Caminó por las calles, sola, sin importarle la lluvia, como de fuerte los rayos atravesaban el cielo, como los truenos hacían vibrar a la ciudad. Estaba totalmente empapada, Ethan había intentado llamarle varias veces durante varias horas pero ella no se había sentido con fuerzas para contestar, volvió a guardar el móvil y suspiró.
Estaba cansada de depender siempre de su ayuda. Se lo agradecía pero esto era algo que debía arreglar ella misma, se resguardó en uno de los porches y se colocó enfrente de la puerta.
A pesar de ser ya tarde, las luces aún estaban encendidas. Cerró el puño y llamó a la puerta con cierto temor.
Instantaneamente unos pasos se oyeron al otro lado bajando una escalera y acercándose a ella.
-¿Si?-preguntó una cálida voz masculina apoyandose en la puerta-¿Quien es?
Amber no abrió la boca, se mantuvo callada y esperó.
-¿Quién es?-insistió de nuevo el hombre, esta vez había sonado más tenso-.
Nada.
Harto del silencio, abrió la puerta con intención de gritar a quien fuera que fuese que se largase pero en el último segundo se detuvo.
Una chica estaba titiritando con los ojos hinchados y llenos de lágrimas, Amber se mordió el labio y sorbió la nariz al verlo.
-Hola, papá...-susurró con la voz rota-.
Él permaneció en su lugar, congelado, en shock, totalmente impresionado.
-¿A... Amber?-balbuceó con lágrimas asomando por sus ojos-.
Asintió viniendose abajo. Ya no podía aguantar más la tensión del momento y simplemente lo soltó todo. Inmediatamente su padre la apresó en sus temblorosos brazos no pudiendo creer lo que estaba pasando en ese instante.
-Mi pequeña... dios mio, creía...-sollozó, tenía a su padre llorando en su hombro y ella hacía exactamente lo mismo-estás aquí, estás aquí. Creía que me habíais dejado solo...
-¡Lo siento!-lloró agarrando su nuca-¡lo siento tanto por todo...! ¡por favor, perdoname! He sido una persona horrible, he sido una hija horrible
-No digas eso, cielo-meciendola con nerviosismo-Estás aquí, eso es lo único que me importa. Cuando ese médico me lo...-su labio aun temblaba- no podía, no podía si quiera... Todo mi mundo se vino abajo.
-Te he echado mucho de menos-cerrando los ojos y abrazandolo fuerte-No sabes cuanto
-Shh, ya estás en casa, cariño. Tranquila, todo va a ir bien, todo nos irá bien a partir de ahora, te lo prometo.
(...)
El loft estaba en silencio, Derek se había ido abajo hace algunas horas y no había nadie vigilando por lo que a Seleena le pareció en momento ideal para levantarse de la cama y hacer una llamada sin ser escuchada.
-Soy yo
-Vaya, me alegra saber que aún estás viva-dijo Gerald con sequedad- Siento la brusquedad de ejecución pero los chicos tenían que hacerlo creíble...
-No sé porque eso no me consuela
-¿Dónde estás ahora?
-En la guarida del lobo-acercándose a la puerta y comprobando que no había nadie- He hecho lo que me has pedido, Alaric por mí . Ahora dame tu palabra de que te mantendrás lejos de él.
-Shh, no tan rápido, señorita Blake. Tú trabajo no ha terminado todavía, solo has cumplido la mitad de nuestro acuerdo y soy un hombre de palabra. Hasta que Hale no esté muerto, la vida de tu hermano es mía ¿de acuerdo? Y puedo acabar con ella en cualquier momento así que ten cuidado.
ESTÁS LEYENDO
Cuestión de instinto (Libro 2)
FanfictionAVISO: SPOILER SI NO HAS LEIDO LA NOCHE DE LA BESTIA Desde la muerte de Amber nada ha sido lo que esperaban. De repente todo lo que conocían había cambiado ante sus ojos: los aliados, los enemigos, los sentimientos, incluso, las personas como Scott...