Bienvenidos al infierno. La dirección, junto con tu profesora y la directora.
Ni siquiera intentaba mirarlas a los ojos. Lo que menos quería eran más problemas de los que ya tenía. Tarde o temprano se iban a enterar, lo sabía, enserio lo sabía. Pero hoy no era el día, créanme.
Fabiana abre un cajón en el que había una carpeta titulada <Cadenas Telefónicas (T.M.P)> (Turno Mañana de Primaria). La abre y busca mi curso, 5ºA, busca mi nombre. Solo había un número y era el de mi casa.
La profesora toma el teléfono y marca. Espera, pero nadie atiene. Lo sabía, por eso no me ponía nervioso. Mi madre estaba trabajando, al igual que mi padre. Fabiana hace un intento más pero nada sucede.
_Nadie atiene_ le dice Fabiana.
_Quedate afuera_ me dice la directora.
Salgo de la dirección y me siento al lado de la puerta, pero me quedo pegado para escuchar su conversación.
_ ¿Algo tenes en mente? _le pregunta Cristina a Fabiana.
_No creo que haya pasado en gimnasia. De eso estoy segura_.
_ ¿Tenes pruebas? _seria.
_Es un chico muy callado, solitario. Muchos de sus compañeros lo intimidan_ empieza a decirle. _Cualquiera pudo haberle hecho eso_.
_Es un buen chico_ contesta Cristina. _Si alguien le hubiese hecho daño no lo diría. No quiere culpar a nadie. Los está cubriendo_.
_Entiendo_ seria. _Pero si fuese verdad, lo que tengo en mente. ¿Cómo pueden ser capaces?_.
_Habla con él_ sin más opción. _Puede que sea una de las alternativas, pero si no te dice lo que en verdad pasó. Busca a la madre a la salida y habla con ella_.
Me pongo algo tenso, mi plan se estaba cayendo a pedazos.
_Vayan al salón _ le dice Cristina a Fabiana.
Me corro de la puerta y me siento normal. Mi profesora sale por la puerta y me da la mano, ayudándome a ponerme de pie.
_Acompañame_.
Después de tomar su mano, ambos caminamos hasta el salón, donde, aunque se que hablaríamos sin que nadie nos escuchara. La directora se enteraría de todos los detalles.
_Estuve hablando con Cristina y quiero que sepas que no soy solamente tu profesora. Soy como tu segunda madre _ tomando mi mano. _Creemos que escondes algo que puede llegar a servirnos para saber quién te hizo esto_.
_ ¿Quién me lo hizo? _serio.
_Estamos para ayudarte_ mirándome a los ojos. _ ¿Alguien te lastimó? _.
_ ¿Eso es lo que piensa? _levantando un poco la vos. Me toco la bufanda haciéndole creer que mi garganta todavía dolía. _ ¿Por qué no me cree? _.
_En realidad no se qué pensar. Miro a todos los chicos a los ojos y los veo incapaces de lastimar a alguien_ pensando. _ Pero pudo haber sido cualquiera. Lucas, Ariel... Ezequiel_.
_Son amigos míos_ mintiéndole en la cara, apretando la planta de mis pies.
_ ¿Enserio? _irónica. _ ¿Por qué no hablas con ellos en el recreo? _.
No respondo. Me daba por vencido.
_Sos un buen chico, un alumno increíble_ juntando nuestras manos. _Y no creo que vayas a culpar a alguien, pero quiero que me hables con la verdad_.
Mi cabeza empieza a dar vueltas, hasta que parpadeo y todo se detiene hasta ponerse en su lugar.
_Ezequiel_ empiezo a decirle mientras mis palabras temblaban.
_ ¿Cómo? _ acercándose más a mí. _Tranquilo Franco, te prometo que nadie se va a enterar_.
Ella mentía, al igual que yo. Estábamos a mano. Listo para la segunda ronda.
_Me choque con Ezequiel, caí al piso y me doble la muñeca_ mirándola a los ojos, con toda la sinceridad de mi vida. _Fue un accidente, chocamos, le pegue en la nariz y yo me doble la muñeca. Eso es todo_.
_Entiendo_ no sabía si lo decía enserio o no. _ ¿Tenes tu cuaderno de comunicados? _.
Era hora de activar mi Plan B.
_Lo deje en casa_ serio. _Mi mamá tenía que firmar mis notas_.
_Está bien_ responde. _Entonces no puedo hacer nada_.
Asiento.
_Excepto hablar con tu madre a la salida_.
_ ¿No me cree? _ fuera de mis cadenas_ ¿Por qué? _.
_ Franco _tratando de seguir la conversación. _Te conozco, conozco a tu madre, se que lo que hubiese pasado aunque sea lo de gimnasia, ella me lo hubiese comentado. Y en base a esto, te veo siempre en los recreos, veo todo. Como los demás se ríen de vos, Ariel, Ezequiel. Ellos no son tus amigos _.
No respondo.
_Se que mentiste, y no te voy a culpar por haberlo hecho, pero hay veces que decir la verdad no requiere culpar a alguien_ hablándome con su mayor sinceridad. _Yo requiero tu palabra y la verdad para poder ajustar las cosas y ayudarte_.
_ ¿Es todo? _sin ganas de seguir escuchándola.
Quería convencerme y lo estaba logrando, por eso tenía que terminar con esto. En verdad quería ayudarme pero no iba a darle el gusto de destapar la verdad. Iba a proteger a Ezequiel, a salvarlo de una verdadera y peligrosa consecuencia. Todo sin saber la razón por la que lo hacía.
Creía que hacía bien en no decirle, al igual que a mi madre. Pero Ezequiel no me daba las razones necesarias por lo que lo salvaba. No me hablaba y lo único que me preguntaba era ¿Por qué? ¿Por qué lo cubría?
Ezequiel, decime vos porque te cubro. Por qué lo hago. ¿Por vos? ¿Por mi? ¿Quién sos o fuiste en mi vida para que te recompense de esta forma?

ESTÁS LEYENDO
SIN SALIDA
Roman pour AdolescentsFranco Rodríguez es un chico de diez años, estudia en el Colegio San Cayetano y está en el quinto grado de Primaria. Es tímido y se le es difícil abrirse a la hora de hacer amigos. No tiene a nadie, no habla con nadie. La soledad es su única compañí...