¿Buena mañana? Eso era en lo único que pensaba mientras caminaba por el pasillo de la escuela, junto a mi mochila colgada en mi espalda, mis compañeros y yo nos dirigíamos a la salida, eran las 12: 10 am. La hora de la salida, en donde volvíamos a nuestras casas. Y yo por primera vez salía con una sonrisa, sin contar las veces que aprobaba alguna evaluación.
Saludo a la profesora y salgo, trato de pasar por todos los padres que obstruían el paso. Nunca se movían, lo único que querían era retirar a sus hijos e irse. Pido permiso y sigo pasando hasta llegar al final de la vereda, desde allí trato de buscar a mi madre.
_Fran, estoy acá_ me grita alguien, levantando su mano a lo lejos. Mi madre recién llegaba del trabajo y me pasaba a buscar.
Sin dudarlo empiezo a caminar hacia ella con una sonrisa en mi rostro.
_ ¿Cómo estas hijo? _abrazándome.
_No tengo palabras_ entre pequeñas risas.
_Parece que todo fue bien. Me alegra verte así, cuéntame_.
Mi madre toma las llaves de su bolsillo y entramos al coche.
_Quiero que este día se repita siempre_ mientras arrancaba. _Sigo sin creerlo_.
_Siento que todo empieza a cambiar desde hoy_ con felicidad.
_Hoy la profesora de literatura nos comento sobre un proyecto_ contándole desde el primer detalle. _Este proyecto es escribir una novela. Yo alcé mi mano y le pregunté si podíamos hacerla por capítulos_.
_Que bueno, ¿Una novela? _algo entusiasmada. _Es gran proyecto, te llevará tiempo_.
_Esa no es la mejor parte_ insistente. _Una chica me apoyo en mi idea, y después se vino a sentar conmigo para hablar. Y era Paloma_.
_ ¿Paloma? _ me pregunta. _ ¿Tu amiga del jardín? _.
_Ella misma _.
_ ¿No se habían dejado de hablar? _algo rara. _Por lo que recuerdo..._.
_Primero pensé en no hablarle, en ignorarla por completo después de que me dejó de lado. Pero hice lo que tenía que hacer_.
_ ¿Una oportunidad? _ me pregunta.
_No mama, hice lo que me dijiste_ explicándome. _ Un cambio, el que tenía que hacer tarde o temprano para darle un giro a mi vida. Pude hacerlo_.
_Y lo lograste hijo, estoy segura de eso_ feliz. _Nunca dude de vos, sos mi hijo y podes salir adelante_.
Mi madre sigue manejando hasta que minutos después nos encontrábamos a la vuelta de casa, me daba cuenta porque ya conocía el barrio. Llegamos y estaciona. Bajamos y centramos a casa. Mi madre cuando me fue a buscar al colegio recién llegaba de trabajar, no había tenido tiempo de poner la mesa, así que no dudo en ayudarla.
_Me lavo las manos y pongo la mesa_ dejando la mochila en una de las sillas del comedor.
_Está bien, mientras voy a hacer unas supremas_ me dice. _ ¿Y qué te parecen unos fideos con manteca? _.
_Riquísimo_ hambriento.
Se ríe.
_Está bien_ responde. Después ella empieza a prepararse.
Entro al baño, abro la canilla de agua fría, tomo el jabón y me lavo las manos. Cuando termino me enjuago la cara. Me miro en el espejo y me seco.
_Por favor no cambies este día_ mirando mi reflejo en el cristal. _Sigue así y mejoraré todavía más_.
Salgo del baño y preparo las cosas para poner la mesa. Los platos, vasos y cubiertos. Después en uno de los últimos cajones tomo el mantel y me dirijo a la mesa a ubicar las cosas.
Minutos después mi madre termina las milanesas y le da su toque a los fideos, ponemos la comida y bebida en la mesa y esperamos a que mi padre llegara. Yo no hablaba mucho con él, era mi padre, sin duda. Pero mantener una conversación padre hijo era difícil, no solo para mí, sino también para él.
_Ma tengo hambre_ sin aguantarme. _ ¿Puedo empezar? _.
_Tu padre se debe haber atrasado_ mirando la hora. _Empieza tranquilo, sino no vas a llegar a gimnasia_.
Tomo una milanesa y busco la botella de agua para servirme mientras mi madre me servía fideos en el plato.
_Buen provecho hijo_.
_Gracias. Tenía mucha hambre_.
Cuando termino de almorzar, levanto mi plato, vaso, cubiertos y los llevo a la pileta del lavado. Termino y saludo a mi madre.
_ ¿Espero a papá? _ tomando mi mochila.
_No pasa nada, andá a descansar, todavía falta para gimnasia. Yo te llamo cuando sea la hora_.
_Está bien ma, gracias_ respondo. Después camino hacia las escaleras, las subo y me dirijo a mi habitación. Dejo la mochila al lado del escritorio y me tiro en la cama, con la ropa puesta. Dejo de pensar en el tiempo y me dejo llevar por la comodidad de mi colchón.
_Franco_ escucho que alguien me dice, pero no logro ver a aquella persona porque todo estaba oscuro. _Franco, es tarde_.
En eso abro los ojos y veo a mi madre.
_ ¿Mama, qué pasó? _.
_Hijo tenes que ir a gimnasia_ me dice. _Levantarte_.
_Me había olvidado_ apurado. _Tengo que cambiarme las zapatillas_.
_Te espero abajo_ antes de salir de mi habitación.
Me levanto y me dirijo al placard para buscar las zapatillas. Siempre las guardaba en la parte de arriba, pero se me complicaba porque había una caja y álbumes en el mismo lugar. Tomo mis zapatillas, las saco y algo cae. Un pequeño álbum de fotos que se titulaba "Recuerdos de Jardín", no lo dudo y lo abro.
Pasaba página por página, viendo todos los momentos que había pasado, hasta que llegue a una foto en particular. El día de mí cumpleaños junto a mis compañeros, los que hoy en día me acompañaban, pero a mi lado, abrazándome fuerte estaba ella. Con unas trenzas en el cabello, Paloma se encontraba a mi lado en ese día tan especial para mí.
En ese momento dejo la foto y miro el reloj 2:00 pm. Estaba atrasado, la clase empezaba a las 2:30, debía llegar un rato antes, tomo nuevamente la foto y la dejo en mi mesa de luz, para que antes de dormir o al despertarme esa imagen dibuje una sonrisa en mi rostro. Recordándome que nunca volveré a estar solo.
Todo empezaba a tener sentido, pero reaccionaba raro y me daba cuenta de eso. Todo era tan nuevo para mí, como si nunca antes lo hubiese vivido. Una nueva experiencia de la que todavía tenía curiosidad.
Dentro del coche, empezando el viaje, deseaba que esta tarde pasara rápido, porque en gimnasia las cosas podían empeorar. No en ni las mejores ni las peores tardes. Pero cada minuto allí era un gran sacrificio para mí.
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SIN SALIDA
Teen FictionFranco Rodríguez es un chico de diez años, estudia en el Colegio San Cayetano y está en el quinto grado de Primaria. Es tímido y se le es difícil abrirse a la hora de hacer amigos. No tiene a nadie, no habla con nadie. La soledad es su única compañí...