25.

22.9K 1.6K 73
                                    



David.


Me estaba calentado la comida que hizo Santi ayer metiendo al microondas, recibía llamadas de negocios que tenía, me senté a comer en la mesa y revisaba algunos documentos, tome un poco de la limonada y seguía leyendo, es fin de semana y Santi a veces viene y otras no, espero que hoy venga.

Recordé que ayer Alan se iba a mudar a su nuevo departamento con su novia, deje los documentos y mi plato vacío, saque mi celular que estaba en los bolsillos de mis jeans, me metí a las redes sociales y entre al muro de Santi, donde ponía estados de que pensaba y una que otro video o imágenes, he pensado mucho si debería mandarle solicitud de amistad, pero no sé cómo lo tome, vi que cambio su foto de perfil, vi la foto, hacia una pose mandando un beso y giñando un ojo, se veía adorable en la foto, solo se veía su camisa de cuadros roja y tenía puestos unos lentes, su cabello estaba acomodado y tenía puesto un gorro de lana.

Después de un rato en mi oficina revisando documentos y enviándolos, oí el sonido que hace el ascensor, vi la hora 2:26 p.m. debe ser algún paquete que recibí, me levante de mi lugar y abrí la puerta, salí de ahí y vi a Santi dejando sus cosas en el armario de la entrada, me vio y se sonrojo viendo al suelo.

– B-buenas tardes seño... David. – saludo y corrigió.

– Hola Santi, pensé que no vendrías. – dije y negó, tenía puesta la misma camisa que en su foto y sus lentes, sin su gorro de lana, unos jeans azules oscuros un tanto pegados a su cuerpo y unas zapatillas.

– ¿Ya comió? Puedo hacer algo de comer – dijo, negué.

– Solo almorcé lo de ayer –conteste y asintió, se arremango las mangas, se puso el mandil verde y se lo ato un moño con los tirantes.

– ¿Que desea comer señor David? – pregunto.

– Lo que sea, mientras lo hagas tu Santi – dije y vi sus mejillas sonrojarse.

Me acerque a Santi, tome su barbilla para alzarla y ver esos hermosos ojos verdes brillantes, me encantan estos ojos y esas mejillas sonrojadas, sus labios rosas ligeramente entre abiertos viendo esa lengua rosa, quiero probarlos y sentir ese sabor y más esa corriente eléctrica en mi espina, me acerque a Santi y roce esos labios, vi su rostro, tenía sus ojos cerrados y sus mejillas sonrojadas, hice que el beso fuera más profundo, me encantan estos labios, un sonido hizo que Santi se separa de mí.

– L-lo siento – dijo y se separó de mí, asentí en señal de que no había problema. – Gael... – su amigo, será cierto lo que me dijo Alan – Si, no te preocupes, después saldremos a divertirnos – lo vi sonreír ¿Saldrán? – No, no estoy triste... E-estoy trabajando – dijo lo último en voz baja viéndome de reojo, me fui a la sala.

Vi los documentos que estaban en la mesa y los tome, empecé a revisarlo y verlos, tenía que firmarlos y hacer más cosas, tenía que hablar con los nuevos socios, ya compre el lugar de trabajo y solo faltan algunas cosas que hacer para finalizarlo aunque me falte más para el futuro de mi empresa. Saque mi portátil y empecé a trabajar, muchos correos que me envían y tengo que contestar.

– Lo siento, era mi hermano – dice mientras guarda su celular, negué.

– No te preocupes – dije y seguí con lo mío.

Santi se fue a la cocina y lo veía de vez en cuando por la ventana que daba paso a la cocina, mientras tecleaba cosas, veía los movimientos que hacia cuando se pasaba de un lugar a otro sacando cosas de la alacena y refrigerador, de vez en cuando me veía y desviaba la mirada para que pensara que no lo estaba viendo.

Bebé (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora