_Chau _ saludando a Palo con un abrazo. _Nos vemos el Lunes_.
_Nos vemos Palo_ le dice Ezequiel, antes de irse.
Palo se va de mi habitación, quedándome junto con Ezequiel. Ninguno de los dos hablaba, solamente mirábamos el interior de la casa, nerviosos.
_ ¿Queres hablar de algo? _le pregunto.
_Ya no sé que contarte_ riendo un poco. _Sabes casi todo sobre mí. Pero yo no de vos_.
_No sé por dónde empezar_ le digo.
_Digas lo que digas estoy acá para escucharte_ me dice. _ Y siempre voy a estar, firme al lado tuyo_.
_Suena chocante_ suelto. _No es para que te enojes, obvio. Pero confiar en vos, no sé. Es raro_.
_Te entiendo, yo también tendría mis dudas_ irónico. _Nunca le había jurado mi confianza a nadie y..._.
_ ¿Y? _ repitiendo, al final de él.
_No sabes lo mal que me siento_ empieza a decirme. _Siento que la sorpresa que prepare con Palo y con tu mamá no va arreglar nada. No entiendo porque hice lo que hice, porque te lastime_.
_Eze_ apoyando mi mano en su espalda.
_Perdón Franco_ suelta. _Nunca quise lastimarte_.
_Fueron días, en los que me di una oportunidad, pero también te la di a vos_ le cuento. _También te di mi confianza. Me hablaste de tu pasado cuando no lo hiciste con nadie_.
_No te das una idea el miedo que tenía por dentro cuando Ariel empezó a insultarme_ me confesó. _Iba a pegarle, el estaba sacando mi peor lado, pero vos interferiste e hiciste que mi ira calmara_.
_Era lo menos que podía hacer_ con una sonrisa. _De todos modos se lo buscó_.
Ríe.
Me lo quedo mirando. ¿Cómo cambió tanto? No lo sabía. En ese momento mira algo particular en el escritorio, se para y lo toma.
_Esta misma tengo_ sonriente. _Que tiempos... Ojalá volvamos a esto_.
_Creeme, no hace falta_ comento. _Estamos en un nuevo comienzo_.
_Es una de las oportunidades más grandes en mi vida, no la voy a desperdiciar_.
_Sé que no lo vas a hacer_ confiando en el.
_ ¿Entonces? _ sentándose nuevamente. _ ¿Qué me vas a contar? _.
_Puf, por dónde empezar_ entre risas. _Me gusta mucho leer, mi color favorito es el azul, pero no cualquier azul, el azul marino. Me encantan los animales. No sé _.
_ ¿Y el deporte? _.
_No por favor_ dándome por vencido. _No me llevo bien con los deportes y por si no te diste cuenta todavía odio el fútbol_.
Se ríe, al igual que yo.
_ ¿Pero el vóley? _recordando el partido que jugamos juntos. _Tenes buena mano_.
_Es divertido, no voy a negarlo_.
_Tus saques son los mejores_ excitado. _ ¿Te acordas? Cuando le diste a la pelota, pasó por la red y cayó justo delante de la cara de Ariel_.
_Fue un gran partido_ recordándolo todo.
_Fran, enserio quiero pedirte perdón por todo_ decepcionado de su persona. _Espero que entiendas que el que te hizo todo ese daño no fui yo, era mi otro yo, el enojado y resentido con el mundo. Sé que le pegué a la persona equivocada_.
_No sé cuantas veces me vas a pedir perdón_ irónico. _Te perdono amigo_.
_Admito que es imperdonable_.
_Entiendo que fue difícil, para los dos_ respondo. _Pero si nunca hubiese pasado eso, nunca hubiésemos llegado a este momento_.
_Las cosas pasan por algo_ guiñándome un ojo.
Después el timbre suena, mi madre me avisa que habían venido a buscar a Ezequiel.
_Nos vemos amigo_ dándome un abrazo.
_Hasta el Lunes amigo_ respondo. _Cuidate_.
Cruza la puerta y desaparece después de bajar las escaleras. Me tiro de espalda en la cama y miro el techo que me cubría. ¿Qué hubiese pasado si pasaba mi cumpleaños solo? Iban a empeorar las cosas, pero gracias a mis amigos, todo estaba mejor.
Mi madre entra a mi habitación.
_ ¿Cómo la pasaste? _contenta.
_Gracias por la sorpresa, la pase genial ma_.
_Hago lo imposible para verte feliz. Nunca hubiese dejado que lo pases solo_ acariciando mi rostro.
_Me voy a dar una ducha_ suelto. _Tengo tares que seguir_.
_Es tu cumpleaños hijo. Descansa_.
_Tengo que seguir con la novela, las ideas vuelan una sola vez en mi cabeza_ serio. _Si no las tomo ahora desaparecen_.
_Está bien. Yo guardo los juegos, no te preocupes_.
_No ma, enserio, ya hiciste mucho. Después de bañarme acomodo, lo prometo_ con una sonrisa.
El agua estaba tibia, lo que ayudaba a pensar y relajar mi cuerpo. En ese momento me encantaba reflexionar y descansar, sobre todo. Miles de pensamientos llegaban a mí. Sentía que era un lugar de suma concentración para los seres humanos.
Salgo del baño, sumamente relajado. Me seco bien y me dirijo a mi habitación para cambiarme. Mientras mi madre acomodaba el comedor, yo acomodaba mi habitación. Tomo los juegos de mesa y los guardo en el placar, en el estante más alto. Algo me lo impide, la caja de álbumes de mi infancia. La saco, la dejo en el piso y guardo los juegos.
Cuando termino de acomodar me pongo a ver las fotos, las del jardín. Las cuales me hacían emocionar. ¿Y si mi vida fuese una historia? No era tan interesante, pero era una increíble idea, me costaría tiempo pero tenía que borrar la ficción que estaba escribiendo.
Las fotografías me habían ayudado a recordar todos los momentos que pasé con mis amigos hasta el día de hoy. Este sería mi trabajo de Literatura.
¿Mi infancia una historia? No solo la mía, sino la de todos. Toda infancia tiene su historia.

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SIN SALIDA
Teen FictionFranco Rodríguez es un chico de diez años, estudia en el Colegio San Cayetano y está en el quinto grado de Primaria. Es tímido y se le es difícil abrirse a la hora de hacer amigos. No tiene a nadie, no habla con nadie. La soledad es su única compañí...