Cap 25: Mitades imperfectas

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Caminó por las calles, sola, sin importarle la lluvia, como de fuerte los rayos atravesaban el cielo, como los truenos hacían vibrar a la ciudad. Estaba totalmente empapada, Ethan había intentado llamarle varias veces durante varias horas pero ella no se había sentido con fuerzas para contestar, volvió a guardar el móvil y suspiró.

Estaba cansada de depender siempre de su ayuda. Se lo agradecía pero esto era algo que debía arreglar ella misma, se resguardó en uno de los porches y se colocó enfrente de la puerta.

A pesar de ser ya tarde, las luces aún estaban encendidas. Cerró el puño y llamó a la puerta con cierto temor.

Instantaneamente unos pasos se oyeron al otro lado bajando una escalera y acercándose a ella.

-¿Si?-preguntó una cálida voz masculina apoyandose en la puerta-¿Quien es?

Amber no abrió la boca, se mantuvo callada y esperó.

-¿Quién es?-insistió de nuevo el hombre, esta vez había sonado más tenso-.

Nada.

Harto del silencio, abrió la puerta con intención de gritar a quien fuera que fuese que se largase pero en el último segundo se detuvo.

Una chica estaba titiritando con los ojos hinchados y llenos de lágrimas, Amber se mordió el labio y sorbió la nariz al verlo.

-Hola, papá...-susurró con la voz rota-.

Él permaneció en su lugar, congelado, en shock, totalmente impresionado.

-¿A... Amber?-balbuceó con lágrimas asomando por sus ojos-.

Asintió viniendose abajo. Ya no podía aguantar más la tensión del momento y simplemente lo soltó todo. Inmediatamente su padre la apresó en sus temblorosos brazos no pudiendo creer lo que estaba pasando en ese instante.

-Mi pequeña... dios mio, creía...-sollozó, tenía a su padre llorando en su hombro y ella hacía exactamente lo mismo-estás aquí, estás aquí. Creía que me habíais dejado solo...

-¡Lo siento!-lloró agarrando su nuca-¡lo siento tanto por todo...! ¡por favor, perdoname! He sido una persona horrible, he sido una hija horrible

-No digas eso, cielo-meciendola con nerviosismo-Estás aquí, eso es lo único que me importa. Cuando ese médico me lo...-su labio aun temblaba- no podía, no podía si quiera... Todo mi mundo se vino abajo.

-Te he echado mucho de menos-cerrando los ojos y abrazandolo fuerte-No sabes cuanto

-Shh, ya estás en casa, cariño. Tranquila, todo va a ir bien, todo nos irá bien a partir de ahora, te lo prometo.

(...)

El loft estaba en silencio, Derek se había ido abajo hace algunas horas y no había nadie vigilando por lo que a Seleena le pareció en momento ideal para levantarse de la cama y hacer una llamada sin ser escuchada.

-Soy yo

-Vaya, me alegra saber que aún estás viva-dijo Gerald con sequedad- Siento la brusquedad de ejecución pero los chicos tenían que hacerlo creíble...

-No sé porque eso no me consuela

-¿Dónde estás ahora?

-En la guarida del lobo-acercándose a la puerta y comprobando que no había nadie- He hecho lo que me has pedido, Alaric por mí . Ahora dame tu palabra de que te mantendrás lejos de él.

-Shh, no tan rápido, señorita Blake. Tú trabajo no ha terminado todavía, solo has cumplido la mitad de nuestro acuerdo y soy un hombre de palabra. Hasta que Hale no esté muerto, la vida de tu hermano es mía ¿de acuerdo? Y puedo acabar con ella en cualquier momento así que ten cuidado.

Cuestión de instinto (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora