-Quiero que se vayan de aquí, intentaré ganar tiempo, así que cuando les diga «ahora» quiero que corran y no miren atrás. - Dijo Rick mientras sacada de las bolsas de su pantalón varios anillos y pociones.
-No- Replicó Cinhoeé. -No podrás tu solo.-
Rick se colocó tres anillos, uno color plateado en el dedo índice izquierdo, el segundo, de color negro, en el dedo corazón izquierdo y el último de color azul en el índice derecho. Bebió una poción y comenzó a dibujar un circulo en el suelo.
_¿Que esperan? ¡largo de aquí!- Grito Rick
Yo no podía dejarlo solo. No quería irme sabiendo que el moriría a manos de esa mujer, tenía que hacer algo. Mientras Rick seguía dibujando el sello para invocar una céfiro (Espada de aire), yo saqué mi varita de árbol mágico, la mas fuerte de todas las varitas y le coloqué el foco de Lux en la parte superior.
Recé para que funcionara. Rogué que Rick no fuese a morir, agite dos veces la varita y el foco comenzó a brillar.
Tiara masacraba a los demás taumaturgos que se le acercaban y le hacían ataques a distancia. Mientras ella estuviera distraída, yo podría hacer mi ataque y con suerte la podría derrotar.
Jamas había hecho un ataque de foco con la varita, y lo poco que habia entendido fue lo que Rick siempre me decía cuando me mostraba los efectos de los diferentes focos -Primero tienes que dejar que los elementos lleguen a tu cuerpo, luego Canalizas esa energía y por ultimo la liberas con la mano que sostienes la varita- Decía Rick.
Rick aun seguía dibujando, no prestaba atención a nada, era una presa fácil para quien sea. Caminé hacia Tiara y comencé concentrarme en la energía, el foco emitió una débil luz blanquecina que poco a poco fue creciendo, comenzaron a salir chispas y pequeños rayos, apunté el foco de la varita hacia Tiara y un rayo de color blanco y azul salió y golpeo a Tiara, la aventó varios metros hacia atrás, hasta estamparse en una pared.
-Así que la estúpida Riverplate aprendió algunos trucos- Dijo Tiara levantándose. Tenía sangre en la nariz, se la limpió con la mano y la lamió. -Hace mucho que no sentía el sabor de mi propia sangre.-
Mordió su dedo pulgar y comenzó a salir sangre. La sangre se volvió un fino hilo y tomó forma de un cetro de color carmesí.
-Eso... Eso es el blood Prison- Dijo alguien aterrado.
-¡Corran!- Gritaron varios taumaturgos mientras huían, corrían, se pisaban y caían.
Cinhoeé se paró frente a mi y encaró a su antecesora.
-Es mi deber derrotarte, no pienso dejar que mates a nadie más- Dijo Cinhoeé con fuerte determinación.
-Será mejor que vengas a mi lado, si te unes a mi, no voy a asesinarte- Dijo Tiara burlescamente.
-¿Para terminar como tu hija?-
-Ella no era mi hija, fue solo un error en mi vida, fue la prueba de que los seres humanos son una plaga-
No sabía lo que pretendía Cinhoeé hasta que lo vi con mis propios ojos.
Todo estaba en cámara lenta. El cielo se tornó nublado, los escombros parecían temblar en el suelo, mientras caían rayos y se escuchaban truenos. A la izquierda estaba Rick de rodillas frente a un círculo con una estrella de seis picos en medio, algunos jeroglíficos extraños. Colocó la palma de su mano en el centro del circulo. De la tierra comenzó a sacar lo que parecía el mango de una espada, era color azul oscuro metálico, la hoja era de doble filo, de un color aguamarina, parecía hecha de hielo. Tenia dellates negros, parecía que tenia un par de alas desplegadas en el mango, era una espada demasiado larga y parecía pesada.-Es... No puede ser... Es la espada céfiro- escuché decir alguien a lo lejos.
-¿Que es una espada céfiro?- Le pregunte al hombre que tenia a lado.
-Es una de las cinco espadas mas poderosas, fueron creadas por el gran héroe y las dejo todas escondidas y bien custodiadas, la espada Céfiro le concede a su usuario el poder levitar por unos minutos, además de que, si el portador sabe utilizarla bien, puede crear escudos de aire o incrementar su velocidad.- El hombre parecía satisfecho con su explicación.
-¿Entonces por que Rick tiene la espada Céfiro? ¿Es el custodio?-
-Se suponía que esa espada no debería ser utilizada jamás, absorbe la energía espiritual del usuario, es decir...-
-Es decir que el morirá si la utiliza mucho tiempo, ¿no es así?-
******************
Narra Rick.
Después de tanto tiempo, después de tantos fracasos, hoy puedo hacer algo bien, no podré enmendar todos mis errores, pero al menos podré hacer lo correcto por primera y ultima vez...
Sentía como la espada iba succionando mi fuerza, tenia que hacer algo de prisa, sabía que la espada era muy pesada, pero jamas imagine que a cada segundo pesara mas.
Me impulse con el aire que producía la espada, avancé rápidamente, y llegué hasta donde Tiara, atiné un corte en su brazo izquierdo, sin embargo no pude detenerme y me estampe contra una pared.
El brazo de Tiara cayó al suelo, aún seguía moviéndose, como si tuviera vida propia.
-¿Crees que eso me va a detener? ¡JA! No sabes lo que... ¿Pero... Que demonios?!-
-Aunque lo intentes regenerar no podrás, esta espada sella las células y no permite que regenere los tejidos, estás acabada-
-Eso crees tu- Dijo Tiara apareciendo detrás mio, ¿Como rayos lo había hecho?-Seguramente te preguntas ¿Como llegué hasta aquí?, pues verás...-
Me incorporé rápidamente y me impulse con la espada hacia adelante.
-No importa si pierdo ambos brazos- La sangre que brotaba del brazo amputado comenzó a transformarse en la mano que faltaba. -Mientras aun tenga sangre que controlar, seguiré estando completa-
Vi como se acercaba a mi en cámara lenta, alargaba su brazo de sangre y apretaba mi cuello. Clavé la espada en su pecho y comencé a girarla, escupió sangre y aflojó un poco la mano.
El aire me faltaba, y mis fuerzas perecían, la espada estaba consumiendo mi alma, sin embargo Tiara ya no seria problema de nadie, al menos me había llevado al monstruo al infierno.
-¿Es todo lo que tienes?!- Exclamó Tiara sacando la espada de su pecho.
-Lo... Lo siento... Clithia...-
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Apócrifo I El Diario De Una Necromancer
General FictionHay muchos pensamientos oscuros en mi mente, hay tantas cosas de las que no quisiera revelar. Si alguien algún día encuentra este diario, le pido que no me culpe, yo solo trataba de ser feliz, todo era tan feliz hasta que sucedió aquel incidente, e...