-Capitulo 3-

93 15 0
                                    

La campana suena, los cuarenta minutos de clase habían pasado. La profesora nos saluda y abre la puerta para que empezáramos a salir. Todos se levantan y salen apurados, excepto yo, que camino normal, sin prisa, con una sonrisa en mi rostro, que la disimulaba porque llamaba la atención. Eso me causaba problemas, demasiados. Dos compañeros pasan a mi lado, uno de ellos me pone el pie, me tropiezo y caigo al piso. Ellos siguen su rumbo como si nada hubiese pasado, en cambio, yo estaba inmóvil, sin ayuda. Tirado en el suelo.

Cuando empiezo a acomodarme veo que una mano se acerca a mí.

_Tranquilo, no hay rencor_ me dice Paloma.

_Gracias_ después de parame. Agradecido por su ayuda.

_Te molestan seguido, ¿no? _ intentando hablar del tema, nuevamente.

_Si, siempre. Y sé que lo hacen porque soy débil y tonto_.

_No te lo creas_ responde. _Tuviste valor para hablar conmigo después que te deje. Sos una persona valiente_.

_ ¿Vos crees? _curioso.

_Es la verdad, te lo dice una persona de confianza_ responde. _Yo te conozco más que nadie, o así era_.

_Creo que todavía me conoces, estoy seguro_ con una sonrisa en mi rostro.

_Espero nunca haber perdido la confianza. Sabes que si algo te molesta me podes contar, somos amigos y siempre voy a estar_.

_Confío en vos_ respondo. _ Pero hay algo que todavía no me cierra_.

_ ¿De qué hablas? _mientras seguimos caminando hacia el patio.

_Me refiero a esto, nunca me lo esperaba_ hablando de mi. _Es tan raro que se parece a mis sueños_.

_Por eso decidí yo también intentar esto_ tensa. _Soñé algo raro, con vos_.

_ ¿Enserio? _impresionado. _Mis sueños no son siempre los mismos, pero cuesta superarlos_.

_Y caer en la realidad_ terminando mi oración.

_Exacto. Ahora contame, ¿Qué fue lo que soñaste?, no puede ser nada grave_.

_En realidad..._ empieza a decir. _Lo fue, se que fue un sueño, pero se sintió real_.

Asiento.

_Estabas vos solo, junto a una pared. En eso uno de los chicos empieza a pegarte, te agarra del cuello y te tira al suelo, dejándote sin vida_.

_Palo..._ me detengo y trago saliva. _Me erizaste la piel. Enserio, tenes que estar tranquila, sabes que fue solo un sueño_.

_Cuando me levanté estaba transpirada y muy nerviosa_ paranoica. _Me había parecido bastante real, perdoname_.

En ese momento, le temblaban las manos.

_No tenes porque preocuparte_ tomando aquellas manos. _Nadie puede hacerme daño, no mientras todo siga igual que siempre_.

_Eso me preocupa_ explicándome más. _Me preocupa que este cambio alteré tu futuro, que yo sola no tuviese que hacer este cambio. Más personas deberían darte una oportunidad_.

_Esas personas son aquellas que no me conocen y no saben nada de mí. Son las que se fijan en las cosas negativas de todos, incluyéndome _.

_Solo espero que las cosas cambien_ con fe. _Prometo estar más tranquila ahora que se lo cuento a alguien Fran_.

Asiento.

_ ¿Y vos? _ me pregunta. _ ¿Vas a contarme sobre tus sueños? _.

_No creo que sea una buena idea_ mirándola a los ojos.

_Estoy para escucharte amigo. Empieza_.

_Algunos de los que sueño siempre son días como estos, en donde estoy con amigos, todos juntos_ empiezo a contarle. _Días que solo mi cabeza inventa_.

_No te hagas más la cabeza con el pasado_ me dice. _Tenes una amiga, ese es el presente_.

No puedo evitar y libero una risita.

_Pero a veces son otros sueños, son sobre cosas que nunca viví. Nunca las pude entender_.

_ ¿A qué te referís con "Cosas que nunca viví"? _confundida.

_A cosas que no pertenecen a mi vida, o tal vez pertenecen a otra vida_ respondo.

_Yo creo en eso. En la otra vida, la reencarnación de la vida para tener miles de oportunidades. Es igual que un juego de simulación_.

_También creo, pero lo digo por mis sueños, no por cosas que escuche de otras personas_ retomando el tema.

_ ¿Qué es lo que ves? _curiosa.

_Sueño que soy más chico estoy junto a más personas de mi edad, no en el jardín, sino en un lugar en donde hay monjas_ recordando.

_ ¿Un convento? _entre risas. _Sí que es raro_.

_No, no es un convento _ serio. _Estoy caminando hasta que una de las monjas me agarra y me lleva a un lugar el cual me impide ver, pero dos personas en particular me esperan_.

_Enserio que es raro_ asombrada.

Me rio por su cara.

_Pero como te digo, sé que no es importante porque no me preocupa_ con una sonrisa.

_Si es de tu otra vida, como decís, debe de ser un mensaje_ pensando. _Todo tiene una respuesta en la vida_.

_No me voy a preocupar, debo haberlo vivido. Como todos_.

_Sigo preocupada por mi sueño, tengo miedo de que pueda ser un mensaje_ tensa.

_Quedate tranquila_ aliviado. _Anda con las chicas que te deben estar esperando_.

_ ¿Seguro? _ me pregunta. _ ¿No queres que me quede? _.

_Estoy bien, se manejar esta situación como un profesional_ después le sonrío.

Eso creía ella, pero lo que me había contado me había perturbado. No me sentía bien, sentía un dolor en mi muñeca y en mi cuello, como una contractura, empiezo a moverlo suavemente al igual que mi muñeca derecha. Después de la charla, Palo se va con sus amigas y quedo solo.

Apoyo la espalda en la pared y me dejo llevar por el clima. Me dejo caer y me siento, con la espalda apoyada en una pared de ladrillos. Bajo la cabeza y la apoyo en las rodillas. Me siento bien, algo relajado y raro al mismo tiempo.

¿Por qué estaba pasando esto? ¿Era una buena señal?

Al parecer lo era. Empezaba la semana con una sonrisa en mi rostro, lo cual me costaba porque siempre eran los mismos días difíciles, pero esta vez, todo empezaba a mejorar. No fui yo quien hizo el cambio. En parte sí, pero una persona tomó conciencia de todo lo que me estaba pasando y no dudó en ayudarme. ¿Qué hubiese pasado si ignoraba a Paloma? Esa respuesta no me costaba responderla, porque todo hubiese seguido igual. Sin cambios.

SIN SALIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora