_Espero que hayan podido completar la guía_ dice Claudia, mi profesora de Biología Una mujer de pelo castaño y lacio, con ojos verdes claros. _Voy a llamar por lista_.
Empiezo a pasar las hojas hasta llegar a la guía. La profesora toma la lista de alumnos y se empieza a fijar los nombres.
Las horas en el colegio eran interminables, lo único que quería era que este día terminara. Siempre era lo mismo, los días más hermosos pasan como el viento y los peores tienes que afrontarlos de la mejor manera posible. Todo a su tiempo. Lo que más deseaba en este momento era que el año terminara y poder estar de vacaciones sin ver las caras de mis compañeros.
Me sentía presionado, pero no era ni por la bufanda que me causaba un poco de calor y tampoco por la profesora, sino por Ezequiel que seguía mirándome de reojo a cada rato. Algo quería y de eso estaba seguro. ¿No se animaba a hablarme o acercarse a mí? Después de lo que había hecho era una estúpida pregunta la que me hacía.
Terminamos de corregir las la guía de Biología, todos empiezan a hablar con sus amigos, menos yo, que me quedo solo. La profesora nos había dejado los quince minutos de la clase libres para que descansáramos, pero ya nos había dejado tarea para la próxima clase.
Veo que Paloma se para y se dirige a la profesora. Después ella se acerca a mí.
_ ¿Qué paso? _mientras ella se sentaba al lado mío.
_Le pregunte si me podía sentar con vos _ algo seria. _ ¿Como lo llevas? _.
_No sabes la presión que estoy haciendo con los pies_.
_Es horrible tener que guardarte todo esto _ todavía seria. _ ¿Cómo te puedo ayudar amigo? _.
_Me encantaría que Ezequiel deje de mirarme, solamente eso_ con una risa irónica. _Perdoname, es que..._.
_Sos la persona menos indicada para pedir perdón_ trata de ver a Ezequiel. _ ¿Querrá hablar? _
_Sería un idiota si ni se anima en acercarse a mi_.
_ ¿No estás siendo un poco duro? _en voz baja.
_ ¿Yo? _entre risas irónicas. _Después de lo que él me hizo no puedo hacer nada peor_.
_Quien sabe, ¿Y si el..._ empieza a decirme. _ ¿Y si él quiere disculparse? _.
Sigo escuchándola. No entendía a donde pretendía ir esta conversación. Ezequiel en el medio de todo. No me extrañaba.
_Lo conozco Fran, el nunca es así con las personas. Quizá entró en razón y quiere disculparse_.
_Puede que tengas razón, pero no creo perdonarlo. No puedo seguir siendo el chico tonto que deja pasar todo. Cada burla, cada empujón, cada golpe. Lo escondo_ mirándola a los ojos. _También te mira a vos, el te conoce y sabe que yo te conté todo. Ve a tu asiento amiga_.
_Como vos quieras Fran_ antes de tomar la decisión de levantarse. _Pero pensá que posiblemente no seas vos el único que planea un cambio en su vida_.
_Ezequiel, ¿Cambiar? Por favor amiga_ entre risas. _No lo hago por lo del campo de deportes. Vengo arrastrando esta pesada bolsa por años y es hora de vaciarla_.
_Si te acordaras quien era quien en el jardín_ responde. _Con intentar no perdes nada _.
Palo vuelve a su asiento. Cuando me fijo en Ezequiel, veo que todavía seguía fijándose en lo que hablábamos con Palo, pero ahora solo me miraba a mí. Me había decidió que si en el recreo seguía así le iba a hablar.
Sus ojos se reflejaban en mí. Mientras chocábamos miradas me remango el buzo, sintiendo el dolor en mi muñeca. Él lo nota y se queda mirando, pero se da cuenta de algo y se da vuelta. Sin verme más.

ESTÁS LEYENDO
SIN SALIDA
Fiksyen RemajaFranco Rodríguez es un chico de diez años, estudia en el Colegio San Cayetano y está en el quinto grado de Primaria. Es tímido y se le es difícil abrirse a la hora de hacer amigos. No tiene a nadie, no habla con nadie. La soledad es su única compañí...