podía ser una buena idea. Tenía que hacerme amiga de padres o madres solteros quienes luchan solos por cuidar a sus hijos... quien sabe en el final tal vez Ethan ya no me quiera y tenga que formar una familia con mi bebe, los 2 solos.

-Genial, tengo mucho hambre- también iba a aprovechar almorzar con ellos ya que mama no creo que haga comida- mi dirección te la paso por mensaje, ya no veo los minutos de conocer a Denisse.

-Está bien linda, nos vemos.

Me corto. ¿Me había llamado linda? Ya que... a lo mejor solo quería ser amigable conmigo, tal vez era lindo poder tener un amigo.

***
-Hola, buen día- le di un beso en la mejilla a Javier al abrir la puerta de mi casa.

Él estaba muy elegante, llevaba un hermoso traje negro bien planchado y acomodado junto con una corbata. Cerré la puerta y comenzamos a salir hacia el auto.

-¿Y dónde está Denisse?- dije mirando hacia su lado. Él me miro de costado y sonrió.

-Está en el auto, está muy emocionada por conocerte ya que ama el libro.

-Oh... quiero ver a esa ternurita de 3 años.

Ya me imaginaba una pequeña hermosa de tez blanca, ojitos claro y cabello marrón claro como el de su padre.

Él me ayudo a subir al auto y una vez que subí mire hacia atrás y allí había una inocente pequeña de tez blanca, ojitos claro y tenía un cabello ondulado rubio, era preciosa, daba una ternura. Ya la amaba a simple vista.

-Hola amorcito- le salude.

-Hola... ¿Cómo te llamas?- me pregunto mirándome con sus enormes ojos. Javier ingreso al auto y se subió, miro a la niña y luego me sonrió con ternura.

-Me llamo Esperanza, ¿y vos?

-¡Soy Denisse!- grito emocionada. Reímos junto a Javier.

-¿A dónde vamos señoritas?- nos miró Javier mientras arrancaba el auto.

-A donde tú quieras, no lo sé...- le sonreí.

-¡Vamos a Mc Donals!- grito la pequeña detrás.

-Mi amor, no sé si Esperanza querrá ir...

-Por mi esta excelente, además mi bebe también ama las hamburguesas y obvio que yo sí, ¿Quién no?- dije.

-Papi- señalo la pequeña. Reí y le apreté el hombro a Javier captando su atención.

-Dime que es mentira, ¿Cómo no te va a gustar Mc Donals?- le pregunte incrédula.

-No es que no me gusta... no soy de comer tantas cosas fritas, a Denisse le encanta, las ama, pero yo no. Te dicen que son hamburguesas de carne, pero lo que menos debe tener es carne- reí junto a él.

-En eso puede ser que tengas razón. Pero vamos, son deliciosas.

Reímos y continuamos el viaje mientras los 3 cantábamos canciones infantiles solo para divertir a Denisse. Cuando la canción termino, suspiramos cansados con Javier y Denisse reía y aplaudía feliz en la parte trasera del auto. De pronto, la hermosa pequeña hablo.

-Espelanza, ¿Eles novia de mi papi?- pregunto de forma inocente la pequeña que se encontraba en la parte trasera del automóvil.

Embarazada en apurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora