-Capitulo 23-

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_Si ahora queres llamar al colegio te lo permito_ le digo a mi madre, después de subir al auto.

_ ¿Fue Ezequiel? _asustada. _Sabía que se chico nunca cambiaría_.

_No ma, fue Ariel_ haciéndola entrar en razón. _Agustín y Ezequiel me ayudaron. Me defendieron_.

_Tenes buenos amigos_ con una sonrisa. _Ellos sí que valen la pena_.

_ ¿Cuándo me ibas a contar? _refiriéndome a lo de esta mañana. _ Que hablaste con Ezequiel _.

_ ¿Te llamaron a la dirección? _.

_Junto a él para arreglar las cosas. El accidente del partido, a eso me refiero_.

_Entonces todo está bien_ con una sonrisa en su rostro. _ ¿Y con Ezequiel? ¿Cómo van las cosas?_.

_Me defendió_ le cuento. _Ariel me pegó, el llegó a defenderme, hasta que Ariel empezó a insultarlo y le pegue_.

_Franco_ frenando en el semáforo.

_ ¿Qué? _serio. _Me defendí, y a mi amigo_.

_ ¿Ahora lo es? _curiosa.

_Parece que si_ entre risas. _Después de eso Ariel se fue y Ezequiel me pidió perdón por todo. Nunca voy a olvidar lo que me dijo: "Nunca tendría que haberte pegado a vos, sino darle una lección a el por arruinar tu vida"_.

_No sabes lo feliz que me pone que Ezequiel y vos se hayan hecho amigos_ estacionando en casa. _ ¿Llamo al colegio por lo de Ariel?_.

_ ¿Hay teléfono? _entre risas. _Igual no creo que la mamá de Ariel no lo haga. El siempre exagera todo_.

Subo las escaleras y me dirijo al baño, en donde me decido a tomar un baño. Abro el agua y me saco la ropa. Me meto dentro y lo último que me queda por hacer es relajarme.

Termino de bañarme y salgo envuelto en una toalla hacia mi habitación. Tomo ropa nueva y me cambio. Cuando termino me meto en el baño y me vuelvo a poner un poco de pomada en la muñeca y en mi cuello, lo que mejoraba su estado.

_Ese cuello esta mejor_ contenta. _ ¿La muñeca? _.

_También, pero tiene su tiempo_.

_ ¿Queres merendar? _.

_No tengo hambre_ después de dejar la ropa en el canasto. _ ¿Hablaste con el colegio? _.

_Les conté lo que me dijiste en el auto_ con detalles. _Mañana los van a llamar a la dirección_.

_ ¿Ezequiel y Agustín? _pregunto. _ ¿Pero que tienen que ver? _.

_La mamá de Ariel también llamo. Creo que no mentiste cuando dijiste que Ariel exagera las cosas _ me dice. _Me dijeron que ya habían llamado y tenían otra historia de lo que había pasado_.

_No puede ser_ frustrado. _Siempre va salir ganando Ariel_.

_Demostrales que tenes razón, decíles todo lo que tengas para decir. Defendé a los chicos y que Ariel sea sancionado_ teniendo razón. _Ezequiel y Agustín están a tu favor, todo va a salir bien_.

_Está bien, voy a tratar de ser positivo. Por primera vez_ entrando en razón. _Voy a usar el teléfono_.

_ ¿Para? _curiosa.

_No voy a hacer nada, solamente voy a llamar a Palo_ antes de subir a mi habitación.

_Está bien. No te metas en problemas_ dándome un golpecito en la nariz.

Tomo el teléfono y me tiro en mi cama. Marco su número, el cual me sabía de memoria y llamo.

(CONVERSACIÓN TELEFÓNICA)

_Hola Fran_ me dice una voz, era la de Palo.

_ ¿Palo? ¿Cómo sabes que era yo? _curioso.

_Mi mamá te agendó en el teléfono_ responde. _Ahora no me podes hacer ninguna broma_.

Me rio.

_Tenes razón. Te extrañé hoy_.

_Yo también _ dejando un segundo de silencio. _Me tenes que contar lo que pasó hoy_.

_Uf. Por dónde empezar. Ponete cómoda_.

_ ¿No queres venir a casa? _.

_ ¿Ahora? _raro. _ ¿Estás segura? _.

_Si, mi mama no tiene problema_ me dice. _Si no merendaste, vení a merendar y hablamos_.

_Dale, genial_ respondo. _Hablo con mi mamá y te aviso. No cortes_.

Dejo el teléfono apoyado en la cama boca abajo y me bajo algunos escalones.

_Ma_ la llamo.

_ ¿Qué? _.

_Palo me invito a la casa, ahora_ respondo. _A merendar, ¿Puedo ir? _.

_Si Roxana no tiene problema te llevo_ asomándose.

_Si, si. No hay problema_.

_Está bien_ me dice. _Ahora me preparo_.

_Gracias_.

Subo nuevamente a mi habitación y tomo el teléfono.

_Me dejaron_ le aviso.

_Buenísimo amigo, te espero_.

(FIN DE LA CONVERSACIÓN TELEFÓNICA)

Cuelgo. Cuando me levanto de la cama noto algo distinto, era porque tenía prisa y nunca lo veía. La foto en la mesa de luz, donde los tres estábamos abrazados. Como olvidarse de ver esta imagen cada mañana. Tomo los pares de zapatillas que iba a usar, me pongo medias y después las zapatillas. Me levanto, acomodo mi ropa y bajo las escaleras, hasta llegar a la cocina, donde mi madre me esperaba.

Salimos de casa y nos metemos en el coche, tomando rumbo a la casa de Palo.

_ ¿Cómo vas con el proyecto hijo? _me pregunta mi madre.

_Algo retrasado_ respondo. _Todavía no lo empecé_.

_ ¿Todavía? _curiosa. _No queda mucho tiempo_.

_Es que no tengo ninguna idea sobre que puedo escribir. Quiero escribir algo Basado en Hechos Reales, pero mi vida no es tan interesante como para escribir una novela_.

_No digas eso, además, si ves que con esa categoría se te complica busca otra_ como consejo.

_No quiero darme por vencido_.

Mi madre pasa por el colegio, lo que me causa rechazo al verlo otra vez. Pasamos unas calles hasta llegar a la casa de Palo. No la recordaba mucho, pero ella vivía a pocas calles del colegio, era algo totalmente loco. Vivir cerca de tu colegio. Palo era de las que a veces llegaba tarde, y todos nos preguntábamos ¿Por qué llega tarde si vive cerca? Ni ella misma podía responder esa pregunta.

Mi madre estaciona y toca bocina, la casa no tenía timbre. Bajo del auto y espero parado. Sentía que este día iba a ser distinto a los demás. No solo porque pasaría la tarde con Palo, si no porque sentía que hablando de lo que sentía todo iba a mejorar.

SIN SALIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora