Capitulo 30

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-¡Ethan!- grite sacando el último aliento que podía permitirme.

La policia se adentró a la casa. Ethan busco rápidamente con sus ojos de dónde provenía ese grito. Cuando me encontro, pude sentir como eliminaba todo el aire de sus pulmones.

Vino corriendo rápidamente a mi, del bolsillo trasero de su jean sacó rápidamente una navaja, con su hábiles y expertos dedos cortó todas las sogas que me tenían atada.

Cuando estuve suelta me agarro en sus brazos y me dio un hermoso abrazo. Nuestras respiraciones se escuchaban, los corazones repiqueteaban alegría. Al fin nos habiamos encontrado. Hundí mi nariz en el hueco de su cuello, como amaba ese perfume francés que utilizaba.

Apartó mi cara de su cuello y nos unimos en un beso profundo, cuando gemí por la sorpresa, él aprovecho y hundió su lengua en mi boca. Como le extrañaba.

Tantas emociones juntas salieron a la luz, comencé a llorar descontroladamente. Cuando a Ethan se le mojaron sus labios de una sustancia salada, dejó de besarme y me observo a la cara mientras me acariciaba de una manera muy tierna y con sus nudillos me limpiaba las lágrimas.

Ya extrañaba sus labios.

-Mi amor, no llores- susurro.

Pegue su frente a la mia y le di un casto beso en la punta de su nariz.

-Te extrañaba tanto- le confesé.

-Yo también, al fin estamos juntos, hermosa.

***
Cuando abrí mis ojos, lo vi a él. Eso me tranquilizo de una manera absoluta. Nuevamente estaba a mi lado. Me observaba con sus ojos muy abiertos.

-Sh- me calmo mientras me balanceaba en sus brazos como a un bebé.- todo va a estar bien.

Me calmaba tanto su suave voz.

-¿Cuánto falta para que el avión aterrice?- le pregunte mientras me frotaba mis ojos con mis puños, habia dormido muy cómoda, luego de tanto tiempo.

-Me encanta cuando haces eso, te hace ver tan inocente y niña- me dijo. Me sonrojé, él rio bajito y continuó respondiendo mi pregunta- ya estamos por llegar, si quieres te llevo a la cama que hay aquí.

Se levanto pero rápidamente agarre su brazo.

-No. No. No, quiero quedarme aquí contigo- le dije.

Sonrió y se sento de nuevo.

Luego de que me rescatara, Ethan, me llevo al hospital, mi bebé estaba perfectamente bien. Me dieron algunas cremas para que desapareciera el terrible moretón que tenía en mis costillas, donde me pego Javier. Y cuando salimos de ahí nos subimos a un avión privado que tiene Ethan, yo ni siquiera sabia que tenía uno así; me contó que lo usa para cuando tiene peleas internacionales. Y ahora estabamos viajando de vuelta a casa. Cuando los estaban buscando, Javier, Erika, Hector y papá, me llevaron a otro país. Dure 5 días secuestrada, y ni yo me había dado cuenta.

Con respecto a Javier, Erika y papá se hallaban en una cárcel de alta seguridad, hasta que el juez dictara que debía pasar con ellos. Yo no estaba nada tranquila pero Ethan me calmaba diciéndome que iba a hacer que la pasen muy mal y si es posible, que no salgan vivos de alli.

Y Hector había muerto a causa de esos balazos. Le di mis pésames a Ethan, pero él no me los quiso recibir; ya que dijo que era un desconocido para él. Cuando el hospital nos anunció su muerte, sé que a Ethan sólo le dolió un poco, recuerdo que se había quedado callado y en un rincón, y cuando me acerque a su lado, me preguntó si le podía dar un abrazo, porque lo necesitaba mucho.

Observe a Ethan, quien observaba a las nubes de la ventana. Su vista estaba perdida, observaba a cualquier lado menos a las nubes.

Le acaricie su barba de hace pocos días y él sonrió ante mi contacto. Volvió su vista a mi y me observo cauto. Se fue hacercando hábilmente y cuando pensé que ya no llegaba más, me dió un hermoso beso.

Los sentimientos nuevamente se me habían florecido todos al mismo tiempo. Las lágrimas comenzaron a brotar y Ethan paró el beso. No, no, por favor, no pares el beso.

-Ey, tranquila mi amor...- me susurró pegado a mi frente. Me dejo un beso en ella y se volvio para mirarme.

-Pensé... que no... que no volvería a verte nunca más- mis palabras no salían de mis labios.

-Sh... no digas esas cosas. Ahora me tienes aquí y solo para ti.

-Mío- le susurre. Él sonrió y aceptó con la cabeza.

-Tuyo. Todo tuyo- me volvió a besar.

Cuando paramos el beso, él se agacho y le habló a mi barriga. Dios, como sonreía como una boba cada vez que le veía hacer eso.

-Ahora estamos bien, bebe... prometo que voy a cuidar mucho mucho de mamá y mucho mucho de ti... ya quiero conocerte... prometo que te voy a enseñar a jugar al fútbol y cada tanto vamos a luchar juntos, sólo si mamá nos deja- miró con sus ojos cristalinos a mi. ¡oh, por dios! Estaba por llorar.

Se pasó el dorso por la nariz, aspiro profundo y con una gran sonrisa laciva comenzó a devorar mis labios. El calor que emitía su boca era simplemente la gloria.

***
"Anunciamos, queridos pasajeros, que estamos por llegar a destino. Ha sido un placer viajar con ustedes"

Le sonreí feliz a Ethan. Él me devolvió. Por fin ibamos a estar los 3 juntos, en nuestra casa y feliz luego de tanto tiempo.

-No veo la hora de llegar a casa- le comenté nerviosa a Ethan.

Él sonrió y nego con la cabeza.

-No amor. No iremos a casa. Quiero que conozcas un lugar precioso, después de todo nos merecemos unas vaciones.

-¿Unas vacaciones?- le pregunte dudando. Arrugué mi entrecejo. No me molestaba que me haya llevado a otro lado, pero creo que prefiriría estar en mi hogar.

-Sí- él se puso nervioso- ¿Te molesta?

-No... supongo que no. Sólo extrañaba casa, nada más.

-Mira- me agarro mis manos y las entrelazó a las suyas- he comprado una nueva casa mientras tú dormías. Iba a ser una sorpresa pero no aguanto no decírtelo.

Mi cara cambió. Una casa para los 3... me encanta esa idea.

-¿Y a dónde vamos?

-Quiero dejártelo como sorpresa. Vamos a parar en una casa que tengo aquí.

-Oh- me queje- por favor. Dime Ethan quiero saber a dónde vamos- salté en su regazo.

-A Las Vegas, nena.

Embarazada en apurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora