Miedo y escalofrío. Eso sentía al caminar por el pasillo de la escuela. Parecía una de esas películas de terror donde había que llegar al lugar seguro y todo terminara, pero esto recién empezaba. Era en lo único que podía pensar mientras mis pies devoraban baldosa por baldosa, también volvían recuerdos a mi mente sobre mi infancia, sobre los momentos que pasé en este lugar.
Debía hacerle caso a mi madre, tenía que hablar con alguien para contarle mis problemas y liberar la presión de mi cuerpo de una vez, siendo totalmente libre. Me detengo, ya había llegado a la puerta de mi salón, levanto la cabeza y miro el cartel pegado donde yace el nombre del curso 5ºA (Nivel Primario). Si, demasiado chico para sufrir demasiados problemas. Sin pensarlo tomé el picaporte, lo giré y abrí la puerta. Avanzo y noto la mirada de mis compañeros, dejándome helado, me miraban como si fueran cámaras de seguridad.
_Buenos días alumno Rodríguez_ me saluda la profesora, sorprendida por el horario. Ella era una mujer de ojos celestes, pelo negro con rulos y dientes perfectos. Fabiana.
_Buenos día profe_ respondo, sintiendo las miradas y comentarios de mis compañeros. Siempre era lo mismo, una burla, un comentario y una risa al final.
_ ¿Tarde? _ me pregunta.
_Me quedé dormido_ mirándola a los ojos, mientras mis compañeros se tomaban el rato libre.
_Tengo que anotarte el tarde, ¿Me permitís el cuaderno? _seria.
_Está bien_ abriendo mi mochila. Lo encuentro y se lo entrego.
_Gracias. Podes ir a tu asiento_.
_Denada profe_ acomodando mi mochila.
Camino por el pasillo mientras me observan varios de mis compañeros, hasta que llego a mi asiento, sin nadie que me acompañe. Solo, como siempre.
Abro mi mochila nuevamente pero esta vez saco mis materiales (Carpeta, cartuchera, libros, etc.). Fabiana, la profesora de literatura, nos explicaba con muchos detalles un tema sobre las creaciones. Las creaciones escritas, mejor conocidas como novelas.
Me encantaba leer, todo el tiempo, leer despejaba mi mente de la realidad. Me llevaba a otro mundo en el que yo solo podía imaginar. Gracias a ella leíamos cuentos, pero eran cortos, ya que el año no nos alcanzaba.
_Bueno alumnos_ empieza a decir. _Tuve la idea de no tomarles evaluación y que realicen un Proyecto_.
Algunos murmuran sobre aquello. Ideas empezaban a invadir las cabezas de mis compañeros, al igual que la mía.
_Este proyecto constará de una producción escrita_ en otros términos. _Es decir, que ustedes crearán su propia historia, con temática libre_.
Sin temor, alzo mi mano para sacarme una duda. La profesora me da la palabra.
_ ¿Nosotros...? _ empiezo a preguntarle, pero me detengo por los nervios.
_Tranquilo Franco. Te escucho_.
_ ¿Nosotros podemos hacerla con capítulos? _liberando la presión.
Algunas personas hablan encima de mí y otras se ríen.
_Silencio_ dice la profesora. _Cuando un compañero habla, se lo escucha. ¿Todavía no lo aprendieron?_.
_A mi me parece una buena idea_ escucho que alguien dice. Esa vos me deja helado, la reconocería en cualquier lado.
_ ¿Cómo? _ susurro, sin que me escuche.
_ ¿Podemos enumera por capítulos? _ pregunta la chica, al igual que yo.
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SIN SALIDA
Teen FictionFranco Rodríguez es un chico de diez años, estudia en el Colegio San Cayetano y está en el quinto grado de Primaria. Es tímido y se le es difícil abrirse a la hora de hacer amigos. No tiene a nadie, no habla con nadie. La soledad es su única compañí...