Capítulo 5

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A veces un día tranquilo y normal puede volverse un caos total, nosotros estábamos consientes de que nuestra tranquila vida en el campamento iba a cambiar de pronto, el problema es que ninguno de nosotros sabíamos cuando ni que desencadenaría ese cambió. Esa mañana yo estaba paseando como siempre por el campamento, aun había gente en sus tiendas descansando y la mayoría hacía lo que acostumbraban a esas horas, los niños jugaban y los jóvenes mas intrépidos entrenaban o en su defecto jugaban con sus armas para matar el aburrimiento. Todo se veía igual que siempre, pero yo por alguna razón no veía nada habitual, era como si algo estuviera a punto de cambiar, se sentía cómo esa clase de calma que viene antes de la tormenta.



«¡Y toda la lógica del mundo se invirtió! El mundo esta fuera de quicio!»



Katrine y unos dos rebeldes más habían ido a aventurarse a la ciudad para poder asaltar algún supermercado, algo nada fuera de lo común en nuestro día a día ya que es de lo que hemos vivido durante tantos años, pero no pasaron más de unas cuantas horas para que Katrine entrará en la barrera, trayendo en sus hombros a una chica que tenía la pierna derecha ensangrentada y que apenas podía respirar ya que se notaba también un color carmesí en su estómago, también Hansel intentaba ayudar.



-¡Salid todos de enfrente! ¡Tenemos a una herida!- Gritó una alterada Katrine, mientras ambos se dirigían a la tienda en dónde estaba la doctora Harrison. Todos mirábamos la escena llenos de curiosidad, nos encontrábamos entre sorprendidos y asustados por la escena



«¡¿Que rayos había pasado!?» Fue lo que se me ocurrió antes de meterme a la tienda-oficina de la Dra.Harrison.



Al entrar pude deslumbrar a la chica llorando y gritando de dolor en la camilla, mientras la doctora Harrison se disponía rápidamente a atenderla. Reconocí de inmediato a la chica de pelo azul que le llegaba hasta la cintura, ojos verdes como esmeraldas y piel morena aceitunada. Kristinne Katrovic, una chica temperamental de 18 años, la cual acostumbra amenazar y enojarse con la gente que éste con ella, explotando al instante. Pero ahora se veía tan débil y delicada.



-¡¿Qué es lo que pasó!?- Pregunté sin salir de mi asombró pero ni Katrine, ni Hansel se dignaron a contestarme. Por lo que resignado a no tener respuesta me dispuse a mirar como la doctora Harrison ponía sus manos sobre la herida del abdomen que formaba un gran agujero sanguinolento en esa área. Con un parpadeo de Glimmer la piel comenzó a regenerarse, mientras la chica gritaba y lloraba. En eso me recordé la vez que me dieron el brazo, lo que hizo que se me erizara la piel.



«En ese caso la cura era peor que la enfermedad» Pensé compadeciendo a la pobre chica.



Tras la "operación" ya no había ningún hueco en su abdomen, tampoco ninguna clase de cicatriz. Lo mismo se hizo con el hueco de la pierna, realmente es impresionante cómo la magia supera la tecnología moderna, al ver a la chica un poco más aliviada pensé que era momento de cuestionar que pasaba.



-¿Me van a decir que carajos pasó?- Grité fulminando a los dos adultos con la mirada, Hansel solo se dignó a mirarme con condescendencia, mientras que Katrine ni eso pudo hacer.



Sólo se retiró de la tienda, marchando cabizbaja a lo que Hansel y yo la seguimos un tanto confundidos por su reacción. Entonces ella medio de toda una Aglomeración de jóvenes que se había hecho alrededor de la tienda.



-¡Escúchenme chicos!- Gritó Katrine haciendo que su voz prevaleciera ante todos y que algunos se sobresaltaran puesto que nunca habían visto un semblante tan serio en la pelirroja, Katrine suspiro tras ganar la completa atención y peino su cabello con las manos tratando de relajarse- Se que todos os preguntas que pasó, sólo les diré que había una tropa de vigilantes esperándonos ocultos como ratas en el shopping que pretendíamos saquear, no se si ya nos habían estado esperando o si fue mera casualidad, pero tengo certeza que ya han llamado por refuerzos y están a camino de nuestro campamento- Un incómodo silencio se formó entre todos, un miedo recorrió todo mi cuerpo y me sentí helado.



«Eso significa... ¿Qué nos marcharemos?»



-Por lo que les digo a todos los que aun desean vivir que este lugar no es seguro, lleven consigo lo más necesario, pues no se cuanto tiempo nos queda y debemos abandonar el campamento ahora mismo- Advirtió ella con tono serio para luego dirigirse con Hansel y la doctora Harrison al centro de computo.


En ese momento como por arte de magia todos salieron disparados a sus tiendas buscando lo necesario comida, ropas y armándose como terroristas. Yo me sume a ellos y usando mi magia me moví como un rayo hasta llegar a mí tienda.



-¡Danielle! ¡Ángelus!- Grité con un tono fuerte deparándome con las miradas llenas de confusión de mi hermanita y la chica alada, parecían ser ignorantes de lo que nos acababamos de enterar.



Danielle le hacía una trenza a la chica, que ahora llevaba en la cabeza una corona de flores silvestre y que jugueteaba con el peine como si fuera una bebé.



-¿Qué pasa, hermano?- Preguntó Danielle, dejando su labor preocupada al verme así de alterado.



-Tenemos que irnos, el campamento ya no es seguro...¡Debemos reunir lo esencial e irnos con los demás!- Grité alterado lo ultimo a lo que Danielle se levantó a protestar o preguntar algo, pero entonces una sensación incomoda recorrió toda mi espina dorsal.



Por lo que salí corriendo de la tienda y en eso vi como empezaban a hacerse grietas en la barrera de protección, por lo que todos mirábamos asombrados el hecho.



Los que estaban mas cerca de donde se formaron las grietas, listas para usar sus armas y la mayoría deseando que no pasará lo que pensábamos iba a pasar, pero al parecer mis sentidos no me fallan.


Alchemist: Angel #CarrotAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora