Cuestión de instinto (Libro 2)

Cap 9: Estado de fuga

FLASHBACK

Derek tenía a Amber en sus brazos, apenas podía enfocar la visión o abrir los ojos pero a pesar de todo ella luchaba por seguir consciente.

-¿Qué es lo que está pasando...?-consiguió decir en un débil susurro apoyando involuntariamente la cabeza sobre su pecho-.

Él la observó durante un segundo.

-Voy a sacarte de aquí-dijo ignorando su pregunta y dirigiéndose hacia la ventana, la rompió de una patada y se acercó al borde mirando la distancia hasta el suelo-.

La puerta se abrió repentinamente dando un fuerte golpe en la pared, dejando entrar a un pequeño grupo de hombres armados, entre los cuales se encontraba Leena, apuntándoles con expresión fría.

-¡FUEGO!

FIN DEL FLASHBACK

Despertó en una habitación sumida en la penumbra, húmeda y polvorienta. Tenía la cara llena de sudor y una terrible sensación de asfixia, como si sus pulmones fuesen incapaces de retener el aire.

Intentó moverse y ponerse en pie pero unas viejas cadenas en sus muñecas no se lo permitieron. Las miró confundida y tiró de ellas con fuerza repetidas veces sin importarle el daño que pudiera hacerse.

Consiguió hacer chirriar la primera y finalmente romperla soltando un pequeño gruñido de dolor, suspiró pesadamente y repitió la misma operación con la segunda.

Una vez fue libre se levantó y observó él lugar con detenimiento, parecía una antigua estación de metro y ella se encontraba en uno de los vagones.

Recorrió el estrecho pasillo entre los asientos hasta la salida más próxima, percatándose de que había otro par de cadenas en el suelo.

El silencio era total, nada se escuchaba salvo el sonido de sus pasos sobre el suelo metálico, caminó hasta el fondo del vagón pero, cuando se disponía a bajar se detuvo en el último instante.

Había notado un olor extraño en el ambiente, no sabía como describirlo con exactitud pero estaba segura de que antes no estaba ahí.

Permaneció en silencio y cerró los ojos tratando de concentrarse.

Podía escuchar agua corriendo, el sonido de unos ventiladores girar y... el latir de dos corazones dentro de la misma habitación.

Abrió los ojos de nuevo y miró hacia arriba tensando la mandíbula.

Los latidos del segundo corazón se encontraban justo encima de ella, sobre el techo.

Probó a dar un paso a la derecha dirigiéndose a la parte que unía ambos vagones e inmediatamente el sonido se acentuó en sus oídos.

La estaba siguiendo y eso era exactamente lo que Amber quería.

Poco a poco sus pasos se convirtieron en zancadas y éstas pasaron a formar parte de una pequeña carrera contra su misterioso merodeador.

Llegó al final del cuarto furgón, una figura saltó por encima de ella con intención de pasar al siguiente sin embargo, Amber ya lo había previsto. La agarró del tobillo cuando aún se encontraba en el aire, lanzándola hacia un lado, haciendo que el desconocido rodase por el suelo de mala manera, al tiempo que éste soltaba un ronco gemido.

-Ya eres mío...-susurró entre dientes iluminando sus ojos de un brillante y frío color azul-.

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Ethan entró en su habitación hecho un manojo de nervios, tomó una mochila negra del suelo y comenzó a llenarla con mapas y papeles llenos de anotaciones.