La chica sin poder aguantar segundo más de pié simplemente se dejó caer cerca de la orilla del rio, poniéndose a gatas para empezar ha arrastrarse como podía usando sus cuatro extremidades como si fuera un animal, lo hacía lentamente, completamente moribunda, temblando como si estuviera en fase crítica de hipotermia...–Y de seguro que así estaba, pues con el frío que hacía estando dentro del agua no parecía ser un factor de ayuda más bien de lo contrario– se arrastraba desde la orilla perdiendo ha cada "paso" sus fuerzas y respirando con aun más esfuerzo, cuando puso una sola mano en tierra se dejo caer sin poder levantarse más, mientras respiraba con dificultad y giraba su
rostro hacia mi, me miraba con agonía y parecía pedirme clemencia con aquellos bellos ojos celestinos que poseía.—Ayuda... Ayúdame, por... favor, ayuda..me— Suplicó con una suave voz entrecortada, mientras sus ojos dejaban de ser dorado y plateado para volverse celestes como el cielo en las mañanas de verano, en ese preciso momento fue cuando reaccioné ya que hasta ahí solo me había dedicado ha contemplar esa extraña, pero hermosa criatura con alas.
—¿Estas bien?— Pregunté, aunque era obvia la repuesta, la sujeté con fuerza entre mis brazos sintiendo su piel tan suave y a la vez tan helada, la pobre parecía un cubo de hielo humano— ¡Estás helada! ¡Tengo que llevarte al campamento!
—La niña me miro agradecida para entonces mascullar un suave— Gracias... Gracias...— En ese momento ella me
abrazó rodeándome el cuello, pegándose a mi cuerpo lo que me hizo sentir nervioso... ¡Estaba desnuda al final!—¿Que...Que haces?— Dije claramente nervioso, pero fue entonces cuando sentí otra vez el tacto helado de su piel y noté
cómo temblaba, entonces entendí que solo trataba de entrar en calor.Así que la senté un rato en el suelo y me quite el abrigo para abrigarla con este, las alas no me resultaron un reto ya que estaban empapadas y eso permitió que le pusiera mi chaqueta...
—¿Estás mejor?— Pregunté a lo que
la chica no respondió ni asintió y pude ver que estaba aún mas débil— Vámonos, necesitas ayuda...— La cargué en mis brazos otra vez y la vi desfallecer por lo que preocupado llegué lo más rápido
que pude al campamento—¡Doctora Harrison! ¡Katrine! ¡Doctora Harrison! ...— Grité, mientras corría dejando
atrás varias tiendas y todos los que estaban fuera de ellas me observaron llenos de confusión en sus miradas.En ese momento una mujer de aproximadamente 27 años salió de la tienda en donde se encontraba el centro
de computo del campamento – Una tienda gigantesca la cual usábamos para reuniones importantes– Tenía los cabellos rojos como la sangre los cuales le llegaban en perfectos bucles hasta los hombros, su ojos verdes eran muy llamativos, su piel tan blanca como el mismo marfil y al mismo tiempo tan sonrosada como una rosa, pero un seño fruncido deformaba su preciosa cara, aunque realmente no le tenía miedo como los demás, aunque sabía como se ponía cuando no cumplíamos con las reglas que nos imponía.—¿Que pasa aquí, Eric?— Gruñió prácticamente utilizando un tono muy poco amistoso a lo que yo me le acerqué, haciendo que ella se fijará en la chica que yo cargaba en brazos y eso la hizo no darme una reverenda paliza por mi desobediencia...— ¡Oh, mierda...!— Exclamó al ver el estado de la chica.
—¡Está viva! Pero, muy débil...No parece herida, pero está congelada— Le dije a lo que Katrine volvió ha poner su serio semblante e hizo señas para que la siguiera, yo simplemente obedecí, mientras que la gente miraba a la criatura en mis brazos bastante curiosa, seguro ya habían notado que tenía un par de alas colgando de la espalda.
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Alchemist: Angel #CarrotAwards
Teen Fiction«- ¡Pruebame, Ángelus! Preguntate a ti misma "¿Que eres?" Y pruebame que eres la maga más poderosa que existe.» En el año 4056, el mundo terminó casi enteramente desértico gracias a las devastadoras catrastrofes naturales y las guerras nucleares, el...