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Santiago.


Me han seguido mandando mensajes muy extraños, no se quien sea pero me da miedo por lo que dicen, no le he dicho a nadie porque pienso que no son para mi así que trato de no hacerles caso.

Mi padre se fue a otra ciudad a trabajar y me deprimí los primeros días al igual que mi mamá pero ella no lo hacía notar, en las noches la oí hablar por teléfono con mi padre, siempre estaba pegada a el teléfono, mi padre le compro un celular y le enseño como usarlo, además de que le instalo el WhatsApp para conversar con él y tener video llamadas, mi madre se emocionó tanto de como poder usarlo que me manda mensajes por cualquier cosa de "¿Estas despierto?" "¿Cómo van tus clases?" "¿Quieres que te lleve lonche?"

Muy aparte de eso, se le nota más a mi madre su pancita y el crecimiento de mi hermanito, mi madre quiere que duerma con ella así que dormimos juntos en su cuarto, también mi madre cambia constantemente de humor, cuando no estoy a su vista se preocupa y me manda muchos mensajes, en otras ocasiones quiere algo dulce con algo salado como chocolate con pepinillos, se lo doy porque he leído que puede venirse el bebé, así que le doy lo que me pide.


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La alarma de mi celular me despierta y la apago antes de que se despierte mi madre, me levante de la cama y salí del cuarto para ir por mi toalla e ir a bañarme, dejaba que el agua me quitara el sueño, he estado muy cansado estos días pero debo hacer mi mayor esfuerzo por mi mamá y mi hermano, después de mi baño fui a mi cuarto a buscar ropa, una camisa de manga larga gris, unos jeans azules y mis converse, pero antes de eso me puse ropa abajo porque esta frio afuera y me puse un reloj grande.

Baje las escalera y prepare crepas, mientras las hacia vi a mi madre entrar a la cocina, tenía puesta su bata rosa y se acercó a mí por detrás, me abrazo y beso mi mejilla, después se fue a sentar a la mesa, preparaba también café para ella y para mi chocolate caliente. Hice diez crepas y les unte nutella y a otras mermelada de fresa, las puse en la mesa y después las tazas.

– Se ve delicioso. – dice mi madre.

– ¿Cómo te sientes? – pregunte, mi papá antes de que se fuera me dijo que siempre se lo preguntara y que le pasara las noticias del embarazo.

– Bien, hoy tengo que ir al médico. – me informo, asentí.

– ¿Quieres que vaya contigo? – pregunte y negó.

– Puedo ir sola, no te preocupes. – asentí. – Además tienes que ir a tus clases.

– No pasa nada, puedo faltar pero si quieres ir sola no me opondré – dije, acaricio mi mejilla y empezamos a desayunar.

Comenzamos una plática mientras desayunábamos y después fui a cepillarme los dientes al igual que mi cabello, me coloque un gorro de lana y fui a despedirme de mi madre, me beso la frente aunque me incline un poco porque ella es más bajita que yo, tome mis mochila y suéter, luego salí de la casa.

Mientras caminaba veía a las personas que pasaba a un lado mío o en sus autos, el sol ya estaba más o menos arriba y el cielo estaba despejado, una cuanta nube en el cielo pero sentí un escalofrió en mi espalda, mire por todas partes y vi un auto negro estacionado, trate de mejorar mi vista para ver si habían personas dentro, lo había, era una mujer y un hombre, no le preste atención y seguí mi camino hacia la universidad.


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Llegue cinco minutos antes pero debía apresurarme y más si mi aula queda un poco lejos, así que apresure el paso y cuando al fin llegue vi a lo lejos que venía el maestro Alex, no pude moverme pero sentí que alguien tocaba mi hombro, voltee a ver quién era, es Steve, tuve que levantar mi vista para poder verlo, pero con ese tamaño que tiene ya sabía que era Steve.

Bebé (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora