Si había algo mas hermoso que el cielo Ángelus no sabría nunca que era, puesto que lo más seguro era que no existía; El cielo y la brisa fresca de los últimos días de primavera eran realmente de lo mejor. Caminaba descalza, sintiendo la grama acariciar sus pies, era una niña jugando por primera vez con libertad y eso la hacía feliz; Eric la seguía desconfiado por tanta tranquilidad y angustiado por no encontrar a sus amigos, aun no era hora de bajar la guardia. Permitió que Ángelus jugará porque era difícil resistir a que se divirtiera un rato y experimentará que era la libertad por un instante; no sabía que tanto había vivido Ángelus antes de que la conociera, pero sabía que no era algo bonito y por eso le gustaba ver que estuviera tan feliz por algo para el tan trivial.
Realmente era muy extraño el hecho de que estuvieran tan tranquilos contando que estaban prácticamente huyendo, pero es que nada parecía anunciar el que algo malo pudiera llegar a pasar. Para Eric esta era cómo la calma antes de la tormenta, por alguna razón se había acostumbrado ha ese tipo de situaciones y sabía que al final no habría nada que hacer para escapar de eso por lo que estaba preparado, pero no pensó nunca que la chica estuviera mas alerta que él mismo.
—Shhhh…Están cerca— Se detuvo de forma casi imperceptible, haciendo que el joven no avanzará tampoco y se detuviera en seco.
—¿Escuchaste algo?— Preguntó el mayor mirando de reojo a todas las direcciones.
Todo se quedó en silencio, sólo se escuchaba el ligero movimiento de las hojas de los árboles propiciado por el viento, ambos miraban a todos lados y el aire era pesado cómo si a pesar de la tranquilidad algo no estuviera bien. Fue cuando una se partió en dos de la nada y Eric sintió un leve dolor en el brazo, la bala le rozó apenas por la suerte. Ángelus entonces lo tumbó en el suelo, puesto que las demás balas empezaron a surgir de la nada tras ese primer disparo; El chico los protegió a ambos con una barrera, pero por mas increíble que sonará está se esfumó cómo si jamás hubiera existido.
—¿¡Que carajos!?— Maldijo Eric, confundido por lo que acababa de pasar; para su suerte los disparos cesaron y unos cuantos Vigilantes salieron de detrás de los árboles, armados hasta los dientes y el que más llamaba la atención era un hombre de mediana edad de cabellos castaño claro y que le llegaba hasta los hombros.
—¿¡Sorprendente, no!?— Preguntó el hombre invadido por una alegría insana— Ahora no son más que unos mocosos indefensos— Dijo burlándose, claramente divirtiéndose con la situación; Eric intentó usar sus poderes, pero el mayor mucho más astuto chasqueo los dedos haciendo que las energías del muchacho se desvanezcan.
—¡¿Quién carajos, eres!?— Vociferó Eric, inundado con la rabia y el desconcierto.
—Bueno, no suelo hacer esto, pero seguramente no dures más que unos cuantos minutos vivo así que haré una excepción— Dijo a modo de respuesta el hombre, mirando al chico de reojo— Mi nombre es Nikolav, soy uno de los Vigilantes mejor pagados y de mayor rango que hay, mi deber es aniquilar escoria cómo ustedes— Dijo con arrogancia, divertido por lo confuso que estaban esos dos jóvenes.
—¡Señor, Usted no pierda el tiempo con esos mocosos! ¡Déjenos a nosotros!— Dijo una Vigilante, bastante joven y mona, seguramente recién graduada.
—Bueno…— Nikolav se puso pensativo por un rato y luego tomó a Eric por los cabellos lazándolo a sus compañeros cómo si fuera una bolsa de basura— Quédense con esa sabandija, no me interesa— Dijo sin una expresión en particular, realmente miraba al chico con cierto aburrimiento— La palomita es mía— Dicho eso se volcó quedándose cara a cara con la chica alada, sonriendo con picardía lo que hizo que la chica retrocediera, había algo muy familiar en ese hombre y eso le parecía perturbado— ¿Te acuerdas de mi, pajarillo? Nos has causado muchos problemas, es hora de irnos a casa, petirrojo— Comentó Nikolav con una mirada lasciva, relamiéndose al mismo tiempo los labios algo que le resultó extremadamente repugnante a la chica.
Esté se fue acercando ha Ángelus quien lo miraba con cautela, pero había dejado de intentar retroceder, lo estaba esperando de alguna manera. No le gustaba ese hombre, algo en el le traía mala espina; sabía que el era parte de su pasado, eso lo tenía por seguro y por eso deseaba acabar con ello de una sola vez.
Entonces se escuchó un disparo que hizo eco en el lugar.
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Glimmer miraba por la ventanilla del auto, los demás doctores evacuados lloraban y se sentían asustados, pero ella— para la admiración de todos— No parecía sentirse ni un poco angustiada, era cómo si nada hubiera pasado. Miró su celular abstrayéndose de todo a su alrededor cómo siempre, no le importaba nadie ahí, su corazón era frío y duro; ni siquiera sentía miedo a pesar de no saber a donde iba o al menos eso pensaban todos.
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Alchemist: Angel #CarrotAwards
Teen Fiction«- ¡Pruebame, Ángelus! Preguntate a ti misma "¿Que eres?" Y pruebame que eres la maga más poderosa que existe.» En el año 4056, el mundo terminó casi enteramente desértico gracias a las devastadoras catrastrofes naturales y las guerras nucleares, el...