Santiago. (Es el de la foto, todo un uke *0*)
Me despertó el sonido de mi celular, me despertó de golpe, abrí los ojos y sentí un inmenso dolor de cabeza, los cerré de nuevo para poder soportarlo, sentí que algo tocaba mi espalda, abrí los ojos y vi a David dormido, otra vez me quede dormido en su departamento, pero me gusta estar así tan tranquilo con él.
Me acomode mejor en su pecho pero un dolor insoportable me dio en mi oreja, fue mucho el dolor que empecé a quejarme, lo malo fue que me toque y me dolió más, grave error.
– ¿Santi? – pregunta David con su voz ronca.
– Lo siento, te levante – me disculpe, me empezó a acariciar mi cabello acomodándomelo.
– No te disculpes cariño ¿Te duele la oreja? – pregunto y sentí mi corazón acelerarse más con sus dulces palabras, me sonroje.
– ¡Ya cállense! ¡Par de melosos! ¡Me dan diabetes con tanta dulzura! – dice una voz, volteo y veo a los gemelos tirados en el suelo. – ¡No comprenden el sufrimiento de los solteros! – se queja Gaby, David empezó a reír.
– ¡Maldición David! Me duele la cabeza – se quejó Dani.
– Deberían conseguirse a alguien que los quiera, sino envejecerán solos – se burló David alzando la voz.
– ¡Mierda! – Se levanta Gaby agarrándose la nariz – ¿Que mierdas hice? – dice alterada, se levantó como pudo del suelo y se fue al baño – ¡NO! ¡Mi hermosa cara!
– Me pica la nariz – se quejó Dani.
– Ni te la toques que te dolerá – le advirtió David.
– No me digas que me la perfore – dijo y asentí viendo ese pequeño diamantito.
Recordé que a mí también me dolía la oreja ¿Me la abre perforado? Espero que no, no quiero ver la reacción de mi madre cuando me lo vea, aunque debo verme genial con él, trate de tocarme la oreja pero la mano de David me detuvo.
– Ni lo pienses – me advirtió, asentí.
– ¿También lo hice? – pregunte, asintió. – ¿Se me ve bien? – pregunte y me sonrió.
– Si, se te ve bien, aunque no te creí capaz de ponértelo pero lo hiciste – dijo.
Solo oí las quejas de Gabriela desde el baño diciendo que demandara al tipo que le hizo la perforación y que averiguaría en lo más recóndito del mundo para ver quien fue el causante de ese orifico en su nariz, solo escuchábamos las quejas, veía que Michel le preguntaba cosas y ella le contestaba, decía que se nos veían geniales y eso me agradaba.
Nos sentamos en la mesa a desayunar, mejor dicho a almorzar, eran las 11:07 a.m. hice de comer huevo estrellado, tocino, pan tostado con mantequilla, cafe, jugo de naranja y crepas con mermelada de fresa y de moras, todos comíamos mientras tratábamos de acordarnos que paso ayer, solo recuerdo que fuimos a un antro y comencé a hablar con David y tomamos, después todo es borroso, ni recuerdo cuando me perfore la oreja.
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Bebé (Yaoi/Gay)
RomanceGael Smith, un chico de 19 años, de estatura un metro sesenta y cuatro, estudiante de leyes, es uno de los mejores de su generación, en el día él es un chico lindo y adorable. En las noches, sale a divertirse con hombres de su edad o más grande que...