Gael.
Tenías que calmar a mi madre, estaba hiperventilando, estábamos todos nerviosos, la secretaria de mi padre le había hablado toda nerviosa pero gracias a la paciencia de mi madre, pudo tranquilizarla, le comento que mi padre estaba en el hospital, no podíamos ir, estábamos nervioso y en el camino podríamos tener un accidente, tuvimos que hablarle al chofer de mi madre, que quien sabe dónde estaba, maldita sea.
– Mama, respira, ya deben estar en el hospital, ellos se harán cargo – decía Joe.
– Mierda – me mordía las uñas, Alan me abrazaba pero estaba más nervioso que nunca.
– Yo los llevare, ninguno de ustedes puede manejar en su estado – dijo Alan. – Vamos amor.
Sostuvo mi mano y lo seguimos, Joe abrazaba a mi madre tratando de sostenerla y tranquilizarla, ya quería estar en el hospital, no sabíamos porque estaba ahí, la muy maldita de la secretaria de mi padre no nos lo dijo, solo dijo que estaba en el hospital, también estaba nerviosa.
Nos llevó a su auto porque el maldito chofer se tardaba demasiado, cuando lo vea lo voy a despedir, maldita sea. Cargaba a Elliot y el sonido de la alarma quitándose del auto, hizo que abriéramos las puertas del auto, nos adentramos y como podía mi hermano trataba de controlar a mi madre que se veía pálida y sudaba, creo que estaba igual, sentía el sudor frio en mi frente, mi bebé me acariciaba para tranquilizarme.
Alan le pregunto a mi madre si sabía en qué hospital estaba, mi madre le dijo nerviosa en el hospital en el que estaba mi padre, me sentía más nervioso y las luces de los semáforos cuando estaba en rojo eran tan desesperantes, cuando Alan veía que no venía nadie, se los pasaba y nos íbamos, trataba lo posible para llegar más rápido.
Llegamos al hospital, Joe se llevó a nuestra madre, yo espere a Alan y después nos fuimos, el cargaba a Elliot, mientras sostenía su mano.
No tuve mucha comunicación con mi padre pero lo quiero, aunque se haya portado raro cuando era pequeño, hasta que mi madre me lo dijo, mi padre solo me decía "Debes ser el mejor, siempre" esas eran sus palabras cuando estudiaba, que aunque siempre hacia lo posible por que saliera de su boca "Estoy orgulloso de ti", no las he escuchado, de mi madre si pero de mi padre.
¿Qué hijo no le gustaría que su padre le dijera eso? Espero algún día en que me lo diga y poder grabarme esas palabras. Llegamos y mi madre lloraba mientras Joe la abrazaba, mi hermano le gritaba a la recepcionista y enfermeras que le decían que le calmaran.
– Joe – lo tome del brazo. – Hay que calmarnos, alteras a mamá – veía flamas en los ojos de Joe, pero cuando le hable su mirada fue tierna y asintió.
– Vamos mamá – le dijo Joe.
La sentó en la silla y le dijo que le traería refresco y chocolate para que se calmara, necesitaba azúcar, se fue y me senté junto a ella, Elliot levanto sus manitas para que mi madre lo cargara y ella le sonrió y lo abrazo.
– Te quiero mucho pequeño – le decía. – Siempre sabes cómo calmarme.
– Gael – me llamo Alan, me levante de mi lugar y fui con él, no lo vi venir pero me abrazo, me sorprendí pero las lágrimas salieron y recorrían mis mejillas, fui fuerte para que mi madre no me viera pero siempre era débil con Alan a mi lado, podría soportar cualquier cosa pero mientras estuviera a su lado, todo está bien, era lo que sentía.
– Gracias – susurre, me abrazaba más fuerte, me gustaba tenerlo cerca y más en este día tan raro que tuvimos.
– Siempre estaré aquí para ti – dijo, levante mi rostro para ver esos ojos oscuros. – Siempre mi adorable Gael.
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Bebé (Yaoi/Gay)
RomanceGael Smith, un chico de 19 años, de estatura un metro sesenta y cuatro, estudiante de leyes, es uno de los mejores de su generación, en el día él es un chico lindo y adorable. En las noches, sale a divertirse con hombres de su edad o más grande que...