SIN SALIDA

-Capitulo 26-

El día se había pasado volando, lo mejor que podía pasar. No podía creer que todo estaba resuelto. Al fin y al cabo pude hacer amigos en pocos días, solamente tenía que abrirme y hablar con las personas, sin tenerles miedo. Pero a veces eso podía jugarme en contra.

_ ¿Pensaste que vas a hacer para tu cumpleaños? _me pregunta mi madre, tomando una caja de cereales del supermercado.

_No quiero que te enojes conmigo_ mientras miraba las galletitas de chocolate.

_Elegite una para merienda_ al verme con hambre.

Tomo la que tiene chispas de chocolate. Mis favoritas.

_Es tu cumpleaños, tu decisión de celebrarlo o no. No voy a interferir en eso_.

_Gracias por entenderme_.

Bajamos del auto y entramos. En la cocina mi madre había preparado un rico guiso con albóndigas. La ayudo a poner la mesa y nos sentamos a esperar a mi padre.

Minutos después el llega, nos saluda y se sienta en la mesa a comer con nosotros. Todos juntos en familia.

_Tu mamá me contó de lo que hiciste en el colegio_ me dice mi padre.

_ ¿Enserio? _después de limpiarme la boca con la servilleta.

_ ¿Por qué no? _irónico. _Me gustaría que vos me lo contarás_.

_Si, perdón_ pensando. _Es que, quería esperar más tiempo. Con Ezequiel y Agustín somos amigos hace muy poco tiempo_.

_No dejes a Paloma afuera_ aporta mi madre.

_Cierto_ entre risas.

_No sabes lo orgullosos que estamos de vos_ suelta mi padre. _Nunca bajamos los brazos, siempre tuvimos fe en que tarde o temprano todo iba a cambiar_.

_Gracias_ sonriente. _Yo sigo sin entender la fuerza que tienen en sus brazos, en sus corazones para haberme sostenido todos estos años en mis caídas_.

_Sos nuestro hijo_ mirando a mi madre con un nuevo rostro.

_Siempre te vamos a apoyar. En todo_ añade mi madre.

_Ahora, con respecto a tu cumpleaños_ empieza a decir mi padre.

_Por favor papá, la conversación iba bien_.

Ambos se ríen.

_Solo digo que si no queres invitar a todos los de tu curso. Que solo sean Paloma, Ezequiel, Agustín y vos_ pensando una alternativa. _No vamos a presionarte, es tu decisión. Pero pensalo. Todavía tenes tiempo_.

_Está bien_.

Terminamos de comer y ayudo a mi madre a limpiar.

_Andá a descansar. Yo termino con lo que falta_ guardando unos platos.

_ ¿Segura? _preocupado.

_Segura_ sonriente.

_Te amo_ después de darle un beso en la mejilla.

Entro a mi habitación y cierro la puerta. Me tiro en la cama y me tapo. Quería dormir, en verdad quería descansar después de todo lo que había pasado, pero siempre tenía miedo de lo mismo. Tenía miedo de los sueños, de que me atraparan y jamás me soltaran. Algunos podían ser buenos y otros malos, pero si eran de los malos o los que predecía cosas, sentía que todo podía empeorar.

¿Podría atraparme un sueño? ¿Es verdad que los sueños pueden matarte?

Me encuentro nuevamente en el colegio, estaba en otro salón, todo era tan distinto. No entendía lo que estaba pasando, miro a mi costado, estaba Ezequiel, sentado junto a mí. De repente la profesora se dirige asustada a la puerta del salón. Todo se silencia y algo explota en llamas. El colegio tiembla y todos empezamos a correr, no antes de que todo empiece a caerse pedazos. Empiezo a caer, hasta llegar al suelo. Era suave, al igual que mi cama. ¿En verdad los sueños pueden matarte? Casi muero en el. Pero siempre despertaba a tiempo.

Me despierto, llego al baño y me lavo la cara. Vuelvo a mi habitación y tomo las cosas del colegio. Saco las carpetas, mi cartuchera y acomodo el escritorio. Me había decidido por una historia, tomo la goma de la cartuchera y borro lo que antes escribí "Basada En Hechos Reales" reemplazándolo por "Ciencia Ficción". Escribiría sobre los sueños, sobre poder manejarlos nosotros mismos y poder vencer nuestros temores. Para siempre.

No solo quería que esta novela me ayudara a mí, sino también a la demás personas a las que les pasaba esto. Esa sensación de estar atrapado en una pesadilla, estar a punto de despertarte y no poder abrir los ojos porque el temor y el miedo te siguen consumiendo. Despertar con el corazón en la garganta, latido por latido, respiro por respiro. Sudor por temor.

Estaba seguro que les iba a encantar, estaba llena de cosas maravillosas, un mundo común en el que la realidad sobrepasaba todo. Sabía que tal vez no podía ser la mejor, pero contar sueños, mis sueños. Me iba a servir mucho.

Un mundo nuevo, en donde la realidad sobrepase todo. Lo irreal se convierta en lo real y el mundo en el que vivimos ya no sea el mismo. Pero solamente poder tener el control de todo esto en la noche. Arriba de todo, escribo "Nombre: CONTROL NOCTURNO". El nombre de mi nueva novela.

Después de escribir por un rato, decido descansar y despejar mi mente. Todo para que nuevas ideas llegaran a mí, meto los útiles en la cartuchera y me decido por merendar junto a mi madre.

_Pensé que no ibas a bajar más_ sentada en la mesa del comedor, viendo televisión y tomando mate.

_ ¿Por qué? _entrando en la cocina, para prepararme una chocolatada.

_Siempre bajas más temprano, son las 5:14 _ responde. _ ¿Estabas haciendo tarea? _.

_Empecé a escribir mi novela_.

_ ¿Enserio? _después de tomar un sorbo de mate. _ ¿Sobre qué trata? _.

_Es sobre los sueños_ me siento frente a ella, con mi chocolatada. _Se me ocurrió después de tener todos esos sueños locos_.

_ ¿Es sobre vos? _ me pregunta.

_No, es sobre un adolescente que le encantaba dormir, vivir en el mundo de sus sueños_ adelantando mi trabajo. _Pero empiezan a empeorar cuando sus temores y pesadillas lo amenazan. El intentará dominar y controlar sus sueños con la ayuda de su familia y amigos. Es mucha ficción_.

_Está genial, quiero leerlo cuando lo termines_.

_Espero que les guste_ tenso.

_Les va a fascinar_.

_Eso espero_ después tomo un sorbo de mi chocolatada. _Eso espero_.

Pensaba que la historia era única. El personaje estaba inspirado en mis sueños, pero no era yo. No quería escribir una historia mía. No quería ser yo el centro de la historia.

Porque de mi no había nada que contar.