-Miércoles, Octubre-
Llego al colegio, mi madre detiene el auto y bajo.
_Buen día hijo_ me dice ella. _Suerte_.
_Gracias ma, igualmente_ respondo. Después empiezo a caminar y paso el portón.
Entro al salón y me siento en mi lugar, tranquilo. Sin que nadie me hable o preguntase por mí. Todo estaba calmado hasta que noto entrar a Ezequiel. Deja sus cosas en su lugar y se dirige a mí.
_Hola_ saludándome, con un choque de manos.
_Hola_ respondo. Ambos nerviosos, fríos.
Después de saludarme vuelve a su asiento. La profesora Fabiana entra con la directora Cristina al salón, no teníamos idea de lo que pasaba.
_Buenos días alumnos_ saluda la directora, a los que habían llegado. _En la clase de Literatura van a tener una suplente_.
_Tengo una reunión con la directora y dos alumnos. Se quedará la profesora Graciela, así que tienen que seguir el proyecto_.
_Por favor, los alumnos: Franco y Ezequiel_ dice la directora. En ese momento ambos nos miramos. Chochando miradas. _Acompáñenme_.
Ambos nos paramos y nos dirigimos hacia ellas. Cruzamos la puerta y tomamos rumbo directo a la dirección.
_Necesito que hablemos_ nos dice la directora, después de sentarse en su silla movible. _Tu mamá nos llamó ayer Franco, nos contó todo_.
_ ¿Qué? _ después miro a Ezequiel, quien también me ve. _Puedo explicarlo_.
_No hace falta Franco_ dice Fabiana. _Yo tengo que darte una disculpa_.
_ ¿Enserio? _con una extraña mueca en mi rostro, sin entender lo que pasaba.
_Tu mamá nos explico bien lo que pasó en el campo, chocaste con Ezequiel que venía corriendo_ me dice. _Lamento mucho no haberte creído_.
_Si_ frío. _Eso fue lo que pasó_.
_Eso explica la lastimadura en la nariz de Ezequiel_ dice la directora.
_Yo también tengo que disculparme Franco, porque no lo hice_ me dice Ezequiel. _Yo venía corriendo y no te vi. Lo siento_.
Me guiña el ojo, estaba entendiendo todo, por completo.
_Gracias_ sincero. _Ya estoy mejor _.
_Bueno, entonces ya está todo resuelto y no hay nada más de que hablar_ dice la directora. _Pueden regresar al salón. La profesora Fabiana irá con ustedes en un momento_.
Ambos salimos de la dirección y caminamos hacia el salón.
_Esta vez yo te cubrí_ en voz baja.
_ ¿Por qué lo hiciste? _.
_Porque aprendí a pensar en los demás, no en mí_ me dice. _Y porque ayer llamé a tu mamá_.
_Sabía que no era del trabajo_ respondo. _Pero, después de todo, del dibujo_.
_ ¿Dibujo? _confundido.
_Del dibujo que Ariel y vos me hicieron. Una obra de arte_.
_Espera_ tomando mi mano. _No hice ningún dibujo_.
_ ¿Enserio? _sin poder entenderlo. _ ¿Por qué? ¿Por qué Ariel te haría eso? _.
_Porque es el idiota del curso, quiere que nos pelemos de vuelta para que los profesores nos vean_.
_No lo soporto_.
Fabiana sale de la dirección y camina hasta nosotros. Entramos al salón y nos sentamos en nuestros lugares.
_Gracias por cubrirme Gra_ le dice Fabiana a Graciela. Después ella se va. _Chicos, pueden seguir con sus novelas, les doy las clases para que pregunten y saquen sus dudas_.
Saco mi hoja y me pongo a pensar, a tratar de saber que podía escribir. Faltaban pocos días para entregar el proyecto y yo seguía sin escribir nada. Me doy media vuelta y veo a Palo.
_ ¿Todo bien? _susurrando.
_Después hablamos_ respondo. _ ¿Cómo vas con el proyecto? _.
_Bien, ¿vos? _ me dice.
_No tengo nada_.
Ella me responde señalando el reloj. Se refería al tiempo, no me quedaban muchos días para crear una novela con una libre cantidad de capítulos.
Puede que pensara miles de cosas, pero nunca me decidía por una, una idea para proyectar en la hoja y que sea una historia única e increíble. Pero quería relatar algo que haya pasado real. Algo para ayudar a los chicos de mi edad.
No quería relatar sobre catástrofes, desastres naturales o viajes familiares. Sino algo con lo que podía ser comprendido y todos entendieran lo que quiero plantear. Plantear lo que siento todos los días al entrar a la escuela.

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SIN SALIDA
Teen FictionFranco Rodríguez es un chico de diez años, estudia en el Colegio San Cayetano y está en el quinto grado de Primaria. Es tímido y se le es difícil abrirse a la hora de hacer amigos. No tiene a nadie, no habla con nadie. La soledad es su única compañí...