Apócrifo I El Diario De Una Necromancer

17.- vs Tiara I: Preludio de muerte

-Al fin, ¡abrí el camino Inferno! Fue difícil, ¿Donde está Cinhoeé?- Dijo Marielize incorporándose.

-Se fue, tenía que aclarar su mente- Le respondí. Ella puso una cara de tristeza, al parecer se había encariñado con él a pesar de que no hablaba con nadie.

-Ustedes tres, vengan ahora- Ordenó un hombre  que vestía una túnica purpura, llevaba el cabello escondido en vendas.

Entramos a una cabaña de madera muy bien construida y cruzamos por el pasillo hasta llegar a una puerta de madera negra al fondo.

La puerta se abrió. Dentro del cuarto había una mesa redonda y grande, sentados frente a la mesa habían cinco personas, tres hombres idénticos  y dos mujeres, los hombres llevaban armaduras color plateadas con rojo y lineas negras en pecho,  una mujer llevaba pantalón de cuero color negro y una blusa roja, llevaba en el pecho un  símbolo de un escudo plateado con un águila. La otra iba vestida con una falda larga, una blusa y una capa, todo era color negro a excepción de la blusa que era de un color gris claro.

Voltearon a vernos y la mujer de la blusa roja se levanto.

-Por favor, tomen asiento- Dijo señalando tres sillas vacías frente a la mesa.

En la mesa habían varias hojas de papel con escritos y varios pergaminos o al menos eso me pareció a simple vista. La mujer tomó nuevamente la palabra.

-Muy bien, ya que estamos todos aquí, empezaré con decirles que Tiara fue liberada, se encuentra ahora mismo en Europa y dudo que tarde en encontrarnos, así que vamos a empezar a movilizar las tropas, ya no queda tiempo y creemos que lo que busca Tiara es a la chica Riverplate.- Sentí un escalofrío recorrer mi espalda.

-Por... ¿Por qué... A mi? - pregunté con dificultad.

-Eres la única Riverplate aún con vida, eres una amenaza para ella- Respondió la mujer.

-No creo que ella sea la única a la que busca- Dijo Rick

-¿A que te refieres?- Preguntó la mujer

-La chica Lolliberry abrió el camino Besta Inferno-

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A cada paso que daba Tiara, el suelo comenzaba a oscurecerse, de sus pisadas salían pequeñas raíces de un color violeta oscuro. Aquellas raíces se extendían en todo el piso hasta cubrirlo de violeta. Las plantas cuando entraban en contacto con aquellas raíces se pudrían y se volvían del mismo color, los arboles parecía que se doblaban y sus hojas se volvían ceniza. Los animales y personas que entraban en contacto con las raíces parecía que se quemaban, pues de su cuerpo emanaba humo violeta mientras corrían y después de unos segundos caían al suelo.

Lucille iba detrás de Tiara, parecía disfrutar del horrible escenario. Mataba algunas personas con sus propias manos y lamía la sangre que tenía en sus manos.

-La sangre es deliciosa, pero tengo una pregunta- Comentó Lucille.

-¿sobre qué?- Preguntó Tiara

-¿Como llegaremos hasta el taumaturgo ?-

-No tienes que preocuparte por eso- Respondió Tiara mientras sonreía. -Cuando drene las habilidades de algunos Riverplate, obtuve una que me resultó muy útil, era de un hombre llamado Oz, el era un teleporter, podía crear puertas secretas de un lugar a otro, sin importar lo lejos que estuviera-

-¿Y por qué no la has abierto?- Cuestionó Lucille.

-Porque requiere mucha energía, incluso siendo yo, no puedo abrir una puerta tan lejos sin perder energía. -

-Es por eso que estas matando tanta gente-

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-Entonces ¿ella también era especial?- preguntó la mujer.

-No solo ellas, yo también- Dijo Cinhoeé entrando.- Dudo que ellas dos puedan solas, necesitarán alguien que cubra sus espaldas

-¡Cinhoeé!- Exclamó Marielize sonriendo.

-Volvamos al asunto principal- Ordenó uno de los hombres, era la primera vez que alguien mas a parte de la mujer hablaba.

Una explosión sonó afuera del cuarto. Varios gritos de guerra comenzaron a escucharse y sonaron mas explosiones. Salimos a ver que ocurría, afuera había una nube de humo, varios taumaturgos heridos y muertos en el suelo y a lo lejos dos siluetas de mujeres.

-¿Qué está pasando?- Preguntó la mujer de negro a uno de los heridos.

-Están... están aquí, ella...- El hombre habló con mucho esfuerzo.

-No hables mas, ahora descansa- Dijo la mujer

-Vaya, que reencuentro mas conmovedor, mis dos sobrinas y mi descendiente- Dijo tiara mientras se acercaba y se dispersaba el humo a su paso.

Allí estaba ella, con un vestido largo de color carmesí, llevaba encima un saco del mismo color y los labios pintados de negro, era hermosa, pero su mirada parecía vacía. Era solamente una sombra de lo que había sido.

Caminó con pasos decididos, conforme daba un paso, las raíces violetas  se expandían y amenazaban con destruirlo todo.

-Creo que no estas invitada a nuestra reunión.- Dijo la mujer de negro quitándose la capa. La blusa era de tirantes, en sus brazos tenía una serie de tatuajes de diferentes animales que se unían con cadenas. En las palmas de sus manos tenia dibujados dos círculos, el de la mano izquierda tenía dentro un triángulo mientras que el de la derecha una estrella de cinco picos.

-No necesito invitación para ver a mis sobrinos- Dijo Tiara sonriendo.