Hace mucho tiempo existió un humano muy poderoso, era conocido cómo el gran héroe.
Hizo un mundo espejo al cual llamó Ferona, ahí transportó a todos los seres con habilidades, dones, poderes y magia, así cómo a las criaturas mágicas, pues en la tierra no podían vivir, ya que los humanos estaban pereciendo y a ese ritmo desaparecerían por completo.
El gran héroe creo un modo de cruzar ambos mundos, hizo experimentos y logró crear unas flores capaces de abrir un portal personal y cruzar al mundo espejo.
Sin embargo había un problema, las orquídeas variocolor tenían que ser cuidadas muy específicamente, y eran muy difíciles de cultivar, de modo que se vio obligado a crear un lugar más, alejado de Ferona y de la tierra.
Los jardines fueron creados en el vacío, un lugar fuera del tiempo y del espacio. Al gran héroe le tomo mucho tiempo construir los siete jardines y encontrar a los siete guardianes que entregarían sus vidas ordinarias para mantener los jardines. Por lo general fueron seres de Ferona los que cuidarían los jardines, a excepción de los jardines tres y siete, que fueron humanos.
Después de eso el gran héroe desapareció. Muchos dicen que murió, otros dicen que entró en un sueño eterno lo cual era básicamente lo mismo que morir, pero no desapareció sólo así. El dejó un legado, seis fragmentos, seis esencias, los elementos primarios que constituyen el orden, muchos lo llamaron el ³7 (Trinisete), los humanos con esencias eran llamados Lotus, y a pesar de que la esencia no se heredaba, lo que si heredaban eran las habilidades.
-¿Estás escuchando?- Dijo Rick golpeando una mesita con un lápiz.
-¿Eh? Sí, sí, los siete.- dije bostezando.
-Clithia, esto es importante- Dijo rindiéndose.
-Que si te estoy escuchando- Dije
En Ferona hay seres demasiado poderosos, algunos hostiles y otros neutrales, los únicos que son pacíficos son unos seres llamados Falgar, tienen la apariencia de unas pequeñas bolas de felpa, ojos enormes y diminutas patitas.
Entre los neutrales se encuentran los Heregon que son seres con aspecto humanoide, sus cabellos y ojos suelen ser de colores extravagantes y además tienen unas hermosas alas, los hombres lobo, las arpías y aunque no lo creas, los basiliscos.
Y sobre los hostiles están los centinelas, se les conoce por que llevan armaduras que los cubren completamente y una gran espada, los Vex, que son las almas corrompidas de los taumaturgos, y los Dragoon, aunque solo son territoriales, atacan únicamente si entran en su territorio.
Por ultimo están los Sheut, que son la maldad pura y aunque ellos están encerrados en el abismo creado por el gran héroe, se dice que hay algunos aun sueltos, esperando a que se habrá el portal o al menos una grieta.
El taumonomicon o libro del primer taumaturgo, fue encontrado hace miles de años por unos exploradores, ellos se volvieron taumaturgos y enseñaron a sus familias, ahora el libro se encontraba en las manos de Rick, y el tenía que cuidarlo, pues muchas personas lo quieren para usarlo de forma incorrecta.
-Ahora voy a enseñarte a utilizar los focos de energía para las varitas- Dijo Rick abriendo una pequeña mochila de cuero.
-¿Para que sirven?- Pregunté.
-Ya lo verás- Respondió y saco una pequeña esfera transparente. Tenia un agujero en la cual metió un extremo de la varita. La esfera comenzó a brillar y un aura de rayos comenzó a emanar de ella. Rick hizo medio circulo con la varita y comenzaron a salir rayos que cayeron al suelo.
-Vaya, ¡Que increíble!- Dije asombrada.
Así fue mostrándome cada foco de energía, desde las de fuego y hielo, hasta las de veneno y sigilo. Habían un montón de focos y cada uno requería diferente tipo de energía.
Fueron dos años duros y difíciles de entrenamiento, yo seguía creciendo y Volviéndome mas adolescente, sin embargo el seguía viéndose de quince años. Muchas veces quise preguntarle cuando cumplía años pero jamas me atreví, creí que era algo muy privado para el, pero en todos estos tres años el ni siquiera había crecido o cambiado.
-Oye Rick-
-Dime, ¿que ocurre?-
-¿Cuando cumples años?-
-Pues, verás... Nací un 29 de Febrero, y soy un taumaturgo de nacimiento así que cada cuatro años cumplo años, y por lo tanto no suelo cambiar mucho.- Dijo sonriendo
-¿Eso quiere decir que el próximo año cumpliras los dieciséis?-
Su sonrisa se esfumó y un aura de tristeza se formo alrededor de el, yo podía ver ese tipo de cosas, aunque realmente no sabía el por que, pero nunca se lo comenté.
-Apresurate a aprender a usar el foco de terra- Dijo volviendo a sonreír.
-Vale- Dije. No quería que estuviera triste nuevamente.
ESTÁS LEYENDO
Apócrifo I El Diario De Una Necromancer
General FictionHay muchos pensamientos oscuros en mi mente, hay tantas cosas de las que no quisiera revelar. Si alguien algún día encuentra este diario, le pido que no me culpe, yo solo trataba de ser feliz, todo era tan feliz hasta que sucedió aquel incidente, e...