4.- magia para principiantes

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-Ahora que tienes tu varita es hora de tu primer lección, primero debes leerte éste libro- Me aventó un libro de aspecto antiguo, la pasta era de cuero con algunos detalles dorados.

A pesar de parecer muy antiguo, ese libro estaba como nuevo por dentro, tenía algunas letras en idiomas que no conocía, habían dibujos y tal ves jeroglíficos o simples garabatos.

-¿Es esto una especie de guía para ser mago? ¿por que no ponerle un titulo cómo "Aprenda magia en cinco minutos"? - pregunté, aunque sabía que evadiría mis preguntas.

-Pero que niña tan graciosa, ahora ponte a leer

Comencé a hojear el libro desde el principio,  pero me aburrió ver tantas letras y arrojé el libro al piso.

-lo que tienes en la mano es una varita de aprendiz, esa varita drenará mucho de tu poder  así que es mejor que aprendas rápido para hacer infusiones, ven, te enseñare a hacer pociones- Dijo Rick - por cierto, lo que te di a beber fue una poción de visión, éste es mi bosque, aquí nadie puede entrar, o si entran no pueden ver por la oscuridad.

Comenzó a caminar hacia un pasillo adornado de plantas y flores exóticas, llegamos a una especie de cabaña de madera, Rick sacó su varita e hizo un circulo en el aire y entro a la pequeña casa que por dentro era enorme, ¿como era posible que fuera tan enorme por dentro?

-es magia- dijo Rick adivinando mis pensamientos - es un hechizo de ilusión, por dentro se ve una cabaña, pero en realidad es un castillo, ahora aquí vivirás, sigueme- camino por el enorme pasillo central. Habían por lo menos diez puertas en la planta baja, además de dos escaleras que subían paralelamente y se cruzaban, en el techo estaban colgados varios candelabros con velas que iluminaban toda la estancia.

Llegamos hasta el final del pasillo donde había un enorme cuarto con un caldero y algunas botellas pequeñas, varias velas estaban en pequeños candiles en toda la habitación, Rick agarró dos botellas y las lleno de agua.

-Primero debes destilar el agua en una infusión de menta, por ahora usaremos esta pequeña jarra- Dijo Rick mientras sacaba una jarra dorada, la puso encima de una estufa eléctrica y vertió el agua de las dos botellas de agua. -Es necesario que uses el agua exacta, pones una hoja de menta por cada botella...-

Así pasamos casi un año entero haciendo pociones, eran muchos ingredientes, para diferentes pociones, aunque me había dado cuenta de algo.

Un domingo en la mañana Rick regaba las plantas del jardín, como cada mañana, ese día yo salí por la puerta trasera, quería mirar las mandrágoras, drunkagoras y flores bailarinas, en las mañanas solían despedir un aroma agradable.

Las mandrágoras eran planta raíz, a pesar de que sus hojas eran de un color verde brillante y sus flores azul y rojo, lo que se utilizaba era su raíz, aunque era muy difícil utilizarlas ya que al sacarlas de la tierra producían un chillido insoportable.

Las drunkágoras eran casi lo mismo a excepción de que sus hojas eran amarillas y la raíz era usada para otro tipo de poción.

Las flores bailarinas tenían un tallo largo y ondulado, la flor era roja, y cada mañana bailaba, se ondeaba y alargaba.

Rick me había puesto una regla, "Jamas tocar las flores por las mañanas" así que nunca lo había intentado ni piensa a hacerlo.

-Clithia, ven al jardin- Grito Rick desde el otro lado.-

Salí con mucho cuidado de no tocar ninguna planta, y corrí por el corredor hasta llegar al jardín.

En el jardín había una mesa redonda adornada con muchas flores, habían varios platos y una jarra de plata, me acerque hacia la mesa en donde estaba Rick.

-feliz cumpleaños- Dijo sonriendo mientras las raíces de un árbol creaban dos sillas muy hermosas.

Nos sentamos y comenzamos a comer una tarta de crema y fluriberrys, unas bayas muy sabrosas, Rick sirvió té de Lurias en dos tazas de porcelana fina.
Fue el mejor cumpleaños que podía tener, aunque tenia una duda desde el año pasado. ¿Acaso Rick nunca cumplía años o envejecía?

-Toma, creo que es hora de que lleves esto.- Dijo dándome un pequeño espejo de mano, parecía de plata, era ovalado y en el mango tenia muchos detalles y letras escritas.

-Muchas gracias Rick, pero ¿de que sirve?

-Es un teleporter, cuando estés en peligro pon tu mano en el espejo y piensa en este sitio. Hay algo que no te he dicho aún...

-¿Aún me guardas secretos, Rick?

-Eres una adulta en cuerpo de niña, pero eso no quita que tienes solo Once años, si no te lo he dicho es por tu bien, aunque es hora que te revele algunos de esos secretos  y el primero es que en este bosque mágico el tiempo no pasa, es decir... Todo este año  que hemos estado aquí no ha ocurrido nada en el mundo mortal,  si salimos de nuevo al exterior, la policía nos estará buscando.

-¿Por que no les hacemos algún hechizo?

-Duh, tonta, por que los comunes no deben saber sobre los Lotus

-pero quiero ir a la ciudad, ya estoy harta de la comida de aquí, quiero un helado, solo vamos hoy por favor Rick...-  Le rogué y le miré con ojos tiernos

-Bueno... Solo por que es tu cumpleaños-Cedió Rick

Por primera vez Rick me enseñó el encantamiento para abrir un portal del Bosque Mágico a la ciudad, simplemente debía mover  la varita,  en un circulo doble y recitar un Praecantatio.

Volvimos a la ciudad, habíamos regresado al parque, todo estaba completamente igual, como si todo hubiera sido un sueño.

Caminamos por el parque durante varias horas y fuimos a una tienda de  helados. Yo pedí uno de chips de chocolate y...

-Disculpe, joven ¿Podría acompañarme?- Dijo un policía tocando a Rick por el hombro.

Rick volteó rápidamente y golpeó al policía.

-¡Corre, Clithia!- Gritó

Otros dos policías llegaron y comenzaron a golpearlo, Rock se defendía y golpeaba,  luego se acercaron otros dos, y sacaron una porra eléctrica y lo golpearon, Rick gritó y gritó, Comenzó a convulsionarse, sin embargo aun seguía luchando por liberarse de los policías.

-¡Esa niña venia con el!, detenganla- Grito un policía, Varios de ellos estaban en la entrada y comenzaron a perseguirme.

Salí por la puerta de atrás, los trabajadores de la heladería me comenzaron a gritar, los policías entraron  y empujaron a todos, estaban empeñados en atraparme, pero entré al baño, saque el espejo de mi bolso y toqué el vidrio, pensé "Quiero ir a mi hogar" sin embargo sabia que mi único hogar era Rick, así que volví a pensar y esta vez más concentrada "Quiero ir a casa, aquel bosque mágico"

La puerta comenzó a sonar, los policías comenzaron a gritar y a empujar la puerta, cerré los ojos y seguí pensando lo mismo.

De un momento a otro el ruido cesó, abrí los ojos y regrese a casa, aunque  ahora me parecía vacía, Rick no estaba y todo era por mi culpa, si no hubiéramos ido, Rick estaría aquí.

Apócrifo I El Diario De Una NecromancerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora