No sabía por qué pero la expresión del veterinario al apartarse de ella no le había dado demasiada confianza.
-¿Se va a poner bien?-preguntó Ethan cruzándose de brazos con preocupación-.
-Creo que ya puedes relajarte, no es tan grave como parece-sonrió Deaton dejando la pequeña linterna encima de su mesa- pero he de admitir que con lo que me habeis contado de esa sustancia negra que está expulsando me gustaría hablar con ella a solas un momento. ¿Podrías esperar en la sala de al lado un par de minutos?
-¿Por qué?-volvió a preguntar, verdaderamente cada vez se le veía más nervioso-¿Es importante?
-No estoy seguro. Lo más probable es que sea algún tipo de desajuste en el don de curación pero necesito que me responda a algunas cosas
-¿Entonces por qué tengo que marcharme?-miró a ambos con expresión rígida- ¿Qué es lo que no quereis que sepa?
-Por el amor de Dios, Ethan. No voy a discutir contigo otra vez sobre esto-respondió Amber incorporándose lentamente y bajando de la mesa metálica-Ya has oido a Deaton, y te repito que voy a estar bien.
-¿En serio? Te creeria si no fuese por el "insignificante" hecho de que cuando entré en mi desván, te encontré tirada en el suelo sin a penas pulso-replicó levantando la voz-Así que no, te guste o no yo de aquí no me muevo hasta no saber que es lo diablos te pasa ¿vale? Y si tienes algo que decirle yo también tengo derecho a saberlo
-Marchate, Ethan
-He dicho que no, ¿que es lo que no entiendes del significado de "no"?
-Escucha, entiendo que te preocupes por mí pero estoy harta de discutir contigo sobre esto, ¡no necesito que vigiles cada uno de mis movimientos y no necesito que estés a mi lado todo el tiempo decidiendo que es lo que debo hacer! ¿entiendes?-gritó Amber haciendo un gesto con la cabeza- ¡NO TE NECESITO AQUÍ!
Ethan permaneció en silencio durante un momento pero era más que evidente que por la expresión de su cara aquellas palabras le habían dolido.
-Bien... si eso es lo que de verdad piensas, no voy preocuparme más por ti-respondió con un tono de voz más calmado diriguiéndose a la salida-Puedes hacer lo que quieras, como siempre.
La puerta de la habitación se cerró de golpe y de nuevo reinó el silencio.
Suspiró retirándose el pelo, e intentó volver a calmarse. Odiaba haber tenido que herir sus sentimientos de forma tan rastrera pero, necesitaba que los dejase solos. No sabía como podía reaccionar ante aquella conversación y tampoco quería verle sufrir por ella, ya había pasado por demasiadas cosas por su culpa.
-Siento que hayas tenido que hacerlo
-Yo también pero era la única manera de que pudieramos hablar-susurró sin girarse hacia él-Deaton... necesito que seas sincero conmigo. No tiene buen aspecto ¿verdad?
-No-contestó con cierto pesar- lo cierto es que no.
Lo que estás sintiendo se conoce en el ambito biológico como un proceso de trasmutación. De alguna forma, estás cambiando y tu cuerpo reacciona al mordisco como si éste fuera un virus. Tú cuerpo está tratando de defenderse pero, a juzgar por los sintomas que me habeis descrito parece que el don de curación no es suficiente
Suspiró sentándose de golpe en una de las sillas, guardó segundo por un silencio y tomó aire de nuevo.
-Denise sabía que esto pasaría, por eso lo hizo. Sabía que si no moría aquella noche a manos de los cazadores o Peter o... ella misma, su mordisco lo haría tarde o temprano-hizo una pausa- y lo está consiguiendo.
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Cuestión de instinto (Libro 2)
FanfictionAVISO: SPOILER SI NO HAS LEIDO LA NOCHE DE LA BESTIA Desde la muerte de Amber nada ha sido lo que esperaban. De repente todo lo que conocían había cambiado ante sus ojos: los aliados, los enemigos, los sentimientos, incluso, las personas como Scott...