Prólogo:. "Corrompidos"

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«El mundo está fuera de quicio, qué irónico... Realmente lo está»


                En Athenas 2.0 no eran comunes las precipitaciones justo por esas fechas del año, normalmente durante los pocos meses de primavera con los que contaban el clima no solía tener demasiadas alteraciones por lo que una lluvia de aquella magnitud había tomado por sorpresa a toda la población, por eso se veía como la gente corría por las calles buscando un lugar para refugiarse y así no arruinar sus extravagantes trajes que resultaban muy costosos, después de todo ese era de los barrios mas concurridos por la gente opulenta de Gold City

                         Se veía a una turba de gente alborotada correr por las calles como alma que se la lleva el diablo con el único objetivo de poder refugiarse en las tiendas, pero pasando por alto a la multitud e ignorando por completo a la turba angustiada iba caminando tranquilamente una chica que aparentaba rondar por los 18 o 19 años de edad, poseía unos penetrantes ojos esmeraldinos, llamaba la atención su hermoso cabello cuyo color carmesí asemejaba mucho a la coloración de la sangre y el cuál le llegaba hasta el hombro, su piel tan blanca cómo la del mismo marfil y su cuerpo se notaba era poseedor de una bella figura, con las redondeces más que apropiadas y gratasq en un cuerpo femenino.

 
              Esta caminaba lentamente por la calle a diferencia de todos a su alrededor, iba intentando esconder su bello rostro  con la capucha de su chaqueta, al final trajaba de forma notoriamente distinta a las personas que estaban a su alrededor— una chaqueta negra de cuero, unos vaqueros del mismo color de la chaqueta, además de muy ajustados, una sencilla camiseta blanca por debajo de la chaqueta y botas de estilo militar hechas del mismo material de su chaqueta— y las cuales desfilaban por ahi con sus trajes semi victorianos cuyos colores resultaban muy vistosos— casi grotescos—, por lo que sin remedio la joven se veía muy fuera de lugar entre esos seres que parecían hechos de maquillaje y purpurina, estaba seguramente perdida o era muy desubicada y si la gente no estuviera tan desesperada por salir de debajo de la lluvia— La cuál podía prácticamente arruinar sus extravagantes peinados y su casi grotesco maquillaje—  se le hubiera visto como alguien muy sospechosa.

   
               Después de todo... ¿Que iba ha hacer una chica vestida de forma tan "miserable" caminando en una zona tan lujosa?

                 De igual manera, la joven parecía no inmutarse ni con la lluvia y mucho menos con lo desubicada que al parecer estaba, al final de cuentas tal parecía que a la gente no le parecía importar su inusual y poco grata presencia, así que la muchacha solo siguió su camino hasta llegar a la entrada de lo que parecía un desértico y estrecho callejón, se metió en el sin dudarlo y se paro frente a un muro de piedra vieja que se encontraba plagado por fisuras irregulares.

                No parecía un lugar de encuentro, y aparentemente no había nada allí, solo un callejón sin salida que se encontraba con los muros en muy mal estado...

                                      Parada frente a aquel muro de concreto y piedra, la chica suspiró por lo bajo mostrándose bastante agotada por unos segundos, entonces simplemente cerró los ojos concentrándose para luego pronunciar palabras inentendibles en un
lenguaje arcaico y muy antiguo que en el pasado asemejaria a lo que la gente conocía por latín y al abrir sus ojos estos se mostraron por unos segundos de
un color ámbar intenso y sus pupilas se volvieron rasgadas cómo las
de un gato.

           La verdad es qué no tardo mucho para que volvieran a su tono y formato natural, pero en ese momento delante de ella se encontraba una puerta de caoba pulida cuyos marcos eran oro y plata, además su maravillosa manilla tenía el formato de un lirio que había sido tallado en oro puro. La chica no tardo mucho en abrir esa puerta la cuál la condujo al interior de un bar bastante lujoso, en el cuál además de ella solo se encontraban tres personas y una de ellas resultaba ser él cantinero.

Alchemist: Angel #CarrotAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora