Capítulo Segundo

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                                La vida en mi campamento empezaba muy temprano en la mañana a eso de las 6:30 u 7:00 de la mañana ,caminaba por los alrededores de nuestro campamento observando a los
mismos jóvenes que salen a la misma hora de sus respectivas tienda, a los niños pequeños jugar ha perseguirse unos a otros y otros simplemente juegan con sus poderes. En un principio éramos unos cuantos pares de mocosos dirigidos y “cuidados” por la que nos parecía una bruja sin consideración, estábamos expuestos al frío extremo, a las criaturas del bosque, a la desnutrición y la severa deshidratación, aún así nos las apañamos para sobrevivir y ya éramos oficialmente un campamento.

                     La mayoría de los “aislados” éramos jóvenes y niños, la población adulta o mayor de edad estaba reducida a Katrine— Nuestra líder—, la Dra. Harrison— El único personal médico con el que contabamos— y los mellizos “Hansel y Henry”; nuestra población en total era de 400 personas en su mayoría menores de edad, al menos 300 de nosotros éramos “Corrompidos”, puesto que no solo albergabamos a los que tienen poderes, le dábamos de igual manera espacio a todo persona que fuera perseguida por el gobierno o que
hubiera perdido a su familia.

                            Nunca se nos consideró una base rebelde oficial e incluso hacíamos algo reprochable entre los nuestros, ni siquiera se si podíamos llamarnos “rebeldes” si lo pienso bien, después de todo éramos muy pocos, la población de niños era muy grande y nuestro sistema tenía demasiadas falencias, además que lo único que habíamos hecho durante ocho años era sobretodo tratar de sobrevivir.

                          Mientras me perdía entre mis vanas cavilaciones una de las niñas del campamento se topa conmigo, no tardé ni un instante en saber de quién se trataba, cabellos largos y anaranjadps, piel blanquecina y pecosa, ojos azules que brillaban como dos faroles, figura escuálida y estatura baja para su edad.

                            Annie tenía 13 años y se había integrado a nuestro campamento hacía dos años en aquel entonces, era en pocas palabrasuna niña bastante reservada, se volvió engreída por gozar de trato preferencial de parte de Katrine y a veces era casi insoportable por el modo en que trataba a los demás—En otras palabras era muy grosera— A veces era capaz de hacer llorar a la pobre Vanesse, solia hacerle bromas de muy mal gusto a Louis— Involucrando en ellas a su familia y su pasado—, me sacaba siempre de mis casillas ya que tenía que ser su niñero en ocasiones y parecía tener un irremediable odio a los de mi sexo, además hacía trampa— usaba magia— al jugar con niños normales y sin poderes, fuera que nada podíamos hacer puesto que nuestra líder intermediaba al instante por ella.
   
                                             Me percaté que unos niños intentaban alcanzarla sudorosos a pesar del helado invierno y sin aire por lo que había sido una larga como tortuosa carrera, al verlos no me tardé en percatarme que seguramente Annie los habría estado molestando.

—Annie... ¿Cuántas veces te he dicho que no molestes a niños que no tienen tus habilidades? Ellos no pueden usar tu magia— La chica apenas si y me levantó la mirada con verdadero fastidio, frunciendo el seño en una mueca de capricho infantil, poco después se levantó y empezó ha sacudir el polvo de su falda a cuadros.

—No es mi culpa que la gente normal sea tan lenta...— Fue lo que dijo fastidiada evidentemente e indispuesta ha dar el brazo ha torcer, la verdad le sentía lástima a aquella pequeña.

                      Lo que había tenido que vivir antes de ser incorporada a nuestro campamento había sido totalmente inhumano, según sabía no tenía padres, hermanos o amigos que la pudieran siquiera extrañar o viceversa Katrine quién la había rescatado por coincidencias de la vida, se repuso con mucha dificultad de la escena que le tocó ver, así que en vez de regalarla preferí inhalar una gran bocanada de aire y luego exhalar.

Alchemist: Angel #CarrotAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora