Capítulo 3: Interrogatorio.

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Cuando salí en los brazos del alfa noté la grave situación que viví.

Las luces de todo el lugar ahora estaban encendidas, por como estaba todo claramente se podía ver que se trataba de un burdel de omegas, en el ambiente las feromonas de pánico inundaban mis fosas nasales a tope, era algo insoportable.

-¿Sucede algo omega?

No contesté a la pregunta del alfa, continuamos caminando por el lugar, las paredes teñidas de sangre me daban escalofríos, sentía el vello de mi cuerpo mantenerse en punta, en un momento solté un chillido al ver como otros oficiales se llevaban a varias chicas muertas, todas omegas jovenes.

-Tranquilo, será mejor que cierres los ojos, aún queda un poco para la salida, este lugar es como un laberinto.

Y así era, estaba diseñado con muchas habitaciones para sexo forzado entre alfas y omegas, los pasillos eran angostos, el papel que cubria las paredes se veía viejo y por caerse producto de la humedad.

-¿Cómo logró llegar la policía aquí?

-No puedo contestarte eso.

Silencio breve e incómodo.

-¿Qué pasará conmigo?

-Estás herido, te llevaré a la enfermería de la agencia.

-Oh..

Fin de la corta conversación, giré mi cabeza hacía el cuerpo del alfa, ya no quería ver más.

-¿Puedo saber como te llamas omega?

Preguntó de repente, sorprendiéndome, dudé en decirle mi nombre.

-Louis.

Dije seco, podrá ser un alfa policía, pero inspiraba confianza, lo miré desde abajo.

-Harry.

Me quedé en silencio, cuando estaba por decir algo la luz del día me cegó.

Había salido al exterior después de haber estado 24 horas prisionero.

Me removí en los brazos del alfa, por mis mejillas caían varias lágrimas incontrolables, el se detuvo dirigiendo su vista hacia mi.

-Nu-nunca había estado tan contento de ver la luz del sol, yo.. pe-pensé que.. que no saldría con vida..

-Estás a salvo Louis, tranquilo.

Asentí con la cabeza, Harry me condujo hasta el auto oficial, las puertas traseras estaban abiertas así que decidió dejarme allí depositandome con cuidado.

Durante todo el viaje no se separó de mi, con la luz del día podía verlo mejor, sus rizos color chocolate caían por sus hombros, tenia el rostro fijo por sus cejas bien marcadas, siempre concentrado, pestañas cortas, ojos verdes como las hojas, su camisa con los 2 primeros botones abiertos dejaban ver una cadena, era guapo, además como buen alfa, era grande y fuerte, tonificado, puesto que me había cargado sin problemas.

Yo lo miraba ruborizado, tenia su chaqueta puesta, ahora olía como el.

El cansancio cerraba lentamente mis ojos.
Me recosté sobre su hombro, no pareció incomodarle, poco después caí dormido.

Cuando llegamos me cargo hasta dejarme en la camilla de la enfermería, a pesar de que le dije muchas veces que no se molestara que yo trataría de llegar solo el insistió sin darme tregua.

El doctor beta me revisó, dijo no era nada de gravedad, vendó mi estómago y me dejó descansar unas horas.

A penas desperté vi varios alfas alrededor de mi cama, me asuste inmediatamente poniéndome alerta.

Sentimiento Increíble - |l.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora