Esperaba nuevas energías para hoy, nuevos cambios. Algo nuevo y bueno que me vaya a pasar. Al mismo tiempo pensaba que no era el día indicado, porque estaba todo mal, no lograba sacarme los problemas de la cabeza, nunca lo lograba y tampoco podía evitar en pensar en eso.
A esta hora de la mañana ya comenzaba a hacer calor. Palo tardaba en el quiosco, pero la entendía, siempre estaba lleno de gente. Sentado en el cantero, dejo que mi espalda caiga en la pared, relajado, estirando mi cuello. Siento que algo camina sobre mi hombro y veo a una araña. Pego un grito y me la saco de encima.
Lo malo de eso fue que llame la atención de una persona que estaba al otro lado del cantero. Ariel, un chico de pelo castaño, muy despeinado y con desperfecto al hablar. A veces hablaba tan rápido que no se le llegaba a entender, era un problema de nacimiento. Pero no le tenía pena por eso, porque él era uno de los que me molestaba, al igual que Ezequiel.
_ Miren a quien me encontré_ me dice. _ Que paliza que te dio Ezequiel_.
Lo que me faltaba, ya había tenido una mala conversación con una persona, ahora él venía a molestar, como siempre. Con sus preguntas.
_Andate Ariel_ sin moverme de mi lugar. _Si ya te enteraste de lo que Ezequiel me hizo, ¿Por qué no lo vas a felicitar? _.
_ ¿Al marica le dolió? _.
_Lo que me digas no me va a importar_ respondo.
_Se ve que tu papá nunca te enseñó a ser un hombre_ metiéndose con mi familia. _Eso te hizo ser quien sos, un perdedor como el_.
_ ¿Por qué te metes con mi familia? _parándome. _No te hice nada. Quiero que te vayas _.
_ ¿Qué pasa? _ riéndose, mientras escupía al mismo tiempo. _ ¿No te gusta que te digan la verdad? _.
No respondo, solo respiro y me vuelvo a sentar.
_Estas solo, sin amigos, nadie te acompaña. La gente está con vos por lastima, sabelo. Solamente es por lo que te está pasando, después te van a dejar solo otra vez_.
_No te quiero escuchar más Ariel, andate_.
_ ¿Es lo único que sabes decir? _ me pregunta. _Sos un tonto, una persona débil y no te sabes defender. No entiendo como Ezequiel no te mato_.
Empiezo a llorar, pero seco rápido mis lágrimas con el suéter.
_ ¿Qué pasó ahora nenita? _ agachándose.
_ ¿No te cansas de hacerme la vida imposible? _.
_ ¿Vida? _serio. _ ¿Cuál vida? Si vos para algunas personas no existís_.
Lo que me decía en verdad me dolía. No me gustaba que cuando me molestaran se metieran con mi familia o me dijeran cosas como: Suicidate, No tenes vida, Tu vida es una mierda. Todo eso me hacia mal, porque trataba de hacer lo posible para cambiarla.
Detrás de él pasa caminando Ezequiel, a quien no quería ver.
_Eze_ lo llama Ariel. Se acerca y se saludan.
_Lo que me faltaba_ tratando de divisar Palo, pero todavía no salía del quiosco.
_ ¿Qué pensas de él? _.
_Es un tonto_ mirándome. _Le di un buen golpe amigo_.
Ambos se ríen y chocan los puños.
_No los entiendo_ les digo. _Por que en vez de criticarme, vienen y me preguntan como estoy, como me siento o que me pasa. Eso es ser buena persona_.
_Porque no nos interesa_.
_No le interesas a nadie, ni siquiera a Paloma, por eso te dejo solo otra vez. No tenes vida_ me dice Ezequiel. _No sos nadie_.
_Yo nunca me metí con ustedes. Sé que puede ser duro vivir con las cosas que viven, pero esta no es su forma de descargarse_.
Ambos se quedan callados.
_Son unos fracasados_ les digo. Me levanto y empiezo a caminar.
_ ¡Cerrá la boca! _me dice Ariel, tomándome de la muñeca. _No te vuelvas a meter con nosotros, no nos llames más así. Si no vas a ver las consecuencias_.
Miro a Ezequiel, con dolor en mi muñeca. El no hacía nada.
_Te quedas callado cuando te conviene ¿Qué clase de monstruo sos? _ soltándome de Ariel. _Puede que mi padre no me enseñara a pegar, pero, no solo él, también mi madre. Ellos me enseñaron a ser buena persona y ayudar a los demás. Eso les falta a ustedes y a todos_.
Después de enfrentarlos con lo mejor que tenía, mi compañía misma, me decido a caminar.
_Corre marica_ me grita Ariel. _No quiero volver a verte_.
Sigo caminando, hacia el baño. Mientras sigo escuchando algunos de los comentarios choco con alguien. Palo estaba volviendo del quiosco.
_ ¿Pensabas tardar más? _enojado, con lágrimas en los ojos.
_ ¿Y ahora qué? _paralizada.
Rápidamente entro al baño y me escondo en el último de todos, cerrando la puerta con traba. Era un momento difícil para mí, pensar que todo estaba mal y ahora esto empeoraba. Mi felicidad, amistad nunca duraría para siempre. Estaba mal, no me sentía bien. En ese momento siento mucha presión en mi cuerpo.
Me arrodillo frente al inodoro, lo abro y expulso todo. En ese momento libero todo lo que tenía dentro, pero asustado me paro. Confundido de lo que había hecho. No quería convertirme en algo que me mataría, pero me sentía mejor.
Ahora necesitaba estar solo, pensando en que hay gente a mí alrededor que espera mi muerte.

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SIN SALIDA
Teen FictionFranco Rodríguez es un chico de diez años, estudia en el Colegio San Cayetano y está en el quinto grado de Primaria. Es tímido y se le es difícil abrirse a la hora de hacer amigos. No tiene a nadie, no habla con nadie. La soledad es su única compañí...