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Alan.


Me levanto la alarma de mi celular, estaba en la mesita de noche y el sonido hizo que se levantara Elliot, empezó a llorar, me levante de la cama y fui a sacarlo de la cuna, me fui con él en brazos hacia la cocina, prepare su biberón y me fui a acostar un rato a la cama, mientras él se tomaba su leche, yo bostezaba, no he dormido bien, no he visto a Gael en días, creo que este es el cuarto día que no lo he visto, Elliot ha estado llorando pero gracias a las cosas que hacia Gael deja de llorar pero después vuelve a llorar y no sé qué hacer.

A veces me dan ganas de salir por la puerta y tocar el timbre del departamento de Gael, pedirle que me ayude pero me da miedo que me diga que ese no es su hijo o peor, que siga enojado conmigo, hoy es jueves, tengo que llevar a Elliot a la guardería y después irme a trabajar, tengo que hacer mandado y lavar ropa.

Casi todos los días nos veíamos pero ahora ya no viene, sé que está enojado porque le grite pero no es para tanto ¿O sí? A veces quiero mandarle un mensaje pero el miedo me gana y no se lo mando.

Después de llevar a Elliot con su abuelita, me adentre a la oficina y ni salude a mi secretaria, avente la puerta y me senté.

Estoy frustrado, no sé qué hacer, lo peor es que no sé porque me pongo así solo por un hombre... Bueno no es hombre es un niño... lindo y pequeño...

¡Dios! Todo por las estupideces de David, a quien engaño, fue mi culpa por andar espiándolo, preferí quedarme con la duda de si es gay, que ahora sé que es.

Mi secretaria me dejo más papeleo en mi escritorio y me dijo que teníamos una junta después, solo asentí, tenía mucho trabajo y más la que me enviaba David, mi vista la tenía en mi portátil, no he avanzado demasiado por tener en la cabeza a Gael.

Me sumergí en mi trabajo, escribiendo, tecleando, firmado, revisando documentos, hoja por hoja en mi portátil, me llegaban e-Mail cada media hora y cada documento tenía treinta a cincuenta hojas, que tenía que leer cuidadosamente para no equivocarme. Oí que tocaban la puerta y después la abrieron.

– ¡Hey...! – entra a mi oficina y tira unos libros en mi escritorio, me sorprendió y deje de ver el portátil – No fuiste a la junta – dice con el ceño fruncido.

– ¿Que? ¿Había junta? – pregunte y el me vio con una ceja alzada.

– Claro idiota, no te lo dijo tu secretaria. – dice mientras se sienta en el sofá.

– Creo que si me dijo, pero tengo muchas cosas en la cabeza que se me olvido. – dije tapándome los ojos con mi brazo.

– ¿Qué te pasa? Andas en las nubes, además, te ves pésimo... ¿No puedes dormir por Elliot? – pregunta, negue.

– No, él está bien, a veces no me deja dormir pero lo calmo y después se duerme. – dije, necesito fumar pero no quiero que mi ropa huela a cigarrillos, mamá me matara si le da el olor, después diciéndome que es malo para el bebé y es verdad, por eso lo deje.

– Entonces, ¿Qué es...? – pregunta, me quito el brazo para verlo.

– Gael... – conteste.

– ¿Quién es ese? – pregunta y yo me le quedo viendo, ya se lo había dicho.

– Es mi vecino, idiota. – dije enojado.

– Ahh... Tu vecino... Espera ¿Tu vecino? – Pregunta y asentí. – ¿Qué pasa con él...? Se te confeso y tu estas en duda, hermano déjame decirte... Que te apoyo en tu decisión y que después me cuentes si te lo follaste. – dice con una sonrisa y yo frunzo el ceño.

Bebé (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora