Apócrifo I El Diario De Una Necromancer

15.- La dama bañada en sangre

Tiara salió del escondite, un enorme edificio completamente cerrado, salió a las calles a matar a quién pasara frente a ella, muchos hombres se acercaron a mirarla, tenia el mismo aspecto de cuando la encerraron.

Tenía la apariencia de una chica de dieciocho años, estaba completamente desnuda en la calle, cosa que no le avergonzaba. El primer hombre que se acerco a ella quiso tocarle el trasero, ella simplemente apuntó el dedo índice al hombre y explotó, su sangre esparcida se junto y formó un sostén de color carmesí, ella se lo puso y mató al siguiente hombre, esta vez su sangre formo unas bragas, luego pasaron cuatro hombres mas y de nuevo explotaron, la sangre de los cuatro formaron un vestido largo de color sangre y ella se lo vistió.

Siguió caminando por las calles de París y a su paso las personas morían de distintas formas. A una mujer le sacó los ojos con tan solo mirarla, un niño comenzó a vomitar sangre hasta morir, y más personas fueron muriendo de formas grotescas, Tiara estaba completamente corrupta de warp.

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Tres horas habían pasado desde que Marielize comenzó con su entrenamiento para abrir el camino Inferno, Rick había ido a buscar comida y agua, en el campo ilusorio estábamos Cinhoeé, Marielize y yo, aunque ella estaba en una especie de trance o meditación, Quise hablar con Cinhoeé sin embargo el simplemente respondía «Si» o «no» o aveces ni siquiera respondía, era un chico muy callado, su mirada fría y penetrante era algo con lo que no te gustaría toparte en la vida.

Marielize despertó agitada, estaba sudando y jadeando. Se levantó con dificultad y  bebió un poco de agua.

-Es muy difícil, solo he podido abrir cuatro canales, no creo poder lograrlo- dijo dándose por vencida.

-Yo se que tu puedes, no te rindas tan fácil, lo lograras- Dije tratando de animarla.

-Tu no entiendes, generaciones han intentado completar el circulo y solo tres lotus lo han logrado-

-Entonces es posible- Dijo Cinhoeé- Si por lo menos una persona  lo ha logrado, hay posibilidad de que tu lo logres, deja de llorar como una niña pequeña y entrena mas duro-

-¿Tu que has de saber? Tú y tu familia no son mas que unos viles asesinos- Dijo amargamente.

-Ya basta, no sigan discutiendo- Dijo Rick llegando.- Es hora de seguir, estamos cerca del bastión -

Era medio día, el cielo estaba nublado y amenazaba con llover, un olor a tierra mojada me llegó desde lejos. Mientras seguíamos caminando Marielize no dejó de entrenar ni un segundo. Caminaba con las manos, subía a los arboles y brincaba entre las ramas e incluso golpeaba algunos troncos. Cinhoeé por su parte caminaba con las manos dentro de las bolsas del pantalón. Rick seguía con su cara de angustia, quien sabe que estaría pensando, pero fuera lo que fuese, no era nada bueno.

-Hemos llegamo- Anunció Rick mientras palpaba el aire, parecía un mimo haciendo su acto.

-La entrada es por aquí- Comentó Cinhoeé situándose a unos pasos a la derecha de Rick.

-Si que eres bueno con las ilusiones- Le dijo Rick.

Entramos por el lateral donde estaba Cinhoeé y al cruzar una especie de portal, llegamos a una enorme fortaleza, detrás de nosotros se alzaba un muro gigantesco, media por lo menos cien metros, estaban hechos de tierra, al parecer algunos taumaturgos con elemento tierra habían improvisado aquel bastión enorme.

Rick entró a lo que parecía ser la habitación del líder del bastión. Era una sala enorme con figuras cinceladas en las paredes de piedra, en la entrada habían dos enormes pilares de cuarzo y una puerta de madera oscura.

Llegaron dos hombres vestidos con una túnica azul celeste y nos invitaron a pasar al comedor. Hace cuanto que no había probado una verdadera comida.

-Sirvanse lo que quieran- Dijo uno de ellos frente al comedor.

En la mesa habían varios platos con frutas exóticas, parecía que habían desde uvas, hasta bayas que ni conocía, había un enorme cerdo asado y varias piezas de pavo, había también una olla de arroz blanco y otras comidas que jamas había visto en mi vida.

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-¿Donde está escondida la Riverplate?

-Creo que está en América, ¿por qué?

-Quiero matarla con mis propias manos, quiero volver a sentir la sangre de un Riverplate entre mis dedos

-Madre, tu sí que eres sádica

-¿Qué tal me queda éste vestido? Está hecho con sangre de diez humanos

-No podría haber elegido un mejor atuendo para ti, madre. Todo te queda perfecto. ¿Nos vamos?

-Adelante