-Capitulo 10-

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-Paloma-

Miro la televisión, buscando la hora. Las 8:00 pm. Yo seguía haciendo tarea, pero lo hacía porque me gustaba y para que me quedara tiempo libre para descansar o jugar.

En lo que más me centraba era en el proyecto de Literatura, estaba en el principio. Todavía no había elegido el título, pero estaba quedando asombrosa. Los capítulos eran cortos, pero aun así estaba quedando como una novela real.

_Palo_ me llama mi madre.

_ ¿Qué ma? _en voz alta, para que me escuchara.

_ ¿Me ayudas a poner la mesa? _.

_Ya voy. Esperame_.

Guardo mi hoja en la carpeta y salgo de mi habitación.

_ ¿Cómo te sentís? _apoyando se mano en mi frente.

_Estoy bien_ respondo. _No tengo fiebre_.

Juntas seguimos poniendo la mesa hasta que se oye una bocina. Mi padre necesitaba que le abriéramos el portón para que entrara. Mi madre sale y lo ayuda a entrar la camioneta mientras yo termino de poner la mesa.

_Hola princesa_ me dice mi padre, entrando a la cocina.

_Hola pa_ corriendo a darle un abrazo.

_ ¿Cómo fue tu día en el colegio? _ dejando las llaves en la mesada.

_Genial, tengo que hacer una novela para Literatura_ contenta.

_Que bueno hija_ responde. _Pero no pareces contenta por eso _.

_No es nada pa. Enserio_ evitando seguir la conversación.

_ ¿Es tu amigo Franco quien te preocupa? _.

_Pero... ¿Cómo? _.

_Todas las noches te escuchamos gritar su nombre, sueñas con el todo el tiempo y sabemos lo mucho que lo quieres_ apoyando su mano en mi hombro.

_No son los mejores sueños y trato de evitarlos_ con lágrimas en mis ojos. _Quiero verlo feliz, pero cada día que pasa veo su cara y sé lo que quiere. Quiere irse, irse de este mundo_.

_Lo único que él necesita es alguien que lo escuche, y esa sos vos _ comenta mi madre. _No lo dejes ir hija. Una persona siempre necesita un amigo para hablar_.

_No dejes que los demás se aprovechen de él_ suelta mi padre. _Sos una persona llena de valores y si das el bien lo vas a recibir_.

_Si ese es tu deseo, se va a cumplir_ dice mi madre, abrazándome. _ Solo dale tiempo_.

_Los amo. Gracias por enseñarme todos los días algo nuevo_.

_Siempre podes preguntarnos lo que quieras_ comenta mi pare, peinando mi cabello. _Vamos a la mesa_.

Mi padre se dirige al baño para limpiarse mientras mi madre y yo terminamos con la comida. Mi padre vuelve a la cocina y nos sentamos los tres a cenar. Mi madre nos sirve a ambos, después se sirve ella y empezamos a comer.

_ ¿Segura que no necesitas ayuda para levantar la mesa ma? _ le pregunto nuevamente.

_No hija, estoy muy segura_ responde. _Descansa_.

Estaba muy cansada, me dirijo a mi habitación y trato de continuar con la novela para Literatura. Ya había escrito dos capítulos, me faltaba terminar otro y después descansaría. Cuando la gente habla de sus problemas se siente bien, cuando tiene el apoyo de sus personas más confiadas se siente bien. Deja que toda esa ira y presión salga con cada palabra.

Mi cambio era fácil de planear pero difícil de realizas. Llevar a cabo esta amistad después de herir a Franco como lo herí, después de soltar su mano. Nunca me lo voy a perdonar, pero estaba preparada para darme una oportunidad a mí misma.

Acomodo mi cama, lista para dormir. Me meto en ella y me tapo. Empiezo a moverme hasta acomodarme de una vez. En ese momento empiezo a relajarme, como siempre solía hacerlo, como todas las noches. Empiezo a sentirme cansada y el sueño me encuentra antes de que lo encontrara por mi misma.

Me había quedado dormida. Me despierto y estaba sentada en una mesa. No era la mesa de mi casa, sino la de Franco, la conocía porque de pequeña jugábamos en su comedor. No había cambiado mucho de lo que la recordaba. En ese momento escucho gritos, gritos que venían de una habitación. Era el, podía reconocer su voz.

Subo las escaleras a toda velocidad hasta llegar a su habitación, la puerta estaba abierta, antes de que entrara esta se cierra de golpe, como si fuese arrastrada por el viento.

_Franco soy Palo_ golpeando la puerta. _Abrime por favor_.

Se siguen escuchando gritos y cosas que caen al suelo, el estaba sufriendo y no sabía por qué. Luego se escucha otro grito, un grito de dolor y un golpe. Después todo era silencio.

_ ¿Franco? _ pregunto. _Franco, ¿Estás bien? _.

Recuerdo que en otro sueño grité y tiré las paredes abajo, ahora debía hacerlo para derribar la puerta. Pego un grito y la puerta empieza a temblar, le pego un golpe y cae. Entro rápidamente al cuarto y lo encuentro en el suelo. Sin vida.

_ ¿Qué hiciste amigo? _mientras lo abrazaba el cuerpo, con lágrimas en los ojos.

Veo que sus muñecas estaban cortadas. No paraba de sangrar. Pego un grito y despierto, en mi habitación, toda transpirada, con el corazón en la garganta a punto de explotar.

Otra visión que no pude controlar, algo que para mí fue tan real que mi corazón no se calmaba con mis débiles respiraciones.

¿Esto se iba a cumplir? ¿Qué significaba?

SIN SALIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora